2: La rubia irritante

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Estiré mi cuerpo haciendo sonar todas mis articulaciones fuertemente mientras bostezaba. Era mi primera noche junto a Killua y Gon, quienes me habían dado un techo bajo el cual quedarme y más que eso, una cómoda y gran cama entre muchos lujos más.

Tambaleante, salí de mi habitación encontrándome con los chicos y Leorio, "adolescente" el cual había conocido la noche anterior y del cual por mala suerte no me había llevado la mejor impresión:

-¡U-Una mujer!- el hombre de traje saltó del sofá tal como un resorte, la saliva se le caía como si de una canilla se tratase.

-No es más que un idiota, no tienes por qué darle atención- susurró Killua a mi lado. En tan solo unos segundos tenía al hombre en frente mío.

-Leorio Paradinight, preciosa- tomó mi mano dispuesto a depositar un beso sobre ella a lo que yo con toda prisa me retiré de su agarre, dedicándole una mirada repleta de repulsión.

-¡Pedófilo!- chillé exasperada, pegándole una potente bofetada que lo lanzó hacia un lado. Killua carcajeó.

-¡Oye! ¡Soy un adolescente!- reclamó éste sobando su enrojecida mejilla.

-Discúlpalo, Gen. Suele ser así con cada mujer que se cruza, pero prometo que no volverá a molestarte. De hecho, ¡Leorio es una persona muy noble!- como siempre, Gon se guiaba por el lado positivo de las situaciones pero se me hacía un tanto difícil creer que ese canalla podía llegar a tener una personalidad digna de respetar.

El "adolescente" se enderezó, notoriamente molesto. Killua y Gon parecían fulminarlo con sus miradas, se notaba en el tenso ambiente que se había generado. Leorio cruzó sus brazos evitando cualquier tipo de intimidación, demostrando así que era un tipo totalmente orgulloso y arrogante.

-Está bien. Soy Gen Araki- extendí mi brazo con dificultad, pues sentía que mi orgullo me tomaba con una gran fuerza queriendo que me retracte de mi acción.
Difícilmente, ignoré mi orgullosa personalidad y decidí comportarme de la mejor forma posible, después de todo, los chicos me estaban ofreciendo hospedaje y era lo mínimo que podía hacer por ellos: llevarme bien con su "roomie".

Leorio cedió algo lento dirigiéndome una mirada tan filosa como la punta de un diamante. Terminó por aceptar mi agarre y presentarse de una manera más cordial.

-Uhm... ya qué, disculpa mi comportamiento. Soy Leorio- acomodó sus anteojos con una mirada totalmente altanera, parecía estar poseído por la ira y el orgullo pero de igual forma, se disculpó de manera correcta.- Tenía esa bofetada más que merecida.

-Ugh, ¡obviamente, sí!- el albino rodó los ojos cruzando sus brazos.

-¡Bueno, albino idiota, yo debería de decir eso!- Leorio se apoderó por su ira nuevamente. Gon rascó su nuca riéndose nervioso, mi opción no fue otra que imitarlo.

-¿Cómo has dormido, Gen?- la voz de Gon devolvió mi cabeza al planeta tierra.

-Nunca he dormido mejor- somnolienta, le dediqué una sonrisa algo deforme a mi pequeño y nuevo amigo. Éste me devolvió la expresión mostrando sus prolijos y brillantes dientes.

-Créeme, se nota- Killua hizo notar su presencia, ofreciéndome una gran taza de café que acepté gustosa, sentándome a su lado.- Esto es algo que no podía faltar.

El albino sacó un choco-robot de su bolsillo, entregándomelo. Mis ojos se abrieron como dos grandes y brillantes perlas.

-¡Gracias, Killua!- instintivamente, me lancé a darle un abrazo lo cual me avergonzó completamente, sin embargo, fué correspondido.

Complementos [Hunter x Hunter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora