Parte 1

459 50 7
                                    

1

Había dos mosquitos hembras que tenían mil bebés cada una.

Los mosquigonistas de esta historia son dos de esos miles de bebés.

Debido a la profunda amistad entre las dos madres, los huevos de estos dos mosquitos terminaron uno al lado del otro.

Los pequeños huevos albergaban dos vidas diminutas, dos pares de respiración y latido.

Todavía estaban dormidos.

Se oscureció y un huevo de repente mostró signos de movimiento.

El pequeño en el interior se estiró hasta el cielo.

Él dijo, "Mamá". Fue la primera palabra que pronunció en este mundo.

Pero poco sabía el mosquito, su madre ya había muerto bajo la palma de un humano.

Los humanos tenían sus penas humanas, y estas no eran más que las pequeñas penas de un mosquito.

Entonces, el huevo al lado comenzó a moverse también. El leve bamboleo no fue visible para nadie, después de todo, él era simplemente demasiado pequeño.

Él dijo: "¿Mamá?" Esta fue su primera palabra y su respuesta para el otro en su primera conversación.

Este es el comienzo de nuestra historia. 4 de junio de 2006.

Mosquito A saludó, "Hola ... ¿eres como yo?"

Mosquito B respondió: "Sí ... somos iguales"

Eran iguales, viviendo en una casita flotando sobre el agua.

Mosquito A dijo: "¡Qué lindo ... somos iguales!"

Mosquito B respondió: "Sí ... ¿cómo te llamas?"

"¿Nombre? ¿Qué es eso?"

"Erm ... es lo que usas para llamar a alguien. ¿No te lo dijo tu mamá? "

"¿Eh? No lo sé."

Mosquito A no tenía un IQ elevado.

Mosquito B dijo, "Entonces te llamaré Milk Monster."

Mosquito A preguntó, perplejo, "¿Milk Monster? ¿Qué?"

"¡Es una especie de monstruo, duh! Dado que tu coeficiente intelectual es demasiado bajo, no cuentas como mosquito; eres un pequeño monstruo", explicó Mosquito B con seriedad. Entonces pensó en algo. "Espera, ¿has visto un monstruo antes?"

Mosquito A dijo, abatido: "No ... nunca he salido ..."

"¡Idiota! Yo tampoco. ¡Todavía estamos dentro del huevo! En serio, ¿por qué tu mamá no te ha dado ninguna educación prenatal? "

"Educación pre... ¿qué?"

"Bueno, bueno. Serás Milk Monster a partir de ahora, ¿me escuchaste?"

"Oh...¿y qué hay de tí?"

"Llamame Watermelon."

"Waterme...¿Qué?"

"¡Dios mio, eres un mosquito estúpido! ¡Ve a dormir!"

Así, las leves ondulaciones del agua desaparecieron gradualmente.

El silencio fue un poco aterrador.

El pequeño Milk Monster comenzó a preguntarse: ¿Dónde está mi mamá? ¿Y por qué no me dio educación prenatal?

2

Siempre fue más difícil dormirse pensando en tu mamá que contando los mosquitos. Así, al día siguiente, Milk Monster se encontraba aún somnoliento cuando Watermelon dió una brillante y alegre llamada matutina.

La historia de dos mosquitos machos ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora