“¿Aún.. estás ahí?”
Ésta pregunta tenía la cabeza de Diego hecha un lío.
Ni siquiera sabía hacia quién iba la incógnita, solo esperaba desesperadamente una respuesta, la más vana o insensata, solo quería una simple respuesta a su pregunta.Dejó salir un suspiro pesado llevando sus manos a su cabeza mientras se inclinaba en la silla en la que se encontraba sentado, mirando hacia el techo con la mirada perdida. Estaba abrumado, la escuela era sumamente pesada y realmente necesitaba un promedio alto, la presión más ese absurdo sentimiento de vacío lo tenían exhausto. Volvió su mirada hacia su cuaderno aún en blanco, le era imposible concentrarse. Decidió descansar un rato, dirigiéndose hacia su cama para dejarse caer en esta, colocando su cara en la almohada.
“¿Me recuerdas?..
¿Te recuerdo?”Nuevamente las preguntas sin sentido alguno. Fijó su mirada en la luna que se asomaba por su ventana, dejando caer sus párpados como si pesaran toneladas, poco a poco cayendo en un sueño profundo, no antes sin susurrar un casi inaudible...
“Emiliano..”
Aquél nombre salió de sus labios sin razón alguna, un nombre desconocido para él pero tan nostálgico que no pudo contener una pequeña lágrima al terminar de pronunciarlo, quedando profundamente dormido seguido de esto.
“¡Diego!..”
Dejó escapar un desesperado grito mientras se levantaba de golpe de aquél sueño tan cálido y comfortable que no lograba recordar. Poco a poco Emiliano se reincorporó en su cama confundido por lo que acababa de pasar. Desconocía por completo ese nombre, se quedó pensando un buen rato recordando a todas las personas con algún nombre similar para tratar de comprender su situación, hasta que halló en sus recuerdos un momento que no supo cómo es que se atrevió a olvidar, donde se encontraban dos pequeños jugando a las escondidas.
–“¡Te encontré!”
—“Está bien, está bien, me toca a mí, ve a esconderte”
–“¡Jamás me encontrarás, te lo aseguro!”
Recordó aquél día en el que buscó y buscó por todo el patio de juegos, por cada salón e incluso atreviéndose a entrar en los ya vacíos baños de chicas, sin éxito alguno.
Joder.. ¿Porqué tenías que cumplir eso?
Dijo tratando de contener sus lágrimas, apretando sus puños tan fuerte como le era posible mientras recordaba esa historia que anhelaba tuviera un final diferente, como si pensarla de nuevo fuera a cambiar el final. Se quedó sollozando gran parte de la madrugada hasta finalmente quedarse dormido nuevamente, esperando olvidar esa dolorosa historia al despertar al día siguiente.
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"Te encontré"
RomanceDiego vivía en constante espera de algo o alguien que no sabía si algún día iba a llegar. Emiliano vivía con prisa de llegar a un lugar o con un alguien que no sabía si estaría ahí, aún esperando por el.