Capítulo 32

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No le tomó demasiado tiempo a Namjoon darse cuenta que el Omega se arrepentía de lo que había sucedido y que probablemente todo había sido bajo el efecto de su celo. Maldijo en bajo porque aunque no lo deseaba así, se sentía mal. El aroma a caramelo de Yoongi estaba en su cama, en su ropa, en su piel... Llevó una mano a su rostro, a veces detestaba su nariz de lobo.

Decidió que no podía quedarse más tiempo en su habitación por lo que se levantó y fue a bañarse deseando quitar el aroma del Omega de su piel, sabía que tardaría unos días, porque él sería capaz de sentir hasta el aroma más suave.

Salió varios minutos después del baño y buscó entre la ropa que la sede le había regalado, escogió lo más sencillo pues solamente pensaba ir a pasear al parque para distraerse de lo que había pasado el día anterior.

Se dirigió hacia el pasillo y caminó por aquel lugar que en algún momento se le había hecho desconocido, hasta llegar al lobby. Allí ambos se encontraron, para Namjoon era imposible no darse cuenta de su presencia. Yoongi vió al pequeño lobo, pensando en cómo alejarlo o dejarle claro que aquello no iba a repetirse, pero no fue necesario, ya que el castaño se giró ignorándolo por completo y salió de la sede, caminando en dirección al parque.

Yoongi se quedó con la palabra en la boca y luego mordió su labio inferior. Tenía ganas de seguir al Alfa, ir tras él al parque o a donde se dirigiera. Sin embargo, se giró y caminó hacia la oficina, la verdad es que aún había muchos Omegas y Alfas defectuosos que rescatar.

La chica del lobby se quedó completamente confundida con lo acababa de presenciar entre aquellos dos, así que no tardó mucho en pasar el chisme con el resto del personal en la sede.

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Hoseok despertó antes que Jungkook, se quedó ido observando a su pequeño Alfa, su pareja. Ésta vez se quedaría, con una mano comenzó a acariciar el cabello negro y luego tocó suavemente las orejitas. Jungkook comenzó a moverlas incómodo y refunfuñando que se sentía cansado.

─ Yo también, tontito. ─ Susurró Hoseok, pues realmente estaba exhausto, pero Jungkook regresaría ese día a la academia y el pelirrojo no quería perder ningún segundo de él.

Pronto se verían más en la academia, pero Hoseok no sabía como aquello funcionaría entre ambos. Pues aunque en la sede todos parecían amar una pareja de Alfas, en la ciudad y en la academia no sería así. Y justamente eso era lo que el pelirrojo había temido antes de aceptar sus sentimientos por Jungkook.

El pelinegro se sentó con el ceño fruncido mientras terminaba de desperezarse. Le dolía un poco la espalda baja pues lo habían hecho prácticamente sin descanso, pero no le importaba porque Hoseok le susurró sus palabras de amor en todo momento y lo mimó.

No fue hasta que el pelirrojo se vió en el espejo del baño que se percató de la mordida en su cuello.

¿Qué?

Ojos Imperfectos |HopeKook| ◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora