Violeta Cenicienta

Cap 8: ¡Que comience la búsqueda!

Nuestro pequeño protagonista favorito se encontraba alistándose para salir de su hogar e ir directo al pueblo, cuando alguien llamó su atención.

-¡Yugi!- se dio media vuelta y sonrió a su amigo rubio.

-¡Buen día, Joey!

-¿Por qué sales tan temprano?- preguntó Joey, haciendo que Yugi suspirara con una gota de sudor estilo anime.

-Pues resulta que debido a que Anzu y Vivian no lograron cumplir con su "objetivo" durante el baile, las dos andan con una terrible depresión y ahora están más mandonas que nunca.- Yugi respondió. -¿Puedes creer que me mandaron a comprar 8 kilos de una nueva yerba China que "supuestamente" te hace adelgazar?

-¿Bromeas? ¿Y cómo demonios beber 8 kilos de una yerba va a ser que adelgaces más?- preguntó Joey, y Yugi se encogió de hombros negando con la cabeza.

-De eso ahí no tengo idea. Lo que sí sé es que tendré que regresar aquí cargando 8 kilos de yerbas yo solo.- Yugi se frustró y extendió los brazos. -¡Mou! ¡¿Cómo demonios esperan que yo cargue todo eso yo solo con el par de bracitos que tengo?!

Joey se rió rascándose la nuca, no quedándole más opciones que solo apoyar a su amigo. Después de eso Yugi se despidió y fue camino al pueblo, sin darse cuenta de los eventos que allí ocurrirían durante esa mañana.

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-¿Está todo listo para dar el anuncio?- preguntó Mahad a Odion mientras los dos iban el en carruaje real, a lo que el moreno mayor asintió.

-Tenemos todo listo para dar el anuncio.- respondió Odion.

-Bien.- Mahad asintió, para después desplomarse en su asiento con un suspiro cansado. -Aún no puedo creer que el rey le permitiera al príncipe hacer esto. ¿Acaso tiene idea de cuanto nos va a llevar hacer que cada doncel y doncella del pueblo se pruebe el collar, sin mencionar lo locos que se van a volver?- se preguntó con frustración pellizcándose en puente de la nariz, a lo que Odion le sonrió con simpatía.

-Pue en realidad esto no me sorprende tanto. Honestamente, esto suena a algo que haría Atem sin duda.- respondió Odion, y Mahad no pudo evitar devolverle la sonrisa.

-Lo sé, él siempre a sido así cuando se trata de algo que en verdad desea. Y sinceramente creo que no hay nada en este mundo que logre frenarlo.

-Jaja¡ Aún recuerdo esa vez cuando él tenía 10 años y Seto lo estaba molestando para que siguiera con sus estudios junto con sus otros maestros, y Atem terminó por poner trampas explosivas dentro de los frascos de tinta.- exclamó Odion, haciendo reir a Mahad.

-Ni lo menciones, el rey estuvo furioso después de eso, y ni se diga de Seto. Tuvo que estar castigado un mes en la biblioteca haciendo ensayos escritos por orden se su padre.- dijo Mahad.

-Y luego se arrepintieron al ver que eso lo volvió todavía peor.- terminó de contar Odion, y ambos se sumergieron en y mar de risas al recordar las diversas "aventuras" que su príncipe había tenido en el pasado.

-Solo espero que con este chico, él logre calmar un poco esa hiperactividad.- admitió Odion.

-Pues en mi opinión, creo que en lugar de apaciguarla, lo que va a lograr es que toda ese lado hiperactivo suyo se vuelva incesantemente sobreprotector.- exclamó Mahad, y ambos no pudieron estar más de acuerdo con eso.

Al llegar al pueblo ambos bajaron del carruaje, con toda la gente observándolos alrededor al ver a un par de miembros de la corte real del palacio, preguntándose qué era lo que podrían estar haciendo allí, todos menos un chibi tricolor que estaba tan concentrado en sus pensamientos que los pasó de largo, pero no sin antes de que Mahad lo notara por el rabillo del ojo y se volteara para ver su espalda alejarse.