Cuando logré despertar, sentí un dolor punzante taladrar mis sienes, gruñí porque tenía tiempo de no emborracharme así y tomé torpemente mi celular, el cual se encontraba sobre la mesita al lado de la cama, para ver la hora. Sin embargo, y luego de ver que pasaban de las doce del medio día, me tensé al tener breves recuerdos de la noche anterior.
—Mierda, Harry, maldito imbécil...
Murmuré para mi, mientras me sentaba sobre la cama, percatándome de mi desnudes, y que la mujer con la cual me había acostado la noche anterior, no se encontraba a mi lado. Recorrí el cuarto con la mirada antes de percatarme de su esbelta figura saliendo del baño. Fruncí el ceño al notar que ya estaba completamente vestida y lista para marcharse, me sorprendió el hecho de que hiciera todo este asunto de una noche tan... sencillo.
Me recriminé una vez más el no haberme comportado como un hombre con modales, y decidí atraer nuevamente su atención cuando se sentó sobre el sofá para terminar de abrochar sus zapatos.
—Samantha...
—No—su tajante negación me hizo alzar las cejas con un deje de sorpresa. —Sé lo que vas a decir, ya me voy.
Fruncí el ceño nuevamente y aparté la mirada sin saber qué decir.
Si bien era cierto que ella despertaba ciertas emociones en mi... emociones que no tenía ni idea que aun existieran a pesar de los años sin vernos, no estaba ni remotamente cerca de querer empezar una nueva relación, su reacción tampoco era la que me esperaba, la verdad es que me sentía sumamente confundido. Samantha no parecía la clase de mujer de una noche, no es que estuviera mal, muchas mujeres estaban mejor así, pero simplemente no... lo parecía. Su manera de actuar me confundía, mis sentimientos me confundían, nada estaba claro para mi, mucho menos con el dolor punzante en mi cabeza. A resumidas cuentas, era un maldito desastre.
Sacudí mi cabello con frustración.
Volví a mirarla y comprendí por qué había caído tan rápido por ella la noche anterior, era muy hermosa. Para mi sorpresa, sostuvo mi mirada en cuanto me atrapó observándola, y lejos de sentirme avergonzado, me quedé analizando su rostro unos instantes más antes de decirle algo.
—No—pronuncié tajante, logrando que alzara una ceja. Pasé saliva incómodo. Tampoco quería que se fuera enfadada, no era un bestia para correrla. —Definitivamente tu no sabes lo que pienso, a menos claro, que seas una clarividente—me crucé de brazos, tratando de mantener una postura más firme. —¿Lo eres?—la piqué, luego de darme cuenta que no parecía tener intenciones de responder.
—No es como si fuera necesario serlo, no es difícil adivinarlo.
—¿Por qué?
—Porque eres hombre, y porque sé lo que significa una noche de únicamente sexo para ustedes, no hace falta que me digas nada.
ESTÁS LEYENDO
Sorpresa Agridulce Libro II
FanficHarry, es un hombre de negocios apegado a su familia y con buenos principios, el cual cree tener la vida resuelta. Cuando un día llega una carta de invitación para una fiesta de reencuentro con sus antiguos compañeros de secundaria, no puede evit...