—Tienes una cita para esta noche —me informó Brynn al dejar su celular de lado —. Pasará a recogerte en la cafetería —la observé en shock.
¡Diablos! ¿Esta noche?
—P-pero... —balbuceé — no regreso al departamento hasta tarde. No estoy vestida para una cita —el pánico comenzaba a reflejarse en mi voz.
—Tampoco es que vayas a pasar mucho tiempo vestida, pero puedes pasar por mi casa y te prestaré algo —digamos que el estilo de Brynn no era para nada similar al mío —. Es eso o te olvidas de satisfacer tu deseo —bufé. Qué más daba...
—¿Por qué estamos dando por sentado que querrá tener sexo conmigo en la primera cita? Puede que sea un muchacho decente y esté buscando un tipo de conexión distinta —ella rió.
Brynn siempre estaba dos pasos adelante.
—Me encargué que su objetivo fuera el mismo que el tuyo —emitió —. Pasará a recogerte a las 7 p.m., te llevará a cenar y del resto te encargas tú —asentí.
—No veo el caso en que gaste dinero en mí. Yo sólo quiero quitarme estas intensas ganas que tengo, no cenar con alguien nuevo y forzar una conversación.
—Díselo. Estoy segura que sólo lo hace como formalidad —me incitó y se fue a atender a los clientes.
No necesitaba cambiarme de ropa siquiera. Si también su único propósito era follar, no le importaría si llevaba un vestido corto, o un pantalón de jean y sweater. Las formalidades habían quedado atrás hace tiempo. De todas formas, sí debería de arreglar un poco mi rostro. Pareciéndome a Casper no creía que fuera a excitar a nadie, especialmente a un desconocido.
Brynn me entregó los pedidos y comencé a prepararlos.
¿Acaso él sería guapo? Que importa, el objetivo era que me quitara de esta frustrante abstinencia. De no ser atractivo, podía imaginar a alguien más.
«Kai», me sugirió mi subconsciente.
Y una mierda. Él estaba muy apartado de mis pensamientos.
—Hola, Queen —la voz de Atlas me sobresaltó y casi se me cae la jarra de café frío. Alcé la vista y los tres se encontraban frente a mí. «Contrólate...» —. Iremos a los bolos por la noche, ¿quieres acompañarnos?
Apreciaba su propuesta pero nada arruinaría mi plan de esta noche. No lo permitiría.
—Lo siento, pero ya he hecho planes. Por cierto —dirigí mi mirada hacia Kai. Sus ojos marrón oscuro estaban clavados en mí y me intimidaban como nunca antes. Sólo aquello provocaba que mis piernas flaquearan como una bandera —, hoy no tendrás que llevarme a mi departamento.
Él no necesitaba saber más información de la necesaria. Se observaron entre ellos algo extrañados y continué preparando sus pedidos.
—¿Qué puede ser más divertido que ir a los bolos? —preguntó Bash y suspiré. Ellos no debían de enterarse de todo, especialmente Kai.
—Ella tendrá una cita —intervino Brynn.
Entre lo de ayer y hoy, estaba pidiendo a gritos que le quitara el título de 'mejor amiga'.
Me volteé hacia ella con expresión amenazadora y le hice seña para que se marchara. Me regresé hacia ellos y observé a Kai; su mandíbula se encontraba tensa y no me miraba.
—¿Tu hermana lo aprueba? —me preguntó Atlas y rodé los ojos.
—Sé que no aprobó que hayas amenazado a tu hermano para que tus amigos pudieran asistir a la boda —Bash y Kai se encontraban algo incómodos.
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Hasta la Última Pieza ✔️©
Teen Fiction¿Quién hubiese dicho que rechazar su beso bajo el muérdago le traería tantos problemas? Socializar estaba muy lejos de sus planes; este le daba dolor de cabeza. Sin embargo, obligada por su hermana a asistir a un evento, su más grande dolor de cabe...