Capitulo 2: Noche de chicas.

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Capítulo 2:

Era sábado en la mañana, me desperté solo por el sonido de eructo proveniente de mi celular, lo que significaba... Si, de eructo, el responsable de eso fue Justin, la persona mas fina del mundo. Recibí ese mensaje a las 06:22 a.m. El mensaje era de la Maddison magnifica arruina sábados de despertarse hasta las 11:30 a.m Smith, jure que si no era nada bueno iba a quemarle su hermoso largo y rubio cabello. El mensaje decía:

Maddie Sexy Smith: ¡Oye, nena! 

Tenia urgentemente dejar de permitir que mis amigos agarraran mi celular. Estaba a punto de entrar en el chat para responder, pero el eructo volvió a sonar.

Maddie Sexy Smith: Hey, Brooke. Responde, me congelo.

Yo: ¿Que demonios quieres? Son las... 

Mire el reloj de mi mesita de noche... ¡Dios, ¿que estaba mal con ella?!

Yo: ¡06:47 a.m! Maddison, eres una salvaje.

Esa chica iba a quedarse calva. 

Maddie Sexy Smith: ¡Que me abras, idiota! Llevo horas esperando aquí abajo. 

Maddie Sexy Smith: Y no hay manera que respondas el maldito teléfono.

Mire la pantalla principal: "16 llamadas perdidas de: Maddie Sexy Smith" y "7 nuevos mensajes de voz de: Maddie Sexy Smith"  Vi las llamadas perdidas y la primera fue a las 06:15 a.m. ¡Jesús! Esa chica estaba loca. Me levante de la comodidad y calor de mi cama. Me puse los zapatos que estaban mas cerca, agarre mi suéter del gancho de atrás de mi puerta y baje las gradas cuidadosamente de no hacer ruido para no despertar a nadie. Atravesé la sala como si fuese un campo de guerra lleno de bombas que con el mas mínimo roce podían explotar. ¿Exagerada? ¿Dónde? Antes de llegar a la puerta me gire y sonreí orgullosa de no haber topado con nada. Pero claro nada es perfecto, o yo estoy muy tonta, justo cuando estaba junto a la puerta patee la mesa donde se ponían las llaves e hice un gran estruendo. Me gruñí a mi misma. Puse la mano en la chapa de la puerta la gire, la abrí y claro que la muy zorra de la puerta decidió rechinar las bisagras con todas sus fuerzas. 

- Oye, que mala mejor amiga eres.- Dijo Maddie cuando me vio. 

- No me digas. Hablo la chica que despierta a las personas a las seis de la mañana de un sábado. -Me sonrió con inocencia. Ella se dirigió hacia la cocina y abrió el refrigerador, como Juan por su casa.- Hey, por cierto, ¿desde que hora estas aquí? ¿A que hora despertaste?

Ella agarro un vasito de yogur y se sentó en la mesa de la cocina. Literalmente, planto su trasero en la mesa. De la cocina. Donde todos ponen comida. Yo agarre una botella de jugo de manzana. Mi favorito. El cual, por cierto, bebo todos los fines de semana cuando me levanto.

- Estuve esperando que levantaras tu culo de la cama desde las seis en punto. -Dijo tranquilamente. Luego vio hacia el techo y puso un dedo en su barbilla.- Mmm... ¿05:30?

Lo que dijo hizo que casi muera ahogada con el jugo.- ¿Que? -Dije alargando la "e" y agudando la voz. ¿Esa palabra existe? No lo se.- A ver, responde algo.

- Pregunta, eres libre como una bella paloma en la pradera. -La mire diciendo "¿Que demonios te pico?" con la mirada.- Pero sin lo de "bella". -Ella se encogió de hombros. Y yo levante la ceja con intenciones desafiantes.- Como sea, pregunta.

- Okay. -Alargando la "a".- En primer lugar: ¿Quien en su sano juicio se despierta a las cinco de la mañana de un sábado? Y en segundo lugar: ¿Por que estas aquí? Digo, tan temprano.

- Es el segundo sábado del mes, duh. -Dijo ella obvia.

- Oh, claro.

- Mmhm. -Dijo Maddie distraída, absorta en su yogur de vainilla con frambuesas.

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