Capítulo 15

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Sentía que me habían quitado el domingo de las manos. El fin de semana transcurrió tan rápido que debería de ser ilegal.

Mi mente viajó a los sucesos de ayer; desde besar a Kai hasta la noticia de que me convertiría en tía. La emoción era más que clara, pero también me aterraba la idea de no ser lo suficientemente buena. De seguro, lo mismo le estaría sucediendo a Liv. Por mi parte, el único rol de tíos que había presenciado había sido el de las películas. Más específico, las de 'Harry Potter', pero sabía que Petunia no era mi mejor ejemplo a seguir. Supongo que tendría que leer otros libros...

La bandeja resonó en la mesa y volteé a ver a mi amiga. Su rostro llevaba una iluminada sonrisa que parecía ser contagiosa. Imité su gesto y me acerqué a ella. Lucía como si hubiese bebido una poción para el rejuvenecimiento, y tampoco era que lo necesitaba...

—¿Qué tal fue? —pregunté, impaciente. Si ella creía haber encontrado al indicado, eso podía ser que la suerte amorosa me estaba rodeando. Primero Liv, luego Brynn y por último yo. Ella cayó sobre su respaldo y cerró sus ojos.

Oh... Ella estaba recordando aquella noche.

—Fue... —suspiró y aquella sonrisa seguía latente en su rostro — exquisito.

Wow. Jamás había oído esa palabra salir de la boca de alguien para referirse al sexo. Sí debía de haber sido increíble.

—Quiero oír todos los detalles —pedí y ella se sentó erguida en su asiento, dispuesta a soltar la lengua.

—Cuando llegué, él ya se encontraba allí. ¿Recuerdas la foto de él que te mostré? —asentí —Pues, es mil veces más sexy —me encontré sorprendida. Eso no era posible... —En cuanto me vio, se puso de pie y yo ya quería arrodillarme ante él —me eché a reír. Eso jamás. Nadie debe arrodillarse ante nadie —. Tuvimos una muy larga conversación y lo invité a mi departamento —ella volvió a echarse sobre el respaldo de su silla y mordió su labio inferior —. Fue un sólido 8.5, la mejor follada que he tenido en toda mi vida y me conformo con eso.

—¿Qué faltó para que fuera un sólido diez? —pregunté y ella suspiró.

—Un punto por no haber amor, y medio punto para dar lugar a algo mejor —respondió —. Saldré con él otra vez hoy a la noche.

Clavé mi mirada en ella. ¿Esta noche?

—¿Me dejarás sola nuevamente? —negó y me relajé. Más le valía...

Sólo cerrarás la cafetería sola —la fulminé con la mirada.

Afortunadamente, no tendría problemas con nuestro jefe porque cerrar el lugar era trabajo de una persona. Sin embargo, sí tendría problemas conmigo.

—Lo siento, pero sí quieres que encuentre a mi futuro esposo, ¿verdad? —Brynn siempre hacía uso de las palabras adecuadas para convencerte y chantajearte. Conmigo siempre funcionaban.

—Espero que sea el indicado o no perdonaré que me hayas abandonado tantas veces —ella me dio un abrazo entre risas.

—Si no lo es, lo obligaré —bromeó y logró sacarme una sonrisa. Maldita Brynn —. ¿Cómo ha ido la fiesta de Liv? —aclaré mi garganta y ella me dio toda su atención. Sabía que algo importante se avecinaba, aunque no sabía cuál de las dos iba a impactarle más...

—Liv está embarazada —revelé primero, y ella me observó anonadada. Aún no era momento para la otra noticia. Ella se acercó a mí y me dio un acogedor abrazo.

—Por fin tendrás a alguien a quien leerle tus libros —reí.

—Espero que te refieras a los de ciencia ficción —un breve silencio nos invadió.

Hasta la Última Pieza ✔️©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora