Una Historia Todobaku

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Shōto abrió los ojos y lo primero que vio fue a un rubio ceniza dormir plácidamente enfrente suyo. Su típico entrecejo fruncido no estaba y una pequeña sonrisa se asomaba.
Se sentó en la cama y miró a su alrededor, estaba en su habitación. En el escritorio había unos cuantos libros y al lado de la silla, en el suelo, había dos mochilas, una de Bakugo y otra suya.

Recordó lo que había pasado el día anterior y de forma inconsciente sonrió.

Shōto y Katsuki se juntaron en la habitación del chico mitad pelirrojo a estudiar y realizar una tarea que debían hacer juntos por pedido de Aizawa.
Había costado bastante pero luego de insistir convenció al rubio que vaya a su cuarto para hacer el deber.

Eran las cinco cuando alguien tocó la puerta llamando la atención de Todoroki. Al abrirla se encontró a su compañero de clases, tenía su típica expresión de "no me importas extra" y en una de sus manos llevaba su mochila.

Cuando comenzaron, todo fue un desastre.
Ambos se organizaban diferente para estudiar y para hacer la tarea.

Todoroki, releía una y otra vez el texto para memorizarlo.
Bakugo pasaba la información de la página a un cuadro y luego se lo memorizaba.

Todoroki empezaba por la actividad uno y hasta no realizarla no pasaba a la dos.
Bakugo comenzaba haciendo lo que entendía y le salía y luego iba a las otras, sin importarle si empezaba por la última o la del medio.

Esa tarde Shōto tuvo que soportar los gritos del contrario, pero también vio otra faceta del chico.

Aunque podía gritar mucho al punto de que le duela la garganta, también podía concentrarse mucho al punto de olvidarse con quién estaba trabajando.

Cuando se concentraba en resolver los ejercicios, Todoroki no podía evitar desviar su mirada para verlo.

Su mirada tranquila, su labio inferior que se posaba sobre el superior formando un pequeño puchero, su mirada que se desplazaba por las palabras del libro mientras que con su mano movía su lápiz, como si aquella acción lo ayudara a pensar.

Parecía otra persona.

Cuando Shōto salió de la habitación para ir a buscar algo de comer, se encontró - cuando volvió - a Katsuki acodado sobre la mesa, sostenía su cara con la palma de su mano mientras sus ojos se cerraban involuntariamente debido al cansancio.

— Bakugo — lo llamó haciendo que este recupere su postura derecha y lo miré, pero esta vez no lo miraba con odio, como solía hacerlo siempre, estaba vez podías ver cómo estaba realmente; cansado y sin ganas de fingir odio hacía el contrario — Ya es muy tarde ¿Tienes hambre? — negó.

Shōto se lo pensó más de diez veces. Quizás preguntar aquello significaba terminar con su vida y sería una pregunta suicida, pero, arriesgándose con los nervios a topes habló.

— ¿Quieres acostarte? No tengo problema en que te quedes conmigo esta noche — Todoroki se preparó para defenderse y en cualquier momento usar su Quirk de hielo, esperaba que un explosión llegara a su cara a la velocidad de la luz.

— No, no quiero ser una molestia — Shōto casi congela la habitación entera ¿Bakugo acaba de decir eso o estaba soñando?

— No eres una molestia, por favor quédate — aquellas palabras salieron de su boca de forma inconsciente ¿Por qué dijo eso? Debió quedarse callado, no porque no quería que Bakugo se quedará (es más, esperaba con ansias un "de acuerdo" por parte del ojirubí), pero no quería parecer ese tipo de chicos que ruegan a los demás.

— ... — Ante el silencio Todoroki le sonrió — Si no tienes problema, de acuerdo — agradeció el hecho de que se voletara apenas dijo aquello, no quería que vea su sonrojo.

Bakugo comenzó a guardar las cosas mientras el heterocromatico abría la cama.

— No te molesta que durmamos juntos ¿Verdad? — el ceniza lo miró y negó con la cabeza mientras sonreía ¿Aquél era Bakugo? Estaba seguro de que le iba a contestar algo como "¿Acaso traerás otra cama?" O algo así, pero no.
Una parte de él se sintió orgulloso de recibir una sonrisa de parte de Katsuki, no todos podían presenciar algo tan hermoso como eso.

— ¿De qué lado duermes? — el mitad albino no entendió la pregunta –¿Que lado te parece más cómodo?–

— ¿De qué lado quieres dormir tú? — ¡Parecían una pareja preguntandose eso!

— Yo siempre duermo contra la pared — ¿Alguien más sabría de qué lado dormía Katsuki? Seguramente no, era información bastante valiosa y se sentía afortunado de saber aquello.

— Entonces tú contra la pared — Bakugo se acostó y se posicionó en su lugar, Todoroki también de acomodó en la cama.

Kastuki, agarró la sábana y se tapó hasta la nariz con esta. Todoroki lo miró algo confundido y al notar aquella mirada sobre él dijo;

— ¿Te molesta? —

— ¿Eh? No, no, para nada —

— De acuerdo — Bakugo le sonrió de forma tranquila.

¡Y mierda! Shōto se sonrojo hasta las orejas, cosa que el rubio no vió debido a que se volteó y le dió la espalda, con su mirada fija en la pared mientras pensaba.

Él odiaba ser así. Bakugo odiaba hablar así y ser tranquilo, odiaba sonreírle a los demás y mucho más odiaba ser como era. Él desde pequeño había querido dar una imagen que intimide a los demás, una imagen ruda, pero a la noche él era así y no podía evitarlo.
Cuando tenía sueño, se cansaba de gritar y de fingir odiar a todo el mundo, por lo que simplemente se dejaba llevar.

Y esta noche no era la excepción, no podía evitar estar tranquilo, no podía evitar relajarse y tratar bien a los demás olvidándose de su mal humor por un momento.

No tuvo que hacer mucho más que cerrar los ojos para quedarse dormido enseguida, a diferencia de Shōto quien se había quedado recalculando lo que sucedía.

¡Bakugo era tan tierno!

Ese fue su primer pensamiento cuando lo vio apunto de dormirse apoyado en el escritorio.

¡Y su sonrisa es tan dulce!

No quería seguir pensando en eso, pero la imagen de Katsuki cansado, sonriendo, olvidándose de su mal humor y dejando su entrecejo fruncido era hermoso.

Ese rubio era hermoso.

Volvamos al principio, cuando se despertó antes que su compañero.

Se consideraba la persona más afortunada por haber visto esa faceta de Bakugo, por haber recibido una sonrisa de él y por haber logrado abrazarlo mientras dormía.

Lo miró a su costado.

Ese chico era juzgado todos los días por personas que no conocían como era en realidad.




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𝘊𝘰𝘮𝘰 𝘌𝘴 𝘌𝘯 𝘙𝘦𝘢𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥☔︎ ᵗᵒᵈᵒᵇᵃᵏᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora