Capítulo dedicado a mi papá ♥
Llegar a Lincoln no fue tan malo como hubiese pensado en otro momento. Me emocioné al ver el cartel con aquel coso de carnaval, vaya a saber uno cómo se llamaba y mientras avanzabamos por las calles en aquel auto que nos llevaba a mi casa me di cuenta que me gustaba ese lugar. Era mi lugar. Había nacido en esas calles y había disfrutado como una niña cada uno de los pequeños lugarcitos que me daban vida. Desde la plaza, la heladería, hasta los pequeños bancos en las esquinas y las vecinas curiosas. Era una ciudad y era mía. La apreciaba con sus cosas. Con la gente emocionada por el carnaval, la alegría del verano y las personas más hogareñas de lo habitual. Era un lugar, mi lugar y ya no quería dejarlo.
Eso me hizo pensar que no quería irme, que no iba a hacerlo. Llamé a mi editora y le dije que iba a volver a Nueva York para darle el manuscrito y para todo lo que necesitara de mi, pero iba a volver. Sabía que el mundo editorial estaba en su peor momento, que me iba a costar mucho llegar a las editoriales pero lo iba a intentar. Quería contar una historia Argentina, quería mostrar mi amor por ese país del que escapé llorando y sintiéndose incomprendida. Tenía que cerrar un capítulo y empezar uno nuevo. Un libro nuevo, uno completamente diferente al de la chica que había dejado atrás.
Y para hacer eso, había cosas que debía empezar a cerrar.
Fui a la casa de Laura al día siguiente de mi llegada, con una caja de alfajores Havanna (digna de la costa) y una mirada de perrito abandonado. No podía seguir ignorando que había abandonado a mi amiga y que me estaba comportando muy mal si creía que podía olvidarla. Laura había sido mi pilar cuando más lo necesitaba y tenía que volver con ella. No existía otra Laura, no había en mi mundo otra chica como ella.
—Sé que me estuve portando muy mal con vos desde que llegué... y tengo toda la culpa de eso.
—No, Shirley, yo también fui una boluda —me decía impidiendome hablar y haciéndome reír un poco al comprender que estábamos tratando de amigarnos de cualquier manera. Creo que llegaba un punto en donde la amistad importaba más que los errores cometidos y habíamos sido amigas por demasiado tiempo para ignorar nuestros sentimientos—. Me puse muy celosa al verte con esas idiotas y no me di la oportunidad de perdonarlas como vos hiciste.
—Al principio no las perdoné y solo estaba con ellas porque no me quedaba otra, pero... pero son buenas personas. Tienen mil defectos, tienen problemas y conflictos, pero sé que son buenas personas —le expliqué mientras tomábamos mate con su perro golpeándonos los pies con su cola dorada. Estaba tan emocionado como nosotras por habernos amigado o tratando de hacerlo—. No te niego que fueron unas forras cuando nosotras íbamos a la secundaria, pero no podemos quedarnos para siempre con ese recuerdo. Éramos diferentes en ese momento, Lau, ya no somos esas chicas que llorabamos por bullying. Eres una mujer hecha y derecha, yo conseguí mis sueños y ya nada debería detenernos. No podemos seguir en el pasado.
—Es más fácil para vos...
—Lo sé, pero quiero que te des la oportunidad de conocerlas —le pedí buscando su mirada y tomando una de sus manos. Quería explicar mis sentimientos y que ella comprendiera que sentía yo por mis nuevas amigas. Porque, sí, eran mis amigas—. Son personas como vos y yo, que tienen miedos, inseguridades, problemas de identidad, problemas en casa... y yo sé que ellas te van a aceptar.
Había logrado que Yanina invitara a Laura al casamiento y a la despedida de soltera. Lo más gracioso es que la rubia no había tenido problema en invitarla cuando se lo propuse al llamarla. Pensé que iba a decir que no quería una discapacitada en su casamiento, como decía cuando era más chica, pero la rubia me dijo que había querido invitarla.
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El karma de Shirley [YA EN LIBRERIAS]
ChickLitEN LIBRERIAS CON LA EDITORIAL MIRIFICAS. Cuando Shirley tenía nueve años creó su primer escrito para un taller de literatura que la haría aprobar el año. En ese cuento, creó un personaje basado en su persona, enamorada de su compañero de colegio Ju...