“Para: Pieck Finger.
Son las 4 de la madrugada y estoy aquí, escribiéndote algo que tal vez nunca llegue a tus manos. Porque no quiero que leas estas cartas, definitivamente debes oírme decirlo.
No sé, pero creo que ví los recuerdos de Marcel. Sentí el miedo que tuvo cuando fue devorado en Paradis, tratando de cumplir su misión.
En unas horas iremos camino a la Isla, hace un mes planeamos un ataque sorpresa debido a que nosotros ya fuimos atacados por ellos, muchas personas murieron.
¿Serán Demonios realmente?, no sé, me siento un poco confundido e inseguro. Pero nada de eso importara si debo protegerte a tí o alguno de los chicos.
Siento que el fin se aproxima, todos estos años de oscuridad por fin terminarán. Acabaremos con nuestro deber exitosamente, Pieck. ¿Sábes lo que significa? ¡Pronto podré tenerte de frente y declararte mis sentimientos!.
Tú fuiste un pilar fundamental en toda mi formación como guerrero, tenerte a mi lado fue algo maravilloso.
Muchos Eldianos maldicen haber nacido con esta sangre, odian su destino.
Pero yo no.
Ser Eldiano me permitió conocerte y descubrir lo increíble que es sentir todo esto por una persona.
Agradezco haber nacido con esta sangre porque me unió a tí.
Puedo ser plenamente felíz gracias a tí. Debo decírtelo, debes saberlo...el simple hecho de poder admirarte con mis ojos era razón suficiente para sentir esta enorme felicidad, incluso ahora mismo me siento inmensamente felíz y sólo estoy pensando en tí.
Lograremos con éxito esta misión y sin dudarlo te lo diré absolutamente todo.
Me gustas y te quiero demasiado, Pieck.
Atentamente:.........”La pelinegra sentía caer en un vasto y oscuro abismo, llevó aquellas tres pequeñas cartas que sujetaba con su mano hacia su pecho. De sus tristes ojos salían muchas lágrimas, ha estado llorando desde que recibió aquellas cartas.
Dejó caer su cuerpo hacia el piso, ocasionando así una rápida reacción por parte de Falco, quien la abrazó sin dudarlo.
—Señorita Pieck...—dice el pequeño, bastante preocupado—lo siento mucho si por mi culpa está así, tal vez no debí...
—No, Falco—habla la pelinegra—, hiciste bien en traerme estas cartas. Te agradezco...
—Pero...está llorando demasiado...
—No te preocupes...—alza la mirada hacia él y lo mira con ternura—. ¿Viste sus memorias, verdad?.—pregunta, aún con el corazón roto.
—Así es...—Falco deshace el abrazo y queda frente a Pieck—...las ví ayer en la noche, precisamente los momentos que empezaba a escribir las cartas y las guardaba, lo único que pude leer era para quién iba dirigido. Las busqué todo el dia, pensé que con el Retumbar habrían desaparecido, pero no fue así, ni bien las reconocí sentí que debía entregártelas. Pero no sé si hice bien...porque no me gusta verla así...—baja la mirada, deprimido—El señor Galliard se sacrificó por mí, todo porque me convirtieron en titán debido a mis errores...—comenzó a sollozar—si tan sólo hubiera sido más fuerte e inteligente, él estaría aquí junto a tí. Lo siento mucho Señorita Pieck, todo esto es mi culpa...no sé qué hay en esas cartas, pero dentro de mí siento un sinfín de sentimientos...no son míos, con solo verla puedo imaginar lo mucho que significaba para el Señor Galliard, porque esos son sus sentimientos...discúlpeme, no quería arruinar su futuro juntos...
—Falco...—habla Pieck.
El rubio la mira con los ojos llenos de lágrimas.
—Nada de esto es tu culpa, nacimos en un mundo frío y cruel que nos llevó a tomar decisiones y los resultados nos trajeron aquí. Estás vivo, te espera una nueva vida por delante, tienes que vivirla priorizando tus sentimientos antes de cualquier otra cosa...haz lo que te hace feliz. No te arrepientas de nada, sé que él no soportaría verte cargar con esa tristeza y culpa que no son para nada tuyas...y yo tampoco quiero verte así. La era de los titanes ha terminado, ahora somos libres y nos espera un largo camino que recorrer. No vivamos con culpa ni arrepentimientos...¿De acuerdo?.
El pequeño Falco se lanza sobre ella y vuelve a abrazarla, muy fuerte. Ambos seguían llorando, el mundo cruel en el que nacieron había llegado a su fin, pero con el se llevó mucho.
La era de los titanes llegó a su fin. Este era un nuevo inicio.
Fue una tarde bastante triste, tanto para Falco como para Pieck, ambos sufrían la pérdida de Porco.
Sobre todo Pieck, leer las cartas fue peor que un puñal en el corazón.
Pasaron las horas, el rubio se durmió en las piernas de Pieck. Ella aún no dejaba de llorar, todo esto fue como un balde de agua helada.
Pronto comenzaría a hacer frío, por lo que decidió cargar al pequeño y llevarlo a donde estaban los demás.
Lo dejó sobre una cálida manta. Y se sentó a su lado, mientras lo veía. Ella agradecía tener a su lado al pequeño Falco, vivo, gracias a Porco.
A lo lejos pudo ver un montón de papeles, no lo pensó mucho y fue a tomar uno solamente, buscó una pluma para escribir y comenzó.
Tenía mucho que decir, pero las palabras nunca son suficientes, así que escribió todo lo que pudo. Guardó la carta en forma de pergamino, tomó un frasco de cristal y lo puso dentro del mismo.
Al ponerse de pie, la pelinegra notó que no había dormido absolutamente nada, serían las cuatro o cinco de la madrugada, aún estaba oscuro. Salió del lugar y comenzó a caminar hacia el mar. No sabía exactamente lo que hacía, pero estaba ahí.
Frente al mar se puso de cuclillas y las lágrimas comenzaron a caer otra vez, no podía con tanta tristeza.
—Estés donde estés...sólo espero que puedas descansar en paz, Pocco...—con la voz totalmente rota y triste, dejó el recipiente que contenía la carta sobre el mar, y poco a poco se fue alejando de ella.—Nos veremos pronto...
“Para: Porco Galliard.
Son nuestros sentimientos los que nos mueven. Siempre fue así.
No pueden ir en segundo lugar. Jamás. Y eso lo entendimos tarde...¿Verdad, Pocco?. Digo entendimos, porque yo también guardé mis sentimientos y los puse por debajo de nuestros objetivos.
Tal vez, si hubiéramos nacido en un mundo menos cruel que este...podria haberte escuchado decir todo lo que escribiste en esas cartas, sin duda me hubiera encantado.
Priorizamos nuestro deber antes que nuestros sentimientos, y no teníamos otra opción.
Ambos pensamos exactamente lo mismo acerca de lo que sentíamos, la única diferencia es que yo sí pude saber de tus sentimientos...y tú te fuiste sin saber los míos.
Incluso ahora mismo lo que hago es, tal vez, estúpido, escribirte una carta que jamás llegará a tí...pero me siento demasiado triste, no sé cómo lidiar con todo esto...realmente te extraño...
Pero sé que pronto nos veremos, y no importa qué tipo de vida nos toque vivir, sea en un mundo cruel o no, no volveré a dejar de lado lo que siento por tí.
No volveré a perderte, no te dejaré ir sin que lo sepas...sólo espero que tengamos una oportunidad para poder ser, juntos.
Siempre fuiste alguien increíble, Pocco. De igual forma, agradezco nuestra sangre Eldiana por permitirnos conocernos.
Volveremos a vernos, estoy segura y solamente pido eso.
Atentamente: Pieck Finger.”
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Atentamente. |P.G. y P.F.|
FanficSi te gusta el Ship de Pieck y Porco, bienvenido. Y si no, pues bai Se vale soñar ok? :(