Siento asfixia. Como si incendiasen la biblioteca de mi mente y me ahogase en las cenizas de libros en blanco y en el monóxido de un alma desarmada. Perderme como único referente fue el origen de un desequilibrio que perdura en mi ser. Nunca tuve referentes durante mi infancia a mi alrededor, por lo que tuve que instaurarme desde muy joven como la lógica de un hogar. Debía ser un genio si quería escapar de una realidad mediocre, plana e inestable. Al tiempo, cumplido ese objetivo, me desprendí de esa piel de niño sabio, iniciando una metamorfosis en beneficio de una inmadurez y una adolescencia no expresada en su plenitud hasta el momento. Evidentemente, mis nuevas acciones seguían un rumbo opuesto al personaje que el guión dictaba como socialmente intrínseco en mi persona. Por ello, encontré en mi entorno claros referentes que mostraban ápices de lo que había sido y de lo que podía volver a llegar a ser. Volantazo tras volantazo, guiado escribía nuevos caminos, aunque si os soy sincero, ninguno terminaba por convencerme y concebía como propio. En los últimos meses, traté de llenar mi vida de grandes estímulos, pero mintiéndome una vez más y transformando la realidad que percibe mi entorno de mí, me impuse la necesidad de envolverme en diferentes sedas, a sabiendas en mis entrañas que ninguna de ellas luciría en mi piel como exoesqueleto del futuro que pretendía construir. "Hago muchas cosas", una banalidad global más bien alimentada por migajas de pan duro. Me gustaría pensar que no pospongo mis sueños, pues me encontraría en una contradicción mental que heriría mis sesos con nuevos procesos. Quizás no tenga sueños, quizás viva en un sueño o simplemente quiescente me hallo en fase G0. Ensoñaciones... Menuda palabra, no sé si me condena o me conducirá al trono de cristal que merezco. De la opacidad a la translucidez, jugando con colores, sombras y tejidos crearé un ente transparente al mundo. Origen de ordenadas preguntaste por mí en aquel cuerpo dimensional que crecía y me atrapaste. Cambiaste el sentido y módulo de mi vector infinitud de veces. No me preocupa no dar con la coordenada ahora mismo, aunque como clarividencia divina se ilumina bien un principio básico de mi existencia: "cuando asuma el nuevo tablero, arrancaré las fichas del juego y me las llevaré al paraíso que mi delicada poesía elija". Facilitando la traducción de este tocho, no puedo obviar el ego que mi infancia educó teniendo en cuenta su única perspectiva y voluntad. No sé, si del sueño emanará el ego o viceversa, pero de no ser así, estático miraré la película que otros filman.
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Balance actual
SpiritualLlevo una semana en nueva crisis existencial y de deconstrucción. Tan solo necesitaba desahogarme.