Amarte A Mi Manera |1|

C:6 Confesar

Niall

Me sentía desganado, triste.

Hace algunos días atrás Liam, me conto que los padres de Zayn no aceptaban que su hijo amara a otro chico. Esa conversación se mantuvo en mi mente y me recordó a la última vez que vi a mis padres. Ellos al igual que los padres de Zayn, creían que los homosexuales eran un error, algo fuera de lo normal, unos enfermos.

Tuve que crecer con esas ideas en mi cabeza sin realmente estar de acuerdo con ellos. Pero a medida que el tiempo iba pasando, me di cuenta de que me convertí en lo que siempre mis padres odiaron, bueno en realidad nací así. ¿Era mi culpa? Yo no podía obligar a mi corazón a sentir amor por una chica. Varias veces intente salir con una joven y amarla, porque según mis padres eso era lo normal, pero nunca funcionó conmigo.

Aun no terminaba de comprender que había de malo en amar a alguien de mí mismo género, ¿qué era lo diferente? ¿Por qué amar a una chica era lo correcto y amar a un chico era un pecado?

Lo oculté por muchos años, calle durante mucho tiempo mis verdaderos sentimientos solo para complacer a mis padres, tuve que soportar sus comentarios dolorosos acerca de los homosexuales, siendo yo uno. Ellos rompieron mi corazón más de una vez, pero nada me dolió más que cuando lo descubrieron.

Yo amaba a una persona que me exigía más de lo que podía darle, él solo me quería para no estar solo. Yo quise dejar ese ambiente toxico y lo hice. Lo deje y él se vengó de la peor manera. Fue con mis padres y les dijo que yo soy gay.

Cuando llegué ese día a casa el mundo se rompió en mil pedazos, apenas puse un pie en el que solía ser mi hogar, mi padre se lanzó a golpearme y mi madre, mi amada madre, me observaba con decepción y asco en su mirada, eso dolió más que los golpes de mi padre.

Sin dejarme hablar ellos me dieron mis cosas y me desecharon en un orfanato. Sin importarles lo que pasara conmigo. Y a pesar de que han pasado tres años de ello, aun no lo he podido olvidar. Tan solo tenía catorce años cuando aquello paso, pero ahora a mis diecisiete soy un joven libre que sabe quién es.

Y aun así a veces tengo dudas, ¿está bien ser como soy? Me pregunto. Quizás no hubiera perdido a mi familia de no ser gay, pero también pienso que ellos me perdieron a mí, no yo a ellos. Prefiero ser quien soy y rodearme de personas que me acepten por ser yo antes que vivir infeliz y con personas que solo me quieren por ser como ellos creen que esta bien.

Me abrazo a mí mismo sintiendo mis mejillas mojarse con mis lágrimas. Antes bloqueaba esos recuerdos y eso me hacía sentir seguro, pero ahora que volvían a mí, me sentía débil, indefenso. Odiaba sentirme de esa forma. Me había jurado olvidar mi pasado y todo el dolor, pero ahí estaba, sintiéndome miserable.

Como si leyera mis pensamientos mi celular suena, sonrió un poco al leer el nombre de Shawn.

—Hola, Ni. ¿Ya estas cerca? —pregunta y ahí es cuando recuerdo que debíamos vernos.

—Hola, Shawn. Lo siento —murmuro apenado—. No estaba consciente de la hora, enseguida voy para allá —aseguro mientras comienzo a buscar la ropa que usare.

—No te preocupes. Te espero.

Me cambio rápidamente y voy hacia el espejo, Me veo horrible, tengo unas grandes ojeras y mis ojos están hinchados. Suspiro y tomo mi chaqueta para luego salir de la casa.

Shawn

Tengo tantos nervios que no puedo siquiera mantenerme de pie. Hoy es el día, finalmente me decidí a decirle a Niall lo que siento por él. Quizás es algo precipitado, pero siento que si no lo digo me ahogare.