𝑇𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜 𝑑𝑒 𝑉𝑎𝑙𝑠 || Kᴏᴏᴋᴍɪɴ

OO1

Jungkook corría entre los árboles mientras se ponía su chaqueta con dificultad.

Llevaba un mes de conocer a Jimin y no cabía duda que era lo mejor que le pudo haber pasado. Era una persona maravillosa, su belleza física solo reflejaba la interior en él. Jungkook no tenía muchos amigos ya que sólo podía hablar con los principes aliados a su reino -los cuales no eran muchos- y sólo hablaba con ellos porque no tenía a nadie más, pero jimin era diferente.

Era una amistad real, su primera amistad real.

Todos los días, sin excepción, se veían en él árbol después de la última campanada del mediodía. En una ocasión él llevó un libro del castillo en el que venían diferentes tipos de plantas y árboles, y después de una tarde llegaron a la conclusión de que era un alcanfor.

Ese día había una cena en el castillo en dónde le presentarían a otra muchaca que lo desposaria, no estaba emocionado para nada, pero no podía borrar la sonrisa de su rostro, no después de haber estado con Jimin.

La cena era antes del atardecer, pero siempre veía el atardecer con el rubio y se rehusaba a que ese día fuera la excepción, entonces iba tarde, muy tarde.

-Principe...-Dijo Eunwoo, pero jungkook no lo dejó terminar.

-No hay tiempo para regaños, Eunwoo, mejor apresurate.- dijo para después seguir corriendo hacia el Palacio.

Eunwoo lo siguió de igual manera y después de 15 minutos ya estaban en las puertas del Palacio. Jungkook notó un carruaje desconocido y supo que ya estaban ahí los invitados. Entró por la puerta de la servidumbre, intentando no chocar con nadie en el camino.

Tomó un paño de la cocina y secó su sudor, se puso lo más presentable que pudo, y se dirigió a la entrada en donde suponía que estaban todos.

Escuchó algunas voces masculinas las cuales suponía que eran de su padre y el otro Rey, al entrar al lugar su padre fue el primero en notarlo, dirigiendo una mirada servera hacia él, la cual le congeló hasta los huesos.

-Príncipe Jungkook.- Dijo su padre, con una sonrisa forzada.-Que bueno que decide acompañarnos, justo ibamos a ir al comedor para cenar-

Jungkook hizo una reverencia y en silencio los siguió, a sabiendas que en cuanto se fueran los invitados su padre lo reñiria como nunca antes.

Al sentarse en la mesa la princesa quedó justo en el asiento frente a él. Era un poco incómodo ya que ella no dejaba de verlo fijamente. La vio de reojo y pudo notar que era realmente bonita. Ojos grandes y expresivos, piel palida y unos llamativos labios rojizos, todo con una larga cabellera castaña, sí, era muy bonita.

Jimin lo es más. Dijo su subconsciente, a lo que él fruncio el ceño, ¿por qué de la nada llegaba él a su mente?

También de la nada llegaron los recuerdos de esos dos meses y de lo bien que lo había pasado, nunca en sus 19 años de vida se había sentido tan feliz y pleno, sin duda, el chico había sido de las mejores coincidencias de toda su vida, incluso llegaba a pensar que no había sido una, y que Dios ya lo tenía determinado para él. El sólo pensar en el chico lo hacía sonreír y sentir un cosquilleo en sus mejillas.

-Me alegra que te guste la idea, Jungkook.- Dijo su padre bajándolo de golpe de su nube. Volteó a ver al hombre el cual sabía que estaba distraido, lo miró con una sonrisa arrogante y dijo: -Entonces así será.-

Volteó a ver a la chica, ella lo miraba con una sonrisa tímida y las mejillas sonrojadas, en ese momento entró en pánico creyendo que ya había acetado el matrimonio.

Miro a su madre en busca de ayuda, ella lo notó y rápidamente dijo: -Ya que los chicos irán a pasear por el jardín después de cenar- Volteó a ver a su hijo de reojo, tranquilizandolo por completo -Yo podría mostrarle a usted las habitaciones en las que se quedarán.-Dijo amablemente hacia la otra Reina que accedió gustosa.

La cena pasó tranquila ente pláticas de los Reyes en las cuales de vez en cuando involicraban a sus esposas. Jungkook sólo se dedicó a comer de la manera más lenta posible, bajo las miradas "discretas" de la princesa.

Claro, la comida no era eterna y llegó un punto en el que ya estaba fría, además de que era un poco obvia su intención y tuvo que comer el resto de un bocado.

Al levantarse los reyes de la mesa se dirigieron a la biblioteca del Castillo a hablar cosas que al hasta el momento, Jungkook no entendía. Las reinas se retiraron y sólo quedó que el llevara a pasear a la princesa por el jardín.

-Sigame.- Dijo de la manera más amable que le fue posible. Ella hizo lo que dijo y comenzaron a caminar por los pasillos del castillo dirigiendose al jardín.

-Disculpa no haberlo preguntado antes, ¿cuál es su nombre?- Dijo Jungkook mirando a la chica.

-Im Nayeon, un gusto- Tenía una voz suave y linda, como la de su madre.

-Jeon Jungkook- Hizo una reverencia la cual fue correspondida por la princesa.

Hablaron un poco antes de llegar al jardín, específicamente a la parte mas bonita de él, un lugar lleno de flores de las cuales destacaban más las rosas blancas. Mientras caminaban comenzaron a tener una conversación más amena. Nayeon tenía 18 años, era muy inteligente, sabía tres idiomas, entre ellos el Francés, incluso le enseñó algunas palabras a Jungkook y rieron de la horrible pronunciación de él. Hasta el momento era de las pocas pretendientes que realmente le agradaba e incluso habían tomado confianza en esos treinta minutos de conocerse.

-Sabes, Nayeon, hasta el día de hoy eres la mayor de todas las chicas que han venido a "desposarme".-Dijo haciendo comillas con sus dedos.-La última que vino tenia 15 años, y no era la mas joven.-

-¿Es en serio? Que horrible.-Jeon asintió concordando con ella.-Me parece una atrocidad que casen a las niñas a tan corta edad, mi padre piensa lo mismo, entonces rechazó cada pretendiente que llegará antes de mis 18 años, llegó un punto en que nadie llegaba a pedir mi mano y mi padre creyó que nunca encontraría a alguien que no se hubiera casado a mi edad, pero mira, aquí estás tú.- Rio la chica.

-Nunca ha llegado la indicada, tampoco tengo mucho interés en casarme, nl ahora.-Dijo el ignorando lo que realmente ella quiso decir con lo último.

-Jungkook...-llamó ella y él la volteó a ver en seña de que tenía su atención.-No es por indiscreción pero, ¿Por qué llegaste tan tarde hoy?-Preguntó, a lo que él volteo hacía el cielo que era iluminado ahora por la Luna.

-Conocí a alguien hace un tiempo...-La miro de reojo esperando encontrar decepción, pero no, sólo su mirada antenta. Así que continuó.- Fue algo así como una coincidencia.-

-Oh...-Dijo ella con intriga.-¿Cómo es?-

Hermoso. Fue lo primero que atravesó su menta ante la pregunta, pero sabía que no podía decir eso.

Volvió a mirar al cielo y comenzó a recordar el rostro del chico el cual se encargó de memorizar todos los días.- Tiene, unos hermosos ojos cafés, y labios tan rojos como las cerezas, piel blanca que parece tan suave como la seda, todo eso, junto con un lindo cabello dorado que parece tan sedoso al tacto.-Otra vez, se había metido en su nube, sin recordar que estaba frente a la que tal vez sería su esposa. Rápidamente la volteó a ver para corregirse, pero ella lo impidió.

-Suena como alguien hermoso, parece que realmente la quieres por la forma en la que hablas de ella.- Dijo con una sonrisa radiante, no parecía haberle molestadl en lo absoluto.

A la mente de Jungkook llegó la imagen de Jimin cuando le contaba las cosas que le apasionaban y la forma en que su rostro se iluminaba cuando lo hacía.

-Sí, es hermoso.- Dijo involuntariamente con una sonrisa.

Ahí se dio cuenta de que otra vez lo había arruinado por la cara de asombro de Nayeon.

Gracias por leer, espero que les esté gustando tanto como a mi escribirlo, si es así no olviden votar.

Me alegra que haya gente a la que le gusta lo que hago, y mientras haya vistas y votos yo seguiré escribiendo ^-^✨.

Terminé de escribir esto a las 6:12 am, pero no podía dormir porque se me iba a olvidar que escribir jajdjak.

Perdonen las faltas de ortografía ㅠㅠ.

Even though i knew it was going to be morning one day, i wanted to stay in your sky like a star.

16/01/2021