19.2 Acosadores

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19.2 Acosadores

De los que asustan

Temari entró por la puerta sin anunciarse, se quitó los zapatos y pasó sigilosamente hacia el comedor donde dejó las dos bolsas que cargaba.

Shikamaru salió del baño cubierto con una toalla, se saludaron con un ligero asentimiento de cabeza y luego él fue a su habitación a cambiarse. Temari comenzó a guardar las compras en el refrigerador.

Shikamaru salió de su habitación y dejó sobre la barra de la cocina cuatro cartas iguales, una por semana. Temari no las abrió, sabía que decían y ya estaba harta de recibirla. Sasuke había recibido cuatro iguales también.

—¿Nada nuevo? —preguntó Temari, irritada. Shikamaru negó—. ¿Noticias de Erwin?

—Nada desde la semana pasada, pero no importa, mejor así. Las malas noticias viajan rápido. Seguro encontró como divertirse en Yokoma.

Temari asintió, revisó las cartas rápidamente y las devolvió a Shikamaru, su relación no había mejorado significativamente pero tampoco había ido a peor. Estaban juntos, apoyándose en modo automático.

Aunque ella no le había perdonado la mentira, se cuidan la espalda de forma mecánica, seguros de que no sabrían qué hacer si uno dejara de hacerlo.

Temari se sentó en el sofá, preguntándose por milésima vez si Shikamaru tendría los pantalones de comenzar la conversación. Shikamaru se sentó en el sofá frente a ella y guardaron silencio.

—¿Jamás vas a perdonarme? —preguntó él de pronto, sorprendiendo a Temari y a él mismo por haber encontrado el valor.

Pero la pregunta le dio, al fin, la entrada que ella necesitaba. Lo miró fijamente—. Me mentiste —dijo ella.

—Yo te dije que no quería ir. Tú me arrastraste ahí sin que yo te lo pidiera.

—No me vengas con eso Shikamaru —gritó Temari levantándose del sofá—. ¡Tenías que ir!

—¡Yo no te lleve a la fuerza! —gritó él, frustrado.

—¿A no? Yo tampoco te pedí ir ¡Es lo mismo! —gritó ella.

Shikamaru se levantó del sofá—. ¡No es lo mismo! ¡Yo lo estaba manejando perfectamente bien!

Temari frunció el ceño—. Solo porque todos te estaban cubriendo, sí se hubiera enterado Hiroshi o el director en turno te habrían despedido de inmediato.

Shikamaru apretó los puños—. ¿A mí, me hubieran despedido? ¡A mí! —Shikamaru sonrió— ¿A mí? ¿A la única persona que se la pasa limpiando los desastres de todos? "Por favor desaparece" "Que esto no salga a la luz" "Busca evidencias para contraatacar a Fujiko" "Ayuda a Gaara" Todos han hecho cosas peores que yo ¿Cómo te atreves?

Temari frunció el ceño—. Nadie te pidió que hicieras eso, tú solo...

—¡Yo solo! —gritó Shikamaru—. ¡Siempre soy yo, siempre! A ti, a Gaara, a Sasuke, a Naruto, yo me encargo de todo. ¡Solo bebo para relajarme un rato!

Temari enfureció—. ¡Tu estúpido método de relajación casi mata a alguien! ¡Necesitas ayuda!

Shikamaru caminó hacia ella, pateando con fuerza la pequeña mesita de centro— ¿Yo necesito ayuda? ¡Si yo soy quien ayuda a todos!

—¡Shikamaru!

—¡Temari!

Temari estaba por responder cuando el timbre les hizo callar de repente. Furioso, Shikamaru se dirigió a la puerta y haciendo uso de todos sus dotes actorales sonrió con amabilidad al portero que le llevaba la correspondencia e incluso bromeó con él antes de cerrar la puerta y volver a la estancia, donde Temari acomodaba la mesa de centro.

Detrás de CámarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora