Mía...por siempre, hasta en la otra vida.{Chaennie}

OTRA MÁS.

12:00 pm.

La luz del sol entraba por las cortinas, mientras la castaña se removia incomoda en aquella cama, de aquella extraña, pasaron los minutos y la castaña ya estaba despierta, totalmente desnuda entre aquellas sábanas, se dio vuelva encontrándose con la pelirroja de aquel bar...¿había pasado la noche con ella? En efecto sí, se regañó mentalmente y maldijo por lo bajo...aún así no se levantó solo se quedó observando la belleza de aquella chica con el cabello rojo fuego, luego de unos minutos la pelirroja terminó despertando, eso alarmó a la castaña quien inmediatamente bajó de la cama para buscar sus prendas.

Sana: Mhg~ buenos días desconocida... -la pelirroja se mordió el labio viendo el trasero de aquella castaña, pero al mirar el reloj su expresión cambió totalmente, a una de desesperación-

Jennie: Buenos días... -habló con tono frío y contante terminando de colocar sus prendas y arreglarse el cabello-

Sana: Lo siento ardiente chica del bar, pero tienes que irte, mi esposa llegará en unos minutos... -murmuro con desespero aquella chica, pero solo se ganó una sonrisa burlona por parte de la castaña-

Jennie: La próxima que tengas sexo con cualquier chica de un bar...trata de no traerla a tu casa... -dijo con el mismo tono frío y salió la habitación de la desconocida para buscar la puerta principal, una vez la encontró salió sin despedirse-

"Pero que amargada" pensó aquella pelirroja, sin más, arregló todo y esperó a su dichosa esposa...Mientras tanto nuestra castaña manejaba directo a la casa de su "amada" pensaba una y otra vez en que excusa le daría esta vez..."Me quedé dormida" "No tenía gasolina" "Pasé la noche en lo de Jisoo" algún día su pelinegra se cansaría y se iría...más eso no le dolería a Jennie...ella es Jennie Kim...no llora por nadie...bueno, por casi nadie.

Luego de unos minutos la castaña ya estaba frente a la casa de su novia, caminando a pasos lentos, como si nunca quisiese llegar a la puerta, eso le fue imposible, pues unos segundos después ya estaba frente a la puerta esperando a que su novia le abriera. Una chica delgada, bastante hermosa, y con un semblante bastante serio le abrió la puerta, la castaña se limitó a pasar siendo seguida por los pasos de su novia.

Irene: ¿Donde estuviste Kim? ¿En lo de Jisoo? -la pelinegra río amargamente mientras negaba- Oh, ya sé...te quedaste sin gasolina...o tal vez...¿te quedaste dormida? -preguntó con mucha rabia mientras miraba directo a los ojos de su linda castaña quien estaba un tanto nerviosa ante el interrogatorio de la pelinegra, lo que no sabía era que la pelinegra, lo sabía, todo, desde sus encuentros con desconocidas, hasta sus encuentros frecuentes con Jihyo-

Jennie: Irene...No empieces...estaba con Nayeon... -dijo la castaña fingiendo tranquilidad, Nayeon era su prima y una de sus mejores amigas, sabía que ella la cubriría-

Irene: -rio fuertemente tratando de contener sus lágrimas ¿cómo podía amar tanto a la castaña? Ese era el dilema de su vida- No sabía que "Nayeon" ahora tenía el cabello rojo...y que follabas con ella!!! -gritó mientras las lágrimas salían sin control alguno, la castaña se quedó helada, la había descubierto, algo hizo que su corazón se contraiga, talvez si le había tomado cariño a la pelinegra, no amor...solo cariño-

Jennie: A-amor...lo siento... -¿para que negarlo? Ella ya lo sabía, y por más hija de puta que sea...debía terminar con esto, Irene no se merecía eso-

Irene: SOLO ESO VAS A DECIR?! LO SIENTO?! -gritó y se levantó para acercarse a la castaña- Todo el tiempo, estuve para ti...y así me pagas?! MALDITA INFIEL....-la castaña prefirió dejar que la pelinegra se desahogara, por lo cual no dijo ni una sola palabra- TZUYU!! JOY!! YEJI!! OLIVIA!! SOMIN!! JIHYO!! Y ESAS SOLO SON ALGUNAS...Y AHORA OTRA MÁS...OTRA MÁS?!! -la pelinegra lloraba sin control, de inmediato la castaña la atrapó entre sus brazos para abrazarla, por más que la pelinegra tratase de soltarse, no podía, al final terminó quedando entre sus brazos soltando sollozos que se iban calmando por las caricias de la castaña-