Sueño

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—Debemos terminar Naruto... es lo mejor para los dos.

Fue lo último que dijo, antes de que un repartidor de Pizza, perdiera el control y fuera a estrellarse justo contra su casi expareja. No obstante, su cuerpo reacciono por si solo y empujo al rubio fuera del peligro recibiendo el impacto.

Cuando abrió sus ojos, en vez de encontrarse en una cama de hospital, como esperaba; estaba acostado en un río, o eso creyó. Hasta que una mano se extendió en su campo de visón.

No lo pensó mucho y la tomo. Notando que quien lo ayudaba a levantarse era su propio hermano con un actuando extraño y que no había estado acostado en ningún río sino en una habitación grisácea llena de puertas con canales de agua que recorrían todo el lugar.

—¿Qué es este lugar? —soltó sin pensar, mirando extrañado todo a su alrededor.

El mayor lo miro curioso y señalándole una de las muchas puertas le dijo—por qué mejor no lo averiguas.

—¿Estoy muerto, por qué estas tu aquí? —cuestiono alarmado, dando unos pasos hacia atrás.

—Aun no, es difícil de explicar, pero si cruzas esa puerta lo comprenderás—respondió su hermano con una mirada comprensiva.

—Y si me niego.

—Te perderás de algo muy interesante, pero es tu decisión. Puedes cruzar aquella puerta o quedarte aquí a esperar.

Curiosamente las palabras del mayor, le hicieron sentir que debía atravesar aquella misteriosa puerta. Así que camino hasta esta y un poco dudoso coloco su mano en el picaporte y la abrió, siendo segado al instante por una brillante luz. Cuando recupero la vista giro a ver a su hermano, pero este solo lo insto a adentrarse en la habitación. Lo cual hizo.

Se encontró en una habitación, parecida a un aula de enseñanza llena de niños, que no lo veían, ya que avanzo por ella y ninguno se percató de su presencia.

No obstante, el no pudo evitar percatarse que en esa misma aula había una joven versión de su ex novio y de él mismo. Los cuales estaban discutiendo y solo se alejaron cuando el profesor apareció, sin embargo, aun así, no dejaban de mirarse, cada vez que creían que no eran vistos.

De un instante para otro la escena cambio y una ligera brisa le revolvió el cabello a la par que percibía el fresco olor del pasto. Que lo llevo a fijar su mirada en los mismos jóvenes los cuales ahora se encontraban muy juntos dormidos plácidamente bajo la copa de un frondoso árbol. Hasta que una chica, la cual reconoció como una compañera del instituto se apareció y los despertó.

La escena volvió a cambiar y la misma chica lloraba mientras sostenía su versión más joven, el cual se encontraba herido y, aun así, su yo más joven solo mantenía su mirada en el rubio, quien lo miraba sumamente aliviado.

Su ubicación cambio y ahora estaba en un bosque bastante tenebroso, donde su versión joven era salvada por la súbita aparición del rubio, el cual le dio el valor que necesitaba.

Lentamente fue viajando entre largas y cortas escenas unas tras otras en las que, Naruto y él eran los protagonistas en una vida paralela, como si de un interminable sueño se tratara.

Hasta que se detuvo en el medio de una feroz batalla, digna de cualquier película de cine ganadora a mejores efectos especiales, que termino con él como ganador.

Y ver aquella escena le estremeció el corazón, verse a sí mismo, despedirse de Naruto de esa forma, lo hizo sentirse terrible por las últimas palabras que recordaba haberle dicho al rubio. En su momento aquellas palabras le fueron difícil de pronunciar y le dolieron. Sin embargo, ahora dolían mucho más.

Volvió a cambiar de ubicación y esta ocasión solo vio como Naruto entrenaba día tras día he iba creciendo, con el único fin de encontrarlo y cumplir su sueño de ser el líder de aquel extraño lugar.

Fue observador de cada una de las batallas que enfrento, intentando encontrarlo, de cómo se reusó a renunciar a salvarlo, aun cuando todos los demás le dieron la espalda y lo preferían muerto. No obstante, el rubio nunca perdió la fe; tanto que hasta fue capaz de arrodillarse con tal de que le perdonaran la vida.

Contemplo como juntos fueron capaces de terminar toda una guerra y presencio su última batalla; una que fue en el mismo valle, con la diferencia de que en esta ocasión el acepto la derrota.

Las diferentes escenas siguieron llegando a él, imágenes de su versión en aquel mundo en prisión, siendo liberado gracias al rubio, otras de él viajando por el mundo. Hasta que llego a una que le heló la sangre.

Ante sus ojos, fue testigo de cómo Naruto, aquel Naruto que había dado todo de si, por regresarlo al buen camino y que obviamente sentía más que una simple amistad por su persona, se casaba.

Aquello, lo sumió en la amargura. Antes de haber sido atropellado había decidido romper con el rubio, justamente porque pensó que lo mejor para ambos era terminar con su relación e intentar salir con mujeres. Sin embargo, una cosa era imaginar a Naruto haciendo su vida con alguien que no fuera él y otra verlo con sus propios ojos.

Cambio nuevamente de lugar y ahora se encontraba nuevamente en aquella aldea, solo que esta estaba muy cambiada y nuevamente escenas de aquella vida paralela lo empezaron a inundar, vio a Naruto con sus hijos y esposa siendo infeliz aun cuando había logrado cumplir su sueño y también vio como él mismo también era infeliz con su supuesta familia. En ninguna de sus miradas se vislumbraba ningún atisbo de felicidad; sus vidas eran vacías, solo cuando se encontraban juntos, sus miradas se iluminaban.

Y entonces lo comprendió, entendió que, si se separaba de Naruto, lo único que lo esperaba sería una vida vacía llena de amargura, al lado de una mujer que nunca podría llegar a amar y lo mismo le esperaba al rubio, únicamente juntos podían ser felices.

Perdido en sus propias cavilaciones, no se dio cuenta que lentamente todo a su al redor se empezó a tornar negro, hasta que se encontró en la penumbra total y lo único que se alcanzaba a distinguir era una tenue luz a la lejanía.

Sin pensarlo mucho avanzo hasta la luminosidad y cuando la atravesó llego justo al mismo lugar en donde se había encontrado con su hermano, este se acercó y antes de que pudiera decir algo le dio un golpe en la frente con los dedos y dijo —no lo arruines esta vez hermano tonto.

Lentamente fue abriendo los ojos, percibiendo el sonido de una máquina y el olor característico de hospital. Al mismo tiempo en que sentía una reconfortante calidez, sosteniendo su mano; haciendo que sintiera latir a mil su corazón y se girara a ver, como Naruto dormía plácidamente recargando su cabeza sobre la cama, mientras lo sostenía de la mano.

Miro tan fijamente y anhelante al rubio, que este no tardo en abrir los ojos. Haciendo que sus miradas se encontraran. Por lo que Naruto dio un salto y empezó a llamar a los doctores. No obstante, se aferró más a la mano del rubio y con un ligero gesto le pidió que guardara silencio y le diera un vaso de agua.

Lo cual Naruto hizo un poco dudoso, mirándolo con los ojos llorosos, al mismo tiempo en que le sonreía radiante; después de que tomo un poco de agua —lo siento— fue lo primero que salió de su boca.

—No tienes que disculparte de nada, si no me hubieras apartado del camino yo...

—Claro que sí, aquello que dije... podrías olvidarlo. No estaba pensando con claridad, yo no quiero que nos separemos.

—¿Lo dices enserio?

Soltó una sonrisa y sin que el rubio se lo esperara, unió sus labios. No sabía a ciencia cierta si aquello que había experimentado de verdad había pasado o si solo fue un sueño fruto de su imaginación, al haberse encontrado a las puertas de la muerte, sin embargo, de lo que si estaba completamente seguro era que no quería compartir su vida, con nadie más que no fuera el tonto de Uzumaki Naruto.

Fin

Sueño (OneShot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora