NO LO PUDE EVITAR

Capitulo 12: Arrepentimiento *Parte 2*

NT/A: Asi me imagino a Hiroshi, nuestro amado Hiroshi. 

RYUK

Lo último que dijo, lo dijo en un susurro, tanto así que no pude escuchar. Ya nada importaba, Akira me engaño y yo le demostré el dolor que siente mi corazón a través de un contacto físico. Me sentía extraño, como si aquel vacío que tenía antes de conocerlo volviera a su sitio, como si me estuviera consumiendo, como si Akira…,  ya no me quisiera.

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Los rayos de sol que se adentraban por entre las cortinas, daban en mis ojos provocando que los abriera. Un pestañeo y luego otro para así acostumbrarme a la luz y recordar lo que había pasado el día anterior.

Los recuerdos venían como si fueran dagas directas a mi pecho, donde un dolor innombrable se hacía presente con cada imagen de lo que sucedió en la noche anterior. Me sentía horrible por haberle causado dolor a Aki, pero una vos en mi cabeza se encargaba de decirme que se lo tenía merecido por haberme engañado primero; y como si esa voz supiera todo, me deje cegar por ella.

Mire a mi alrededor, pero Akira no estaba por ningún lado.

Ahora solo quedaba alistarme para ir  al instituto. Una vez ya listo, baje para desayunar, pero cuando entre a la cocina el apetito se me fue al recordar la vez que le prepare el desayuno a Akira, sin nada más que hacer, cogí las llaves de mi auto y me encamine al instituto.

Aún era temprano cuando llegue, así que estacione el auto y fui a la parte más alejada de la entrada. Habían muy pocos estudiantes y cuando me veían pasar una sonrisa se formaba en sus rostros, yo les correspondí con una sonrisa; pero fue más una mueca que hice con los labios. No me encontraba de humor para nada, a lo lejos divise un árbol y me recosté en el tronco bajo su sombra y cerré los ojos echando la cabeza hacia atrás soltando un suspiro. A pesar de que esa voz me decía todo aquello, mi subconsciente me decía que lo que había hecho estaba mal y que debía arrepentirme; pero esa voz tenía más poder sobre lo que decía la otra. Era como si de un diablillo y un angelito estuvieran parados en mis hombros en miniaturas y fueran ellos los que me susurraban, pero al parecer la voz aquel diablillo era más fuerte que la del angelito.

No muy lejos pero tampoco muy cerca pude ver a un chico que se podía decir que era un poco más alto que yo, con cabello negro y se le notaba que tenía buen cuerpo. Me quede un rato mirándolo, pero no me di cuenta en que momento él también me estaba mirando, pero su mirada era extraña; como si yo fuera un ¿estorbo? Una ¿molestia?, bueno no lo sabia, pero tampoco me importaba.

Después de unos segundos de solo miradas aquel chico se fue, me pareció absurdo que me mirara así, yo no le conocía y mucho menos le había hecho algo. Deje de pensar en lo sucedido hace solo segundos y me deje llevar por una oleada de pensamientos volviendo a cerrar los ojos, tratando de escuchar los susurros en mi cabeza para saber quién tenía la razón.

HIROSHI.

Un día como cualquier otro… pero para mí, fue el día en que vi a la persona más hermosa sobre la faz de la tierra. Cabello blanco plateado, piel blanca y tersa a la vista, labios rosados, un cuerpo pequeño, delgado y frágil y esos ojos que llamaron mi atención; todo de el hizo que algo en mi frio corazón diese un brinco, sabiendo lo que significaba.

Solo estuve enamorado dos veces. Una vez me enamore de la mujer más hermosa, amable y cariñosa que pudo existir. Mi madre.

Esa mujer que me dio a luz y cuido de mi hasta en sus últimos momentos, fue la mujer que me brindo amor y felicidad; siempre estuvo a mi lado, viéndome crecer y cuidando de mí.