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Sali de la ducha, tome el vestido que iba a ponerme y me retire del baño con la intención de subirme el cierre con ayuda del espejo, ¿A quien se le ocurre ponerlo ahí y en una posición muy incómoda? David había decidido continuar con plan "Boda" porque esta mañana cuando me levante y baje a desayunar, Víctor estaba con los últimos preparativos supongo que él no está listo, pero tampoco arruinaría el momento de esta forma. A veces el amor y lo que hacen las personas por ese sentimiento me da tanta vergüenza, y asco.

Mientras luchaba con el maldito cierre que se negaba a subir por la curva de mi espalda alguien toco la puerta tres veces, el diablo, pensé, pero el aún no estaba en condiciones de subir a buscarme y llevarme al infierno.

—¿Quién? —pregunté, pero no obtuve respuesta así que me toco acercarme y abrir.

—Olivia

—Wilhemina. —respondí al instante en el que mi nombre salió de sus labios. —Necesitas algo? —pregunte con la intención de que me digiera que quiere y se marche.

—¿Tienes un momento?

—No, la verdad que no, estoy un poco ocupada.

—No creo que mi presencia afecte en algo, solo es un minuto. —ya me estaba comenzando a doler la cabeza, pero iba a insistir bastante así que quite mi cuerpo del medio y ella se adentro en mi habitación. —¿Te ayudo? —pregunto cuando miro el cierre en mi espalda así que asentí, no iba a decir que no cuando realmente necesitaba esa ayuda.

—¿Negro para un casamiento? —pregunto cuando deslizo sus fríos dedos por la tela de mi vestido, continuo hasta el cierre y lo subió rápido.

—Es un velorio. —comente, me senté en la mesa del escritorio para maquillarme, me quedaba solo media hora y debía irme al predio donde seria la ceremonia. —Tu estas muy violeta —la mire por el reflejo del espejo y ella miro su ropa, escondiendo una sonrisa

No dijo ni una sola palabra más, mientras me maquillaba sentía su mirada en mi pero no hacia falta que me girara para saber que sus ojos estaban clavados en mi espalda.

—¿Cómo te esta yendo en el trabajo? —pregunto, me gire un poco para no darle la espalda al contestar.

—Bien, agotador, pero no puedo quejarme —conteste —Estoy cómoda

—Me alegro que sea así, por un momento cuando te fuiste creí que no aguantarías estar tan lejos de tu familia

—Ya viste que sí, ¿Tu institución? —pregunte, aunque no me interesaba saber, pero para no ser tan grosera intente sacar tema de conversación. Mientras me iba hablando decidí continuar con lo ultimo que me quedaba, los labios.

—Bien, este fue un año lleno de sorpresas y buenas noticias—comento con una pequeña sonrisa —Construí una secundaria en el mismo predio que la universidad, es grande ojalá algún día puedas verla

—Oh eso es maravilloso, ¿Ya esta inaugurada?

—No, aun estoy buscando personal —comenzó a jugar con sus dedos —Comenzar una institución de nuevo es un poco complicado.

—Bueno, ojalá que encuentres

—Si...

—Ya es hora de que me vaya, no quiero llegar tarde —comente y comencé a guardar mis cosas en mi cartera, ella se levantó y entre abrió sus labios para decir algo

—¿Quieres ir conmigo? Tengo el auto abajo, no es problema llevarte —suspire profundo y gracias a dios mi madre me estaba esperando abajo. Nunca más.

—No gracias, mi madre me espera abajo

—Puedes decirle que te vas conmigo —insistió y debía ponerle un punto urgente

Más Allá De NosotrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora