Ep. 34

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     Astoria retrocedió hasta topar contra una mesa. Si que era aterrador ver a Draco con esa mirada clavada en ella.
   —¡N-No fui yo!
   —No tienes nada con que comprobarlo, yo si.
   —¡No! Tienes que escucharme.
   Malfoy se alejó y cruzó de brazos, sin quitarle la mirada de encima.
   —Espero que me des una buena explicación.
   La chica asintió y tomó aire.
   Con la sala completamente sola, fría e iluminado por una miserable fogata. Podía ver la burla reírse de ella rondando por sus pies.
   Tragó saliva.
   —Yo…
   —¿Cómo es que los demás llegaron a sus habitaciones y haber tomado allí la poción?
   —N-No lo sé, solo… Se qué yo… Te iba a esperar en la sala—Aclaró, levantando los ojos—Te estaba esperando, luego… Vi vasos sobre la mesa, había un papel, diciendo que eran bebidas… Para los estudiantes Slytherin, de parte…
   —¿De parte de quien?
   Astoria movió la mirada, nerviosa.
   —De ti…—Murmuró, intimidada—Pensé que no habría problema, tomé un vaso y me senté en el sofá, para esperarte. Solo di un trago, muy pequeño… Y me dormí.
   —¿De mi?
   La chica asintió.
   —La verdad no pensé en los demás, creí que estarían haciendo sus asuntos o… Fuera de la sala. No sé realmente qué pasó con ellos, yo solo te cuento mi versión.
   Draco suspiró y tomó su cabello, frustrado y tratando de comprender la situación.
   ¿Él? ¿Agua para los estudiantes de Slytherin?
   —Yo jamás haría eso…
   —A mi me sorprendió realmente.
   El rubio estaba pensativo en su mundo, tratando de asimilar la situación. Es decir, alguien había puesto los vasos, aunque no podía explicar cómo es que todos tomaron de los vasos en sus habitaciones. Todo era tan confuso y Astoria no parecía mentir.
   —Pero si tomaste la poción, ¿Por qué no estabas completamente dormida?
   —Me adormeció el cuerpo, pero mis sentidos tenían algo por despierto, podía escucharte… Pero me costó comunicarme.
   Ups…
   ¿Entonces se habrá dado cuenta que la lanzó a la primera cama que encontró?
   Dios… Más vergüenza no.
   El rubio frotó su rostro y suspiró pesadamente sin quitar la mirada de la chimenea. Le costará bastante dormir con miles pensamientos rondando por su cabeza.
   Alguien buscaba culparlo.
   Pero, ¿Por qué? ¿Quién?

     Hermione espero a que salieran las demás chicas y entonces cerró la puerta.
   —No sabes lo ridículamente confuso que es Bob—Dijo la morena, sacudiendo ligeramente su cabello, mientras bajaban las escaleras a la sala común—A veces me impresiona los conocimientos que tiene y lo bueno que es con los números, pero también se comporta como un idiota.
   Peverell rió.
   Era una hermosa mañana de invierno. El sol apenas iba saliendo, reluciendo sus melenas de rayos y ambas chicas también estaban listas para su jornada de clases.
   —Por eso Bob… Es Bob.
   —Pero me confunde tanto.
   —A mi me agrada—Sonrió y en ese momento se escuchó un gruñido molesto desde su estómago.
   Emily bajó la mirada, sorprendida por el hambre de la bestia que ________ era.
   —Creo… Que seria mejor que nos apresuráramos a llegar al comedor—Bromeó—Además, ¿Hoy no te toca entrenamiento de Quidditch?
   —No estoy tan segura de que le toque a Gryffindor, creo que es Hufflepuff.
   —Que raro, en alguna parte vi que le tocaba a Gryffindor.
   —No importa, luego lo averiguamos—Sonrió y miró por detrás de ella, donde Hermione caminaba solitariamente a sólo un par de metros de ella—¿Granger? ¿No vienes con nosotras?
   El rostro de la rizada se iluminó y se acercó tímidamente al par de chicas.
   —Gracias.
   —¿Sucede algo? Te ves algo decaída.
   —Estoy bien—Hermione agachó la cara hacia la cadera—Es solo que Ron y yo… No nos hemos hablado desde hace unos días.
   Peverell puchereó con lástima. Su amiga estaba triste porque no hablaba con su mejor amigo desde hace días, entendía lo que podía significar.
   Le importaba, pero en parte sabía que era problema entre ellos.
   Volvió a sonreír y le tomó el brazo a las dos chicas que estaban a cada lado suyo. Le transmitió una energía positiva a la chica rizada, queriéndole decir, que de cualquier modo, todo iba a estar bien, las cosas se iban a arreglar en su debido momento y lo sabía porque también estaba pasando por la misma situación.
   Un tiempo… Para arreglar las cosas.
   Entonces al salir de sala, se fueron caminando tomadas del antebrazo, contentas y riendo, mientras hablaban de los temas más triviales.
   —¿No crees que te está mirando demasiado?—Susurró Jones, con tal de que sólo Hermione y _______ escucharán.
   —¿Quién?
   —El señorito Malfoy.
   Peverell levantó el mentón y no fue bastante agradable ver que al primer chico que no quería encontrarse ese día, fue el primero.
   Draco caminaba junto a otro grupo de chicos de Slytherin. Con la mirada en alto y una mano en el bolsillo del pantalón.
   Cielos… ¿Qué le pasaba?
   Se le veía tan presuntuoso.
   La chica tragó saliva y siguió caminando, poco a poco acercándose cada vez más al grupillo. Se apartaron un poco para pasarlos de largo, aunque la mirada no pudo hacerlo.
   La forma tan coqueta en que el rubio movía las caderas al caminar, sus zapatos afilados y unos dulces ojos grisáceos a los rayos de la fresca mañana.
   Claro que no iba a dejarla en paz tan fácilmente.
   Idiota…
   Y justo para cuando estaban pasando lado a lado, sus ojos se encontraron en un hilo de segundo, explotando el acicate dulce que les invitaba a comerse a besos contra el frío suelo del pasillo que recorrían.
   Jamás sucedió.
   Draco se reprimió a sí mismo, al nunca provocar algún gesto en la chica. La situación era mucho más difícil de lo que creía.
   Mientras que ________ agradecía el haber dejado de verlo, si no, creía que por un momento correría y se lanzaría a sus brazos.
   Suspiró y siguió caminando junto a sus amigas.

Hechizo ~ Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora