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Narrador Omnisciente

Los pies de Hazel se movían nerviosamente hacía la puerta esperando una reacción malhumorada y altanera por parte de la chica.

Una gran mancha negra se acercó peligrosamente a Hazel y se abalanzó sobre su espalda golpeándolo una y otra vez.

Diego estaba molesto, quería justicia para su amada; pero lo que el no notaba era que la ira lo cegaba y definitivamente no tendría oportunidad.

-¡¿Nadie va a hacer nada?!-preguntó Hazel entre gritos y quejidos, aún que Diego no era un gran problema para él, le parecía molesto

La diversión en el rostro de ________ tomó lugar y se cruzó de brazos dando a entender su indiferencia mientras Cinco tan solo continuaba sorbiendo su margarita.

El latino acarició el cuchillo en su cintura y lo empuñó intentando apuñalar de cualquier forma al hombre.

Hazel no quería lastimar a nadie y eso era obvio, cualquier agente le abría disparado sin pensarlo.

El ojiverde posó su copa sobre la barra dispuesto a parar la pelea pero una mano acompañada por la sonrisa de la adolescente lo detuvieron.

-Quiero ver quién gana, ¿Quién crees que gane?-preguntó

-Definitivamente Hazel-_________ asintió de acuerdo y un gruñido molesto salió de los labios de Diego

Cinco se acomodó de nuevo en su asiento con las comisuras ligeramente levantadas ante la petición de la chica.

Volviéndose la pelea cada vez más salvaje, Diego desesperado por ganar ajustó con fuerza sus dientes contra el tejido blando de la oreja de Hazel haciéndolo soltar una alarido de dolor.

Cinco se levantó sin dar más tiempo a la violencia y golpeó con fuerza la cabeza de Diego con un cenicero, destrozándolo en el proceso.

-Morderte la oreja fue demasiado

OOO

Una vez terminado el problema con Diego y sus problemas de ira la paz llegó encontrándose Hazel y ________ en la fachada de la academia.

La mirada del hombre denotaba nerviosismo y miedo en su más pura forma confundiendo a _________.

-Señora pido mi renuncia lamento haberle fallado a la comisión y a usted-aquello sonó como un ligero susurro apenas perceptible

La cara de la castaña cambio a una mueca, poniendo aún más nervioso al de traje y confundiendola a ella de sobremanera.

-¿De qué hablas?

-Me iré en son de paz, lo prometo y si usted no me deja ir tendré que pelear-su voz sonaba decidida pero atemorizada a la vez

La mujer de las donas si qué es importante-pasó por su mente

-Creo que me confundes-dijo a viva voz

-Yo creo que no, usted es quien nos ha estado dando las órdenes durante todo este tiempo-la chica negó aún más confundida

-Al igual que tú no planeo regresar, renuncié hace meses para seguir mi felicidad-Hazel relajó todos sus músculos dispuestos a luchar y suspiró

-Entonces creo que alguien ha tomado tú lugar, tú nombre y tú piel, suerte con eso y espero que consigas llegar a lo que tanto anhelas-sonrió por última vez para darse la vuelta dispuesto a irse

-Lo mismo digo amigo

Sus pies estaban a punto de caminar en dirección contraría pero paró tomando las armas en su costado.

-Supe que culparon a Diego de asesinato, te las dejo-Hazel tomó ambas pistolas y se las entregó a la castaña

-Gracias-ese susurro cumplió la función como despedida seguida de una sonrisa confiada

OOO

Cada uno de los Hagreeves estaban solos y dispuestos a despedirse de todo lo que amaban o aferrarse a la idea del bienestar infinito para ellos.

Cada uno de ellos estaba convencido de emprender solos o casi solos un viaje de vida tomando las riendas o al menos intentandolo.

En la habitación de Klaus un intento por tocar a Ben surgía desde las entrañas con deseo y desesperación para por fin lograr encontrar a su amado entre tantas almas en pena en busca de su ayuda.

Alisson se lamentaba profundamente el no haber luchado por su hermana tanto como le hubiese gustado, cuando todavía era considerada una niña frágil e inocente.

Luther al lado de Alisson esperando protegerla a toda costa sin importar sus deseos; el siempre olvidado Luther, su padre lo había olvidado, sus hermanos, su amada que al final se casó con alguien más y peor aún él mismo.

Diego intentando huir de todo y de todos como ya era costumbre, pensando en los tiempos más simples y su madre apoyándolo a cada paso.

La poderosa e incomprendida Vanya pidiendo clemencia a gritos dentro de una habitación aprueba de ruido, llorando y sufriendo cada una de sus terribles decisiones, como confiar en un extraño solo porque es amable.

Cinco caminando por la misma tienda de ropa de dónde consiguió a su compañera de apocalipsis, la dejaría sola ahí y ambos estaban bien con eso.

Y por último una no Hagreeves, _________ caminaba por las calles explorando a ese pequeño y amado universo al que se había acostumbrado en tan poco tiempo.

Se sentó en una banca en medio de un parque y suspiró calmada observando cada árbol, humano y animal, sin saber si algo de eso sobreviviría.

Una parte de ella había partido después de todo ese estrés, un día saber todo lo que pasaría y al siguiente ni siquiera darte cuenta de lo insignificante que eres sin tus poderes era doloroso.

Pero eso no era lo peor aún que fuera bastante malo, lo más alarmante eran las escamas en su muñeca.

Probablemente a ese paso en una semana tendría un horroroso agujero ahí si el futuro no se arreglaba pronto.

Junto a ella un sonido de metal contra metal deslizándose cada vez se volvía más insistente y fuerte, a su lado solo había un poste de luz casi común a excepción de una pequeña manija en el.

Tiró de la manija con la fuerza suficiente para no romperla y dentro del poste un cilindro metálico brillaba.

Sus manos abrieron el cilindro casi como si no supiera lo que hacía y estuviera inconsciente, una hoja enrollada aguardaba ser leída en el interior.

Dentro del papel estaba escrito una dirección y una hora escritas tan minusiosamente que solo podía esperar se tratara de él.

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Gracias por leer y sobre todo por votar 😊

Espero que les esté gustando

*C va* ; )

Soy como tú (cinco y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora