De todo lo que aprenden en los Recesos de las Nubes, Jin Zixuan considera que las lecciones de etiqueta son las más inútiles. Sabe cómo comportarse. A diferencia de algunas personas, sus padres se aseguraron de educarlo adecuadamente incluso antes de que llegara a este lugar. De hecho, desde el principio le escribió a su madre para que le pidiera que lo dispensara de las lecciones de etiqueta. Ella respondió que como él ya es tan sabio, espera que tenga calificaciones perfectas en esa materia, o de lo contrario...
Con esa amenaza todavía en mente, Jin Zixuan presta especial atención a la conferencia de hoy, sin apartar ni una sola vez la mirada de Lan Qiren. A esto ayuda el hecho de que no hay nadie que lo moleste hoy, ya que Nie Huaisang está sentado cerca de Jiang Cheng en este momento. Bien por él. Jin Zixuan no quiere tratar con él de todos modos, no después de haber sido plantado ayer.
No es que a Jin Zixuan le importe eso. En realidad, nunca estuvo de acuerdo cuando Nie Huaisang anunció que pasaría por la cabaña de Jin después de su tan vilipendiada reunión semanal con Lan Xichen. De hecho, Jin Zixuan le dijo explícitamente al otro chico que no se molestara. Y así, Nie Huaisang no vino. Lo que es bueno. Ya era hora de que Nie Huaisang aprendiera a respetar los límites.
Lástima que los límites se conviertan en días aburridos.
La conferencia de la mañana se prolonga una y otra vez. Jin Zixuan cree que puede ver un movimiento proveniente de la dirección donde está sentado Nie Huaisang, y está casi seguro de que escucha su nombre una vez en un susurro fuerte, pero ignora eso. No está tan desesperado por llamar la atención, y algunas personas aquí son estudiantes serios y diligentes.
Cuando finalmente son liberados para el almuerzo, Jin Zixuan ni siquiera tiene tiempo de levantarse antes de que Nie Huaisang se deje caer en su escritorio con un puchero.
-Jin-xiong, ¿no me viste saludarte antes?
-No lo hice. Estaba escuchando al Maestro Lan.
-Mentiroso - Nie Huaisang acusa con una sonrisa, estirándose como un gato sobre el escritorio - Te vi, casi te estabas quedando dormido. Jin-xiong, ¿Estás enojado conmigo por ayer? No es mi culpa, sabes, pasaron cosas. Te lo contaré mientras vamos a almorzar. Estoy tan enojado en Lan Xichen!
-Siempre lo estas - Responde Jin Zixuan - ¿No es este tu día con Jiang gongzi de todos modos?
No es un arreglo formal, pero por lo general Nie Huaisang alterna entre pasar tiempo con Jiang Cheng un día y molestar a Jin Zixuan el otro. Ayer debería haber sido el día de Jin Zixuan, por lo que hoy debería ser el de Jiang Cheng. No es un mal sistema, aunque le recuerda a Jin Zixuan su hogar de una manera que no le gusta.
Nie Huaisang se encoge de hombros y juega con su abanico, mirando a Jiang Cheng que se va con los otros chicos de su secta.
-Como viene un examen, dijo que quiere estudiar - Se queja - ¡Las calificaciones ni siquiera importan! Lo juro, es demasiado serio. Y no tengo ninguna intención de ser serio, así que me quedaré contigo esta tarde. No planeas estudiar, ¿verdad?
-A lo mejor si lo hago
-Entonces tendré que convencerte de lo contrario - Responde Nie Huaisang, agarrando el brazo de Jin Zixuan por el codo y tirando de él mientras se levanta.
La resistencia es inútil. Nie Huaisang es sorprendentemente fuerte, a pesar de que es más bajo que cualquiera de su clase. Jin Zixuan intenta al menos recuperar su brazo, en vano. Todavía están codo con codo mientras comienzan a caminar hacia los comedores.
-Entonces, ¿Te fue mal con Lan Xichen ayer? - Jin Zixuan pregunta, a pesar de que sabe que se está exponiendo a una conferencia de tres horas sobre todo lo que es odioso sobre Lan Xichen. No le preocupa lo que podría haber empujado a Nie Huaisang a cancelar sus planes sin previo aviso, solo... curiosidad.
ESTÁS LEYENDO
Amor de mi vida, te odio [XiSang]
ФанфикCon Qishan Wen cada vez más poderoso y amenazador, Qinghe Nie y Gusu Lan deciden comenzar una alianza firme entre sus sectas a través de un matrimonio entre sus hijos. Lan Xichen y Nie Huaisang están menos que emocionados de saber esto, pero nadie e...