C A P Í T U L O │3│
AYLEEH MAYER
― ¿Estás bien? ―preguntó mi Cam en un susurro.
―No. Pero irme no es opción así que toca soportarlo ―admití.
Camila tomó mi mano y sonrío, ambas nos mantuvimos en silencio incluso cuando la cena empezó y ocupamos nuestros asientos en el gran comedor, de vez en cuando mis tíos y Monica hacían preguntas directas hacia mi o hacia Cam sobre el colegio, respondíamos, luego ellos volvían a sus conversaciones de adultos, mis primas más pequeñas mantenían sus cosas en susurros divertidos y por un momento desee volver a tener su edad, cuando todo era fácil.
Mi mirada fue de inmediato a la persona que estaba generando la tensión en mi cuello y lo encontré charlando con Liam, él estaba bien con todos menos conmigo, incluso vi cuando se acercó a Cami para saludarla y compartieron algunas palabras cuando a mi me ignoraba.
¿Por qué tiene que ser tan terco?
La cena terminó, a media noche todos pasamos a la terraza en el jardín donde estaban todos los regalos y empezamos a abrirlos deseando feliz navidad.
No recibí mas que suéteres feos, Cam igual y me alegré al saber que los regalos de mis primos los escogí yo y eran calcetines, no pude evitar reírme cuando vi sus caras al abrirlos, por primera vez, los gemelos del mal no recibieron un teléfono último modelo o algún viaje.
Estábamos todos sentados asando bombones cuando Liam decidió ponerse de pié y hablar.
―Eh...reo que yo me retiro.
― ¿y a dónde se supone que vas? ―su madre protestó.
―Un amigo de la universidad me invitó a la inauguración del club de su familia ―se defendió dando de hombros.
Tía Samantha, hermana de papá, volvió su mirada hacia su marido buscando apoyo de parte de él pero no lo encontró y en vista de que Liam no estaba pidiendo permiso ella no dijo nada dándole lugar a él.
―Ya estuve con ustedes en la cena creo que es justo que me vaya a divertir un rato, no les molesta ¿cierto, tío Elliot?
¡Oh! buen punto. Liam acababa de demostrar quién es el inteligente de la familia; Mi padre acaba de recibir autoridad por su parte y no va a negarse, ¡madre santa! Quería a Liam como mi maestro.
―Bueno ―dijo mi padre haciendo una pausa y dando un recorrido panorámico observando a todos los presentes, pero ignoró los ojos saltones de su hermana―, creo que el muchacho tiene derecho a divertirse un poco.
Oh Dios, Liam merecía una ovación, ¡Se estaba escapando de una reunión familiar!
Lo que yo no sabía, era que Camila y yo también lo haríamos, ¿La razón? Simple: unos gemelos fastidiosos que alegaron que también merecían salir.
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AL CAER LA ÚLTIMA HOJA
Teen FictionEl primer amor. Mejor dicho, el primer amor >unilateral< No era mas que una niña cuando su estomago emitió esa horrible señal de aleteo constante, cuando en su corazón se quedó grabado un nombre y al cerrar los ojos en su mente había un solo rostro...