VIII

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De esa manera con mis dos brazos ocupados

Abrazo el viento de la primavera

El tiempo todavía es nuestro

Así que me encantaría que no dijeras

Que algún día olvidaremos esto



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Dong Ju tecleó un mensaje apresuradamente, bajó las escaleras a hurtadillas intentando no ser escuchado, tomó sus llaves de la mesa junto a la entrada y salió cerrando con cuidado tras de sí. Al bajar las escaleras del pórtico vio a lo lejos a Geon Hak acercarse vistiendo unos jeans desgastados con tenis y una camiseta negra ceñida a su pecho torneado, bajo la que se perdían algunas de las gotas procedentes de su cabello húmedo, el menor casi detuvo su andar ante la realización de que, aunque era inapropiado para él como su empleador decirlo en voz alta, su guardaespaldas era muy atractivo.

Luciendo con elegancia un ceño fruncido el mayor lo rodeó con el brazo aún sin tocarlo, lo guió hasta el auto, le abrió la puerta del copiloto y se acomodó en el asiento del conductor.

— ¿Qué sucedió? —inquirió con un tono frío, casi sonaba molesto— ¿A dónde quieres ir?

Aquella seriedad superó las expectativas de Dong Ju, pues cuando envío ese corto mensaje exigiéndole que lo sacara lo más pronto posible de la casa no esperaba causar tal reacción en el mayor.

— A donde no esté Dong Myeong.

— ¿Pelearon de nuevo? Pensé que se estaban llevando bien.

— No peleamos —explicó con algo de culpa—, pero tampoco nos estamos llevando bien.

Geon Hak suspiró con alivio y sonrió, relajando así su expresión.

— Explíquese Joven Amo, este humilde sirviente no comprende sus inquietudes —bromeó sonriente.

— No lo entiendo, me dijo que hiciéramos una tregua, pero me molesta incluso más que antes.

— Ya veo —comentó el pelinegro asintiendo—, eso es bueno.

— ¿Cómo eso puede ser bueno Geon Hak?

— Sencillo, así se tratan los hermanos.

El castaño lo meditó sin saber si su empleado le estaba jugando una broma o hablaba en serio, porque ¿qué sabía de las relaciones entre hermanos? Siempre vivió como un hijo único, pese a tener a Ha Rin a su lado durante su infancia lo vio como un compañero ocasional de juegos y aunque se habían hecho más cercanos con el pasar de los años sus sentimientos referentes a Ha Rin se alejaban de ser los que se tendrían por un hermano.

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