Aléjate o déjate llevar

Capitulo 175

Santiago.

Ya en la casa Tiago bajo del carro con los pedidos de las hamburguesas en la mano y entro de primero.

—Santiago espera.- dijo Eric.- Fumemos uno antes de entrar.- Eric me pasó el cigarro.

Miraba el cielo y la oscura noche nos abrazaba con su silencio.

—Se ve diferente?.- le pregunté por fin a mi amigo. El lo estaba esperando. Sabía que en cualquier momento preguntaría por ella.

—Solo un poco. Sabes que siempre Lili fue muy particular muy diferente a su estúpido primo.- respondió el serio.

Se volvió a hacer el silencio.

— No quiero que te eches siempre la culpa de todo lo que pasó. Ya Lili independientemente de lo que hiciste con ella, ya estaba metida en ese mundo...- yo lo mire.

Yo difame a Lili de prostituta cuando tome aquellas fotos el día que nos acostamos por primera vez. Pero ya ella tenía muchas cosas las cuales ocultarme. Una vida que ni yo sabía.
   
—Tampoco que te eches la culpa por lo de Luke. Ya se que es algo que no comentamos nunca. Lili siempre estuvo enamorada de ti. Y uno a veces no puede meterse en los problemas del corazón.

—Igual todo esto me hace sentir como una mierda.- hable por fin.

Mi vida en aquel entonces era un asco. Me había metido en la relación de mi amigo. Por simple diversión, había hecho una apuesta con mi peor enemigo quien creia que era mi amigo y me había enamorado de una mujer que bailaba en un bar y vendía su cuerpo de noche. Además de desenmascarar a mis padres de la basura que ya sabía que eran.

Todo justo y perfecto como anillo al dedo. Para odiar mi vida completamente vacía.

—Por eso quiero que no te pase lo mismo con Lara. He notado como la miras, como se miran. No quiero pensar que es amor, pero en cualquier momento se puede convertir en un tipo de deseo oscuro. A veces uno desea con su corazón lo prohibido y lo que sabe que le hace daño.- las sabías palabras de Eric golpearon en mi cabeza.
Desde cuándo mi amigo había analizado tanto mi vida?
No podía creer lo que estaba diciendo.
Yo nunca me sentiría atraído por Lara de esa manera. Jamas.
Tal vez si había sucedido unos besos y roces que hacian que mi cuerpo temblaba.

Pero suponía que esa era la rabia que provocaba en mi y nada más.

–Se que esto suena como una locura. Y antes de que se convierta en ese deseo. Puedes usarlo a tu favor y en contra de ella, no esperes más. No quiero que dejes que ninguna otra mujer te pisotee. Comienza a pensar en tu venganza.

Y así era. Quería llegar a Lara para conocerla a fondo y ver cómo podía derribar sus barreras pero nada mejor que ver sus debilidades y utilizarlas en su contra.

Le había dado mucha larga al asunto.