Dragón Negro/DoTae

Extra 1

Yeong Juwon

El primer caso que presentó fue cuando recién comenzaba su practica como psiquiatra. Su profesor hablaba de como funcionaba el cerebro en las personas con distintas enfermedades mentales. Juwon era un alumno ejemplar que seguía al pie de la letra cada palabra de su profesor; jamás enseñó su verdadera intención. "Utilizar a pacientes para vengarse de la gente que alguna vez se burló de él" Sus intenciones siempre habían sido poder utilizar a aquellos con "mentalidad frágil".

– ¿Cómo se llama el nuevo chico que viene la próxima semana? –la enfermera miró el papel donde tenía la información de todos los pacientes.

–Lee Taeyong. Aquí dice que tiene principios de esquizofrenia, ataques de ira. También dice que es peligroso para cualquiera que intente hacerle algo, no será demasiado problema.

Juwon asintió. Al fin podría tener un conejillo de indias para su proyecto de lava cerebros.

Cuando su paciente apareció, pudo realizar su sueño.

–Por tu culpa tus padres fueron asesinados, Lee. ¿Qué harás con aquellas personas? ¿Vengaras la muerte de tu familia? –Taeyong negó, mientras lloraba.

–Jamás haría algo tan enfermo como eso, yo no tuve la culpa. Ellos me provocaron y asesinaron a mis padres solo porque tú se los dijiste... –Juwon le dio una cachetada, dejando su mejilla roja.

– ¡Ni se te ocurra desobedecer mis ordenes! –un choque eléctrico más y Taeyong perdió la conciencia.

Años más tarde, cuando él y su esposa eran nombrados dueños de aquella cárcel, Juwon decidió que Taeyong podría servirle.

–Escuché que estás saliendo con mi hijo –Juwon sorbió de su vaso, mientras miraba al chico frente a él.

– ¿Quién mierda eres tú?

–El papá de Taeyong.

Cuando fue capturado, sus ojos parecían vacíos, sin vida. Era perfecto para su siguiente nivel de lavado de cerebro. Haría tantas pruebas con aquel hombre que podría morir.

Hasta que apareció él.

Kim Dongyoung era el último en su lista de "por asesinar". El menor de los Kim. Contrató a Nakamoto Yuta para encargarse de aquella familia, sin embargo, cuando festejaba por su logro, los periódicos de todas las ciudades ponían en títulos enormes. "Niño sobrevive a accidente"

– ¡Te dije que te encargaras de todos! –el japonés se encogió de hombros–. Eres un inútil.

–Si querías un buen trabajo, debiste leer que no asesino niños.

Años más tarde, aquel niño que sobrevivió fue el causante de su muerte.

Un año después de que Kim Dongyoung quedara en libertad, intentó lavarle el cerebro a su mejor conejillo de indias.

–Ya me enteré de quien mierda eres, no pude reconocerte por tu estúpido acento de mierda y porque al parecer ya no tienes cabello. La mierda de karma es tan poderosa... –una risa maliciosa salió de aquellos finos labios–. Es mi momento de brillas, ¿no lo crees? Hijo de perra.

Cerró la puerta de la oficina, bajó las persianas y como si las luces del mundo fueran apagadas, Yeong Juwon dejó de ver.

–Nos vemos en el puto infierno, imbécil.

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