—¿Harry? ¿Qué sucede?
—Hola, Mich—suspiré mientras me encaminaba hacia la mesa que previamente había ocupado con Samantha. Hasta se me habían quitado las ganas de tomar te. —¿Cómo va el viaje?
—Pues todo está muy bien, pero ¿qué ocurre?
—¿Puedes hablar?
—Sí espera, ¿Will? —escuché cómo apartó un poco su celular para hablarle a su prometido. —Es Harry, estaré en la terraza cariño, ¿de acuerdo? —logré alcanzar a oír una afirmación, y luego de un par de ruidos más (suponía que se dirigía al lugar que le había dicho), volvió a acercarse el auricular. —Ahora sí, podemos hablar tranquilamente, ¿qué ocurre?
—Primero debes prometerme que no me vas a regañar, todo lo que pienses decirme ya me lo he dicho yo millones de veces.
Un suspiro fue su respuesta.
—¿Tan grave es?
—Ya lo decidirás tu.
Después de eso, proseguí a contarle todo. O bueno, casi todo, había saltado la parte en la que tenía sentimientos por ella en el pasado. Por lo que una vez terminada la historia, la línea se quedó en silencio por unos instantes.
—Harry lo que acabas de contarme es...
—Lo sé—pasé una mano por mi rostro con cansancio. —Pero he hecho bien, ¿cierto? Es decir, esto de hacerme cargo y escuchar a Dylan sobre los pasos pequeños.
—Claro que sí, es un comienzo para enmendar las malas decisiones de un principio. Pero Harry... —ella titubeó. —¿Tu familia aún no lo sabe?
—Por supuesto que no—gruñí. —Pronto será la boda de Harriet y no quiero arruinarla.
—Dios mío, Harry, un hijo. Yo... no sé qué decir.
—Aparte de que soy un reverendo imbécil por haberme negado a él en un principio, puedes ahorrarte el discurso.
—No, cariño. Sé que no estás pasando por un buen momento, ¿recuerdas aquella vez que me acompañaste a visitar a los primos de William?
—Ugh, no me lo recuerdes—golpeé mi frente escuchándola reír.
—Casi dejas caer al bebé por el susto que te pegó al llorar.
—En mi defensa, ese pequeño gorila un momento estaba tranquilo, y al siguiente soltaba unas lágrimas y pegaba unos gritos como si le hubiese hecho algo.
—Nunca te había visto tan pálido en mi vida.
—No me gustan los bebés—murmuré, provocando que la línea se quedara en silencio, por unos breves instantes, una vez más.
—Necesitas contarle a tu familia.
—Lo haré.
—No sería bueno que se enteraran por otra persona que no seas tu.
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Sorpresa Agridulce Libro II
FanfictionHarry, es un hombre de negocios apegado a su familia y con buenos principios, el cual cree tener la vida resuelta. Cuando un día llega una carta de invitación para una fiesta de reencuentro con sus antiguos compañeros de secundaria, no puede evit...