capítulo XV

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El sábado una leve llovizna cubría el cielo y la neblina se hacía presente, a la tarde Dante llego a la taberna de las tres escobas después de separarse de Howard, Philip y Xander, que lo habían acompañado para asegurarse de que no llegara tarde, durante todo el trayecto los tres chicos parecían más nerviosos que aquel que si se iba a reunir con Scarlett; el chico completamente tranquilo, aunque un poco dudoso acerca de llevar unos jeans, camiseta blanca y una larga chaqueta parecida a una gabardina de tonos negros y azules, debido al frio día con el que amanecieron, su plan original era llevar uniforme, pero según Leo y Claude, sería mejor ir con ropa informal, pero ahora que estaba en la puerta de la taberna no podía volver atrás, así que simplemente entro y recorrió el lugar con la vista encontrando a Scarlett sentada frente a la barra principal.

Ese día se había puesta una camiseta roja debajo de una chaqueta corta de cuero marrón que iba a juego con un pantalón corto junto con leggins negros acompañados con unas botas de tacón bajo, se había atado una coleta al lado izquierdo del cabello con un lazo lavanda y mientras Dante se acercaba podía notar el dulce, pero ligero aroma de un perfume.

Dante se sentó en el asiento al lado de ella, inmediatamente la chica volteo a verlo, apoyando su cabeza sobre su mano, con una pose llena de elegancia y belleza, lanzándole una media sonrisa y una mirada que muchos podrían tomar por fría, pero el chico podría sentir como estaba llena curiosidad, lo miro detenidamente y con una cautivadora voz, le dijo:

-Me alegra ver que aceptaras la invitación.

-Mis compañeros me dejaron bastante en claro que solo un tonto lo rechazaría –Dante miro a los ojos a la chica, su cara carente de maquillaje estaba radiante, su belleza natural era casi sobrehumana.

-Sabía que tú no eras ningún tonto –Scarlett sonrió con amabilidad –¿Qué te apetece beber? ¿una cerveza de mantequilla?

-Prefiero el chocolate caliente, sobre todo en días como hoy.

-Qué curioso, a mi igual –Scarlett miro a la dueña de la taberna que estaba la otra punta de la taberna –dos chocolates calientes, por favor.

-Claro querida –dijo la dueña.

-Entonces –Dante apoyo su cabeza sobre su mano mientras miraba a la chica –¿de qué querías hablar?

- ¿Acaso tengo que tener una razón para hablarte?

-No... pero tus ojos hablan por ti.

-¿Así que puedes leerme a través de mis ojos?

-Mmm... –Dante se inclinó un poco para ver los ojos de la chica –puede que me tome mi tiempo.

-Siéntete libre de tomarte el tiempo que necesites –Scarlett se inclinó para ver los ojos del chico –¿Por qué ocultas tu potencial?

-Simplemente no quiero estar en el foco de atención más de lo necesario.

-Oh... un chico cauteloso, respeto eso, ¿pero no piensas que sería mejor darte a conocer para que así respeten tus habilidades?

-Y qué tal si mis habilidades sean más útiles manteniéndose en las sombras.

-Mmm... suena interesante, cuéntame más.

-Eres la gran Scarlett Da Firenze, líder implícita de la casa Slytherin, las otras casas te ven de esa forma y saben que como la líder inteligente que eres te rodeas de los mejores estudiantes, que nuestra casa pueda dar, pero ellos no se esperan que haya alguien que iguale tus capacidades y sea tan peligroso como tú, sobre todo si ese alguien es un don nadie a los ojos de la gente.

El mago anilleroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora