***Llamada teléfonica***
—Buenas noches Mauricio está Denisa contigo.
—Buenas noches, no señor Dorkas desde esta mañana no la he visto, ¿A pasado algo?
—Nada importante, gracias.
**Fin de la llamada**
Argus vuelve a marcar, su conciencia no le ha dejado en paz desde que mantuvo esa fuerte discursión con su hija, llama a Aline su amiga, tampoco sabe nada, su desesperación aumenta, llama a César su amigo, tampoco sabe de ella.
El se va poniendo cada vez más nervioso sin saber dónde se encuentra su hija, ya sin quedarle de otra llama a Dymas.-—Buenas noches señor Fonseca.
-—Buenas noches señor Dorkas, en qué puedo ayudarle.
-—Quería saber si está con usted Denisa, desde esta mañana no la he visto y nadie sabe de ella.
-—Lo siento pero no, no la he visto, y aprovechando su llamada podemos vernos, necesito hablar con usted.
-—¿De qué?
-—De qué, de mi madre, de que va ser, ella me ha dicho que se van a casar, ya que no estaba informado desearía hablar con usted si no es molestia.
-—Si claro, pásese por mi casa, le espero.
-—Estaré en breve allí.
La mano de Argus cada vez va temblando más, ahora se tiene que enfrentar a Dymas, y sigue sin saber donde está su hija.
Suena el timbre, Argus abre la puerta e invita a pasar a Dymas, los dos se desafían con la mirada manteniendo sus puestos saludándose con un apretón de manos.
-—Siéntese, desea tomar algo.
-—No gracias, estoy bien, yo solo quería hablar sobre la proposición que le ha hecho a mi madre, pensaba que no iba a llegar tan lejos.
-—La quiero Dymas, en tú madre he visto a la mujer que tanto buscaba y me hace tan feliz y dichoso.
—-Vaya, me alegra saber eso por que era precisamente lo que yo sentía por Denisa.
—Denisa no era para usted, y lo sabe. Mi hija está enferma.
-—Creía que se había curado, según ella sí.
-—Ya, gracias a Dios que si se ha curado...pero..
-—Pero usted me pagó los estudios y me dió parte de las acciones de su empresa para que me alejase de ella.
— Si no lo hubiera hecho mi hija hoy en día sería una desdichada.
—-Disculpe que me ría, pero tengo mi dignidad y se lo negé, mi padre me educó para ganarme las cosas por mi mismo y hasta hoy se lo he demostrado que no soy un patán aprovechado como me dijo. Y mira como son las cosas que quiere casarse con mi madre.
-—Si Dymas, deseo hacerla mi esposa, no aguanto, no soporto estar lejos de ella.
-—Aaa, que no aguanta, yo si tenía que aguantar estar lejos de Denisa mientras ella luchaba por su vida, yo si tenía que morderme la lengua para no estar a su lado. Yo si tenía que estar lejos de ella, pero usted no puede pasar ni un minuto estar lejos de mi madre.
-¡¡Basta ya!! mi hija se va casar con Mauricio y usted con Adara, a si que terminemos esta tonta discursión e intentemos llevarnos bien, no quiero que Macarena sufra.
-—Mas le vale que mi madre no sufra, si mi madre derrama tan solo una pequeña lágrima por usted va a conocer al verdadero Dymas Fonseca. ¿Entendido?
Ambos hombres echaban fuego por sus ojos, los dos quieren lo que el uno tiene, ahora el combate no ha echo más que empezar.
Frustrado paseando sus manos por su cabello Argus se le van echando los problemas encima.
Agarra una foto de su mujer sentándose vencido en el sofá, paseando sus dedos por el retrato de Alysa preguntándole en que se ha equivocado. Él tan sólo quería darle lo mejor a su hija, que tuviera todo en la vida, pero las cosas no salen como uno piensa si no como el destino nos tiene preparados.
En esta vida solo estamos de paso con una maleta llena de cosas que solo se van llenando conforme vamos actuando en nuestro días, esos días tan alegres que se vuelven tormentosos en los que te sientes como que todo se pone en tú contra dicidiendo que tienes que salir corriendo pero sin un lugar fijo donde ir.***Llamada telefónica***
-—Denisa hija por favor dime ¿dónde estás?,— le pregunta Argus todo nervioso temiendo de que le haya pasando algo a su hija.
-—Tranquilo papá estoy bien, no te preocupes, solo te llamaba para avisarte que estaré fuera de la ciudad no sé por cuanto tiempo.
-—Denisa, yo te lo suplico vuelve quiero hablar contigo.
-—Si papá hablaremos pero ahora no puedo, necesito estar sola, han pasado muchas cosas estos días que me hacen de desconfiar un poco de ti.
-—Hija, ven aclaremos esto, si quieres yo te explico todo.
-—Me lo explicarás papá, me lo explicarás de eso no cabe la menor duda. Ahora debo de irme te dejo.Un beso. Chao.
***Fin de la llamada***
—Denisa,Denisa...por que, por que —dice ese hombre abatido.
Dymas llega todo cabreado a su casa, allí se encuentra con Adara, como todos los días se arregla para salir a pasárselo bien.
-—Hola mi amor, te apuntas a una fiesta que dará Pierre de L´Font, en su nuevo apartamento. —Le pregunta mientras termina de maquillarse.
-—No, lo siento, no estoy de ánimos.
-—¿Ya la has vuelto a ver?,¿Verdad? Ya has vuelto a ver a esa engreída de Denisa.
-—Por favor Adara me tienes aburrido con tus reclamos, no la he visto he visto a su padre.
-—Mira Dymas no me tomes por tonta, se que te acostaste con ella, me debes una explicación.
—-No tengo nada que aclarar contigo, no llegué a nada, cosa que tu con Dantés veo que te llevas de maravilla.
-—Es solo un amigo y lo sabes. No me cambies de tema, desde que volvió esa maldita de Denisa has vuelto a cambiar, ya no me haces caso—le grita furiosa Adara.
-—¿Y cuándo te lo he hecho?, Que yo sepa nuestro noviazgo solo fue un acuerdo entre tú padre y Argus para que me separase de Denisa, tú querida novia lo sabías.
—-Eres un miserable Dymas Fonseca, hasta cuando te darás cuenta que yo te amo, que ella se está burlando de ti, por que sabe que la quieres de eso se aprovecha, Denisa es una egoísta que solo piensa en ella, sin importarle los sentimientos de los demás.
-—¿Y a ti, Adara?, te importa mis sentimientos, por que si te importarán hubiéramos dejado esta relación hace tiempo. Por ejemplo cuando me enrollé con Myriam, con Silvina, y otras tantas que me enrollado.
—-¡¡Cállate!!no quiero escuchar más, eres un miserable, me haces daño.
-—Nos hacemos daño Adara, por que tu no me quieres, quieres a Dantés, lo sé, y te entiendo, reconócelo Adara nos estamos lastimando.
-— Jamás Dymas, óyeme, jamás te dejaré este es mi castigo y no quiero darte por perdido y menos verte en brazos de esa. Nunca, tu serás mío, si ese es mi castigo que sea así.
Cabreado Dymas sale de esa casa para ponerle fin a esa dircusión con su novia.
Se va hacia un bar comenzando a beber dándole vueltas a la conversación con Denisa y la que ha mantenido con su novia.
Solo con sus pensamientos una chica morena sexy se arrima a él, ésta la invita a una copa comenzando a tontear con él, la cosa pasa de unos simples besos a más, este sin pensarlo se marcha con la morena para terminar en la cama con ella, no quiere pensar más, solo darle a otra un momento de placer, mientras cada latido de su corazón va dirigido a Denisa.
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No me Juzgues, Ponte en mi lugar
RomanceTodos opinan, todos saben críticar, te aconsejan pero nadie se pone en tú lugar, nadie siente verdaderamente lo que tú sientes. A veces, solo necesitas eso, que te escuchen, te comprendan y te abracen. .