Tob y yo pudimos leer el diario sin derramar lágrimas, pues cada página que leíamos nos transportaba a un recuerdo alegre y divertido con Hanna pero la tormenta que había en mi volvió a aparecer cuando Tob tuvo que irse.
Mi habitación parecía un castillo de hielo, lleno de fantasmas que me devolvían a un pasado alegre, lleno de sueños y aventuras, pero que no era nada más que eso pasado.
El presente en cambio, era frio y solitario, con muchos corazones rotos, lleno de lágrimas o como me gustaba imaginarlas, gotas, gotas que caen de un cielo sin sol, un cielo sin gris, con confusión en su interior y sin esperanza en su corazón.
Aunque mirara a todas partes no había salida, Hanna se me aparecía en cada parte de la casa, podría haber salido eh ir a mis lugares favoritos de la ciudad, para así poder pensar pero sabía que ella estaría allí porque también eran sus lugares favoritos y aunque la noche se acercaba para mí no había pasado un dia, no lo había sentido así.
Ya no sentía, solo miraba mi reflejo en el espejo esperando que ella apareciera que me sonriera, que dijera que todo había sido un sueño y aunque una parte de mi tenia esperanza la otra sabía que eso no sucedería, solo esperaba mi muerte, sentada mirando lo injusta que podía llegar a ser la vida.
Sentía un vacío dentro mío, no solo en mi corazón, en todo mi ser, en mi alma, sentía como una parte de mi había desaparecido.
Escuche como tocaron la puerta, quería decir que pasarán pero mi voz no salía, mi madre entró a mi habitación con los ojos rojos e hinchados, había estado llorando lo sabía, no necesitaba verla para saberlo, me dedicó una pequeña sonrisa como pudo pero no sé la pude devolver, no tenía la suficiente fuerza.
-Denis sé que ahora no tienes cabeza para pensar en esto, en verdad nadie la tiene, pero es una decisión muy importante y debes tomarla - exclamó mi triste madre dándome tres folletos de universidades a las que habíamos pensado ir con Hanna.
-Gracias- dije, tal vez fue algo cortante pero en estos momentos no sabía que decirle, ella solo se retiró sin decir nada más, mi madre me conocía lo suficiente para saber que no quería hablar.
Mire los folletos y los aventé contra el suelo, siempre había querido ir a esas universidades claro está que eran las favoritas de Hanna y mías, no lo soporte, no podía seguir pensando en el dolor que me consumía por dentro, no tenía la cabeza para ponerme a pensar en el futuro, no sin ella.
Agarre el diario y comencé a leerlo, dejándome consumir por los sentimientos de Hanna, había una página donde mi atolondrada hermana había anotado sus metas de vida, en ese instante que noté como mi hermana había cumplido la mayoría de sus metas pero habían algunas que seguían sin tachar en la hoja.
⬜ Viajar al rededor del mundo
⬜ Estudiar en otro país
⬜ Casarme y tener una familia
⬜ Crear una obra de arte que sea reconocidaMi corazón se abrumó, mi hermana no había cumplido todas sus metas, note lo suave y hermosa que era su letra, era fina, con un trazo perfecto, dejé él diario en un costado me levanté de mi lugar, simplemente mire hacia afuera, alejándome de mi tristeza.
Hanna era luz, yo sombra, Hanna quería vivir y yo quiero morir, me di vuelta mirando el espejo, Hanna no está para cumplir sus metas, yo no sabía qué hacer con mi vida, las lágrimas se me caían, si hubiera sido yo todo sería más fácil.
-Voy a vivir la vida que ella no pudo - Me dije a mí misma con media voz y él corazón en la mano.
No podía apagar el dolor que sentía, no podía regresar el tiempo atrás, pero si podía honrar a mi hermana intentando cumplir sus sueños, debía aceptar lo que pasaba sabía que me llevaría tiempo pero estaba segura que Hanna no me querría ver como estoy ahora.
Mirándome en el espejo recordé una frase de algún libro "El camino comienza en una encrucijada. Escucha a tu corazón antes de hacer el primer movimiento, y habrás escogido el camino correcto", en mi corazón solo había un dolor enorme, no tenía condición de tomar una decisión tan importante así que mi cerebro lo tendría que hacer.
Agarre mi laptop buscando un mejor futuro, donde cumpliría los sueños de Hanna y escaparía de la realidad que tanto me abrumaba, sé que hace unos minutos había pensado que no tenía cabeza para esto pero haría cualquier cosa por Hanna.
Todo estaba pasando muy rápido, mi decisión del universidad, la muerte de Hanna, los problemas de Tob con sus padres pero lo peor es que de alguna manera me sentía culpable por todo aquello, a decir verdad veía una salida de esos problemas pero no sabía si sería capaz de enfrentar todo lo que me traería esta, tenía que ser valiente, esta vez no habría marcha atrás.
En las siguientes semanas me anoté en una universidad de España, iba a estudiar profesorado de literatura, hice un examen y lo aprobé exitosamente ganándome una media beca.
Mis padres me apoyaron aunque en el fondo sabía que no quería que me fuera, aún faltaba unas semanas para mi partida de Sao Pablo pero ya le había dicho a Tob, él se enojó mucho, cree que lo estoy abandonado, dice que jure que lo ayudaría y en cambio me estoy yendo la verdad es que no me habla desde que le dije, lo entiendo sus padres se están por separar y su hermana Emily no quiere quedarse con ninguno de ellos.
Tob obtendrá su custodia pero la verdad es que es un chico de 18 años recién comenzando la universidad, también trabaja y a todo eso le quiere sumar cuidar a una niña de 12 años que está entrando en la adolescencia.
Siempre voy a apoyar a Tob pero la verdad es que creo que es mucho que aceptar en tan poco tiempo, siento que desde que Hanna se fue ya no pertenezco a este lugar.
He ido varias veces a ver a Hanna en el cementerio, me gusta sentarme y hablarle de cosas, como si ella estuviera al lado mío escuchándome, aún no le cuento que me voy, un último adiós, me lastima saber que me voy y estaré lejos de los que amo en sus peores momentos, pero necesito despejar mi mente y además de eso voy a cumplir los sueños de ella, Hanna mi razón de vivir.
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Mi vida a través de tus ojos
Подростковая литератураTodo pasa por algo, una frase que seguro oíste muchas veces, pero no es verdad, hay cosas que pasan y no tienen explicación. Después de la muerte de Hanna nada me ataba a vivir esta vida, pero algo en mi interior decía que debía hacerlo, que debía v...