𝙈𝙔 𝙇𝙊𝙑𝙀𝙍 𝘽𝙊𝙔; 𝖩𝗈𝗌𝗁 𝖱𝗂𝖼𝗁𝖺𝗋𝖽𝗌

2. Competición

JOSH

Siento el peso de su cabeza sobre mi hombro, y se así que por fin se ha dormido. A Gala no le gusta un pelo viajar en avión. Se que le da miedo, aunque ella jamás lo admitirá. Así que me alegro de que haya podido conciliar el sueño.

Agarro la sudadera que me he quitado al subir al avión y cubro su cuerpo con ella, para luego besarle la frente y levantarme.

Volamos en un avión privado junto al resto de chicos que viajan a Bahamas con nosotros. Gala todavía no sabe cual es nuestro destinatario, pero sé que le encantará. O eso espero.

Me dirijo hacia donde, en el minibar, los chicos charlan sobre las vacaciones que nos esperan y organizan distintas actividades para hacer.

—Mira, por ahí viene el novio—exclama Noah en cuanto entro en la sala.

Siento la mirada de Anthony sobre mi, lo miro también, y me sonríe de lado. Gala y él son amigos ahora, pero se que me guarda algo de rencor. Anth insistió en que no era buena idea acompañarnos en el viaje, pero Gala solo accedería a venir si estábamos todos.

—Cierra el pico—digo golpeando el hombro de Beck mientras rio y me uno a ellos.

—¿Se ha dormido?—pregunta Blake y yo asiento—Bien, así podemos hablar de los regalos.

Comienzan a hablar de lo que cada uno le la comprado, hasta que todas las miradas me apuntan a mi, y me muerdo la lengua. No puedo hablar de los regalos que tengo para Gala, son... cosas privadas, y llevo planeando esa sorpresa desde que la conozco, prácticamente.

—Prefiero no decirlo—miro en otra dirección, y de pronto siento unos brazos que rodean mi cintura desde atrás.

—Josh... ¿podrías venir un segundo...?—sonrío al escuchar su voz, esta posee un tono que no se descifrar que intenciones tiene detrás.

—Claro, dame un momento—digo mirándola de reojo apoyada en mi hombro. Ella asiente con una sonrisa y vuelve hacia la cabina donde se encuentran los asientos—. La pequeña se ha despertado, dadme un minuto.

—Los que haga falta—me guiña un ojo Bryce, a la vez que me da un pícaro codazo.

Yo solo sonrío y me alejo del grupo hasta la cabina donde Gala me espera, cierro la puerta detrás de mi, la busco con la mirada, pero no la veo.

—¿Gala?

De pronto, siento que alguien me agarra del antebrazo, y con brutalidad me empuja hacia sí, y pone un dedo sobre mis labios antes de que pueda hablar. Es Gala.

Lentamente retira su dedo de mi boca. Estamos muy cerca. Ella mira mis labios y relame los suyos.

—¿A que juegas, Gals?—preguntó soltando una leve risa, y muerdo mi labio inferior.

Ella sonríe.

Aún siento como mi corazón se acelera cuando lo hace.

—Lo he pensado mejor. No quiero jugar—dice tratando de esquivarme. Tiro de su brazo y la pongo frente a mi de nuevo, camino y ella retrocede, hasta que su espalda choca contra la puerta que separa ambas cabinas.