Introducción

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Cada vez que su auto pasaba por la puerta del lugar se quedaba mirando a la gente que solía entrar, se veían tan comunes y corrientes.

Y es que había escuchado tantas cosas de ese lugar que incluso le daba miedo tan siquiera pensar en ir. Hace mucho escucho que el entrar ahí de la mano de tu pareja era una sentencia de perdida de la misma y no se imaginaba lejos de su amada esposa. Chanyeol era muy feliz viviendo una buena y tranquila vida con Irene, su esposa era la materialización de todos sus sueños y no estaba dispuesto a perderla por nada del mundo, la amaba demasiado.

Cuando llegó a su hogar abrió la puerta esperando ver a su mujer en la sala de estar, pero la encontró platicando con una de sus mejores amigas en la cocina.

–Amor, que bueno que haz venido. – el sabía que no le caía del todo bien a Seulgi, sin embargo hacia un esfuerzo por sonreírle. –Seulgi vino a invitarme a Tártaro.

–¿Tú quieres ir? – preguntó con cierta duda.

–Solo si tú vas con nosotras, el lugar no me da mucha confianza.

–Vamos Chanyeol, a lo mejor el lugar te parece interesante.

–¿A qué hora?

–Podemos ir en la noche, como a las 10 ¿Les parece? – su esposa asintió y la otra chica se despidió.

Algo en Chanyeol no confiaba totalmente en esa amiga de su esposa, pues veía a su mujer de una manera que lo hacía sentir algo incómodo, porque de no saber que Seulgi ha sido su mejor amiga por años juraría que está enamorada de su esposa.

–Entonces ¿Que tal tu día? – preguntó la mujer.

–Cansado, aún no aprueban mi proyecto.

Era un arquitecto frustrado para ese momento, siempre la dama de honor y jamás el novio, era cansado no poder mostrar lo grande que podía llegar a ser.

–Veras que con la ayuda de Dios te irá muy bien más adelante.

–O del diablo.

–No hables así, sabes que me da escalofríos esa palabra.

Su mujer solía ser algo religiosa, cosa que no le molestaba, pero a veces era incómodo a el no serlo tanto.

Lo que no sabía era que pronto probaria el paraíso sin ni siquiera conocerlo.

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Llegaron al lugar en donde un hombre de apariencia ruda estaba en la puerta, Seulgi mostró una tarjeta de color dorado y pasaron sin hacer la larga fila.

El lugar era oscuro, los muebles eran negros y había una enorme pista de baile en medio, para sorpresa del hombre la música no era metal o rock pesado como la imagen de aquel lugar, al contrario; la música era incluso sensual y atrayente.

La música era lenta, como en un evento de baile de salón, le recordaba al Tango o como alguna vez escuchó en una plática, a un danzón.

–¿Quieren algo de beber? – Chanyeol quedó sorprendido ante la increíble belleza de la mesera.

–Whisky para los tres – contestó Seulgi.

Chanyeol estaba observando, era como si hubieras entrado en un mundo donde todas las personas eran bellas, desde los hombres hasta las mujeres, no podía describir lo increíble que se veía ahí.

Las luces bajaron un poco y una luz blanca iluminó el centro de la pista. Una mujer con un entallado, corto y precioso vestido negro apareció haciendo un pequeño performance como presentando, como pidiendo que solo la miren a ella y es que era imposible dejar de mirarla.

–¿Que pasa Seulgi?

–Es hora de que salga Baekhyun.

–¿Baekhyun? – preguntó nuevamente Irene.

–Aqui le dicen el Tártaro, pero se llama Baekhyun, es el dueño del lugar y el porque esto es un éxito.

Un hombre de cabello rubio y ojos tan claros que era imposible no notarlos incluso a la distancia apareció con ropa negra y llamando la atención de la mujer en medio de la pista.

El baile había dejado fascinado a todos, pero la imponente presencia del hombre era difícil de olvidar. De repente Chanyeol se sintió hipnotizado, las manos del hombre bajaban lentamente por la pierna de la mujer y sus expresiones faciales gritaban lujuria en todo momento, pudo notar que bailaban Tango de una manera que ni siquiera sabía que se podía. Y sabía que era Tango porque Irene fue bailarina de Salón, incluso podía jurar que ese hombre lo hacía mejor que su esposa.

Ni siquiera sé dio cuenta en qué momento la gente empezó a aplaudir porque cuando el rubio que tenía de nombre Baekhyun lo miró, fue como si se hubiera desconectado de la tierra, como si hubiera ido a lo más profundo del infierno, porque sentía que todo ardía, que todo quemaba y ahora entendía porque todos se hacían adictos a aquel lugar.

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Ahí está en borradores, nomás.
Me dió flojera corregir los errores ortográficos y de redacción. Los demás no seran tan feos.

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⏰ Última actualización: Mar 16 ⏰

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Tártaro (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora