Parte única

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Los lobos se acercaban cada vez más, Mark continuaba corriendo a través del oscuro bosque en cada paso sintiendo menos sus piernas. No sabía por qué corría, pero el instinto le decía que debía escapar porque ellos le harían daño. Él es solo un chico insignificante que trabajaba estudiando los árboles nativos del lugar, sin embargo, ahí estaba intentando salvar su vida corriendo lejos del enemigo que se acercaba rápidamente. Su respiración se estaba transformando en algo dificultoso, el bosque estaba oscuro, parecía eterno y el único fin que se acercaba era el de su propia vida.

A su derecha vio unos ojos dorados observar hacia él fijamente mientras el cuerpo peludo se acercaba en cuatro patas plantándose en frente de él, luego otro a su izquierda y de pronto se vio rodeado de aquellos mamíferos que mostraban sus caninos, él era la presa. Este era el final.

De pronto una luz, unas alas oscuras. Ya no tocaba el suelo porque volaba en brazos de alguien, no podía ver bien su cara pero distinguía unos ojos miel brillantes que le miraban intensamente, Mark sintió la necesidad de tocarlo así que alzó la mano que tenía libre ya que la otra estaba alrededor del cuello de ese ser a quién no podía observar bien. Cuando estaba a unos centímetros de tocar su piel todo se desvanecía.

Otra vez el mismo sueño.

Era la quinta noche que tenía el mismo sueño y acababa justo ahí cuando estaba por tocar a ese alguien que lo había rescatado. Era frustrante y Mark se preguntaba si las películas de fantasía que lo obligaba a ver Donghyuck tenían relación con ese extraño sueño.

Como todos los días luego de despertar el chico seguía la misma rutina que consistía en tomar una ducha, desayunar rápidamente y correr a la universidad.

Estudiaba ciencias biológicas con mención en ecología y preservación de especies, actualmente en su último año Mark pasaba más tiempo en un bosque nativo a la salida de Vancouver que en cualquier otro lugar. Allí se encontraba estudiando el impacto del cambio climático en las cortezas de los árboles respecto a su textura, dureza y las especies que allí albergan.

De jueves a domingo Mark se hospedaba en una cabaña auspiciada por la universidad que colindaba con el bosque para que este pudiera desarrollar su trabajo tranquilamente, y los otros días se quedaba en los dormitorios de la universidad dado que aún tenía algunas clases a las que asistir. Lee Donghyuck, alias Haechan, es su pequeño hermano que lo acompañaba en sus jornadas de investigación con la excusa de protegerlo en aquel solitario lugar. La realidad era que en dos meses de investigación ni una sola mosca se ha atrevido a atacarlos y el único problema era el frío nocturno ya que a mediados de noviembre el invierno estaba acercándose.

Una vez las clases del jueves en la mañana acabaron Mark pasó por Haechan a la facultad de música y se trasladaron a la cabaña, el clima se estaba tornando más frío por lo que ambos chicos llevaban más capas de ropas para aguantar la baja temperatura. A eso de las cinco y media de la tarde el cielo comenzaba a perderse en una profunda oscuridad, sin embargo, Mark necesitaba verificar los árboles de la zona nororiente del bosque, a unos dos kilómetros de la cabaña, por lo que le pidió al menor que preparara la cena en lo que él volvía.

Cerca de las siete el trabajo del día había concluido, Mark caminaba rápido por el ya casi memorizado camino del bosque que le llevaba al hogar temporal. Con una linterna iba iluminando su caminar, de repente a lo lejos en un alto árbol vio un movimiento, el sonido de unas alas moverse. Era una especie de águila nocturna que no recordaba haber visto ni leído que habitara en esta zona. Medía cerca de un metro, tenía un color café oscuro bordeando el negro y unos ojos miel filosos que lo observaba a él con detenimiento. El muchacho estaba entusiasmado observándola y a la vez temeroso ya que se veía como un animal letal. De un segundo a otro el ave estiró sus alas volando lejos del árbol perdiéndose en la noche. El estudiante estaba feliz de incluir una nueva especie en su memoria de tesis, apresuró el paso y volvió a casa para contarle a su hermano su nuevo hallazgo.

El protector del salvador - JohnmarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora