Capitulo 176

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Lara.

Era un día de universidad como cualquier otro. Necesitaba una salida de chicas para renovarme.

Después de estos dos días. Mi ex no me volvió a llamar y Santiago solo me ignoro después de lo de la moto.

Mejor para todos. Y sobre todo para mí.

Todo siguió su transcurso normal en la mañana y en la tarde no cambio mucho con el trabajo.

Al llegar me tope con un Santiago rodeado de puras mujeres. Todas las mujeres de la empresa estaban locas por el. Puse mis ojos en blanco.

–El de verdad que no cambia.- me dijo Luke quien apareció de su oficina.

–Definitivamente.- voltee y me tope con un Luke más guapo que los anteriores días.

Su cabello revuelto y sus ojos que me llevaban a otro lugar.

–Quieres ir por un café más tarde?.- me preguntó.

Me puse nerviosa. Pero no deje que lo notará.

–Claro.- Luke me pico el ojo y volvió a entrar a su oficina.

–No entiendo el empeño tuyo de entrometerte en todo lo que me rodea.- Santiago me rozó el brazo y me hizo voltear.

–Que egocéntrico eres. Pensando que todo tiene que ver contigo.- me devoró con sus ojos azules.

Me cuerpo vibraba bajo esa mirada. No entendía el porque.

Esta vez, raramente no hizo lo de siempre como en muchos otros momentos dónde me retaba con su mirada.

Solo sonrió y siguió caminando.

Que mosca le había picado?

Este no era el Santiago que conocía.

En la oficina el inmaduro siguió en silencio.
Y yo le seguí el juego. Después de ignorarnos toda la mañana. Tal vez este era el momento de seguir haciéndolo.

Me quite los lentes un momento y me estire. Ya casi era la hora del descanso para ir por el café con Luke.

Saque un pequeño espejo que tenía en la cartera y me mire. No podía cambiar mi reflejo ni verme mejor. Ya lo que veía, es lo que era.

Así algún día me tendrían que querer. Tampoco me afectaba.

Del otro lado de la mesa estaba un Santiago curioso mirándome.

–Desde cuando te interesa tu aspecto?.- pregunto.

Lo ignore.

–Siempre estás pendiente de lo que hago?- pregunté molesta.

–De verdad. Es lo que menos me interesa.- Salió de la oficina.

Este de verdad le había picado un bicho raro. Estúpido inmaduro. Era la segunda vez que me dejaba con la palabra en la boca.

Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora