Soy la Princesa Sunmi

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Después del incidente con Sunmi, la joven madre fue enviada a casa para descansar, por lo que tenía que pedir licencia en su trabajo. Pero no era nada fácil hacerlo estando en reposo y con una niña de un año intentando hacer desastre por todos lados. 

Además Chungha no tocó el tema de las alucinaciones, en su mente siempre se repetían las palabras de Sunmi. ¿Cómo que ella es una dama real? No entendía nada y por lo mismo se negaba a preguntar. 

—Aquí está el desayuno.

Chungha ingresó a la habitación de Sunmi con una fuente de comida, la menor se encargaba ahora de todos los asuntos de la casa, cocinar, lavar, limpiar e incluso, aunque no le gustaba a veces, cuidar de Sooyoung. 

—¿Preparaste todo eso? 

Sunmi miraba sorprendida a Chungha, era increíble que la joven hiciera todo eso por ella, así que tomó asiento en su cama intentando no hacer ruido, Sooyoung aún dormía en su cuna que estaba ubicada en una esquina de la habitación. 

Chungha sonrió por la escena, es decir, podía tenerle cierto temor y resentimiento a Sunmi, pero se veía realmente débil. Todas las noches después de su desmayo tenía pesadillas que lograban despertarla llorando o gritando, eso era preocupante así que tenía que animar a esa mujer como sea. —De hecho lo compre, solo sé preparar ramen. 

—Entonces solo prepara ramen, no tienes que preocuparte y gastar tu dinero en esto. —De hecho Sunmi sabía lo mucho que Chungha se esforzaba, era una persona buena a pesar de tener un humor algo extraño. 

—Descuida, no me pagan nada mal. —Chungha tenía dos trabajos de medio tiempo toda la semana, si no estaba en una cafetería cercana a su universidad, estaba en la tienda de conveniencia cercana al trabajo de Sunmi o estudiando Leyes, aunque ciertamente solo asistía a una que otra clase. —Ya es tarde, me debo ir. 

—Espera —por algún motivo Sunmi deseaba estar más tiempo con Chungha aún eso signifique sufrir fuertes dolores de cabeza. Y lo mismo iba para Chungha, desde aquel ataque de ansiedad que le dio, llevaba sintiendo como si tuviese una soga atada al cuello y a veces como si una flecha atravesara su pecho. Llámenla loca, pero se sentía así—. Sé que es mucho pedir, pero ¿podrías llevar estos papeles a mi trabajo? Solo así podré quedarme aquí y descansar sin que me despidan o no me paguen nada.— 

Sunmi señaló su mesa de noche, había un sobre color azul, Chungha abrió este por curiosidad. —¿Qué? ¿Llenaste todos estos papeles solo para que te den algo que se supone es obligatorio en cualquier trabajo?

—Créeme, si no entrego esto hoy, me van a despedir. 

Se podía ver la desesperación en los ojos de Sunmi. 

—Bien, lo haré, adiós. 

Chungha movió su mano de un lado a otro en forma de despedida, le dio una rápida mirada a Sooyoung y salió de la habitación escuchando la débil despedida de Sunmi. 

—Adiós Chanmi. 

Y aquella frase fue suficiente para despertar algo en ambas mujeres. 

***

El día transcurría con tranquilidad, Chungha asistió a una de sus clases de Leyes, la menos aburrida, para luego dirigirse a su centro de trabajo, curiosamente el que se encontraba frente al edificio donde Sunmi trabajaba. 

Antes de llegar al local, de su bolso sacó el sobre azul de Sunmi y, tal cual prometió, ingresó al edificio para entregarlo. Ni bien la joven ingresó al lugar sabía que sería muy difícil, todo se veía muy elegante y serio, los trabajadores tenían rostro de pocos amigos y qué decir de la recepcionista que a penas la vio ingresar ya estaba lista para llamar a los guardias. 

If That Was You [Sunmi x ChungHa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora