Ángel de la Guarda

Capitulo 40

El desierto, un lugar donde de día es caluroso y árido y al caer la noche un lugar que sigue siendo árido pero te hiela hasta el hueso, perfecto lugar para la manada y los demonios, acostumbrados a esos ambientes, pues es donde estaban ellos esperando a los ángeles, en un silencio sepulcral, solo se sentía el viento correr, todos uniformados y con armas necesarias para luchar contra el enemigo, los minutos pasaban y ya se empezaban a desesperar, hasta que los sintieron, sintieron el poder, los nervios correr por sus cuerpos, los que tenían pareja se miraron mutuamente y se dijeron lo todo sin hablar, una despedida corta y significativa en segundos una luz cegadora apareció a legión de ángeles unos 200 metros de ellos, no esperaron mas y paso el choque entre dos bestias poderosas, era un lugar sangriento lleno de heridos ya que los muertos desaparecían, Jackson, Ethan y Aiden peleaban a la par protegiéndose las espaldas, con heridas visibles, los mismo hacían Lydia Mason y Allyson, Peter y Jordan protegían a Noah y Melissa mientras curaban a Kira y algunos demonios, Erica, Boyd y Hayden peleaban por otra parte, Blaise, Eros y Liam por otra, mientras que los mas feroces eran Derek y Odisea quienes desaparecían a todo quien se acercaba Stiles con Scott los dejaban inconscientes o mal heridos hasta que todo fue muy rápido y Derek no vio venir un ángel por un costado derribándolo, el castaño al darse cuenta de esto no dudo un segundo y voló hasta donde estaban matando al ángel, desde ese momento fue todo una matanza, no dejaban a nadie vivo, hasta que Odi se encontró con su tío Rafael

-sobrina querida e esperado este momento desde que me dejaste vivir – hablo emocionado

- una lástima, tu no estas en mis pensamientos – dijo fríamente, esto enojo al ángel que arremato contra ella – ¿Por qué no mejor pelea tu líder? Es que ya sabes, no eres el mejor rival – dijo con arrogancia cruzando espadas

- y aun no me derribas – dijo molesto

- bien, si lo quieres así – dejando los juegos paso la espada por los pies del ángel haciéndolo caer y enseguida poniendo su arma devuelta en el cuello

- Espera, tengo que ver tu cara cuando te diga quien es el que esta contra ti – hablo como pudo

- Pues dilo – le dijo la castaña clavándole la espada en el cuello haciéndolo sangrar.

Desde lejos se veía a la castaña matándolo, y ella perdida en sus pensamientos, todos estaban ocupados peleando sin percatarse que Odisea estaba ensimismada, sin protección

-Sobrina mia, ¿es que no lo viste venir? – pregunto el ángel a unos metros

- ¿Por qué? – pregunto llorosa

- oh por favor, sabes muy bien que no deberías existir, fue fácil en realidad, solo tuve que decirte que tenías familia y ya, lo hiciste tu solita al querer salvar a tu primo, yo solo los dirigí

- pero estoy aquí ¿no Amenadiel? – dijo con prepotencia

- no por mucho – dijo volando hacia ella

Espada contra espada, cuerpo contra cuerpo, familia contra familia, todo era un caos, ya todos estaban viendo la pelea entre ellos esperando ver quien ganaba, la castaña iba mal, no podía contra su tío, quien convivio sus años de vida, quien le enseño a pelear y adaptarse, como podría lastimar a alguien que fue como un segundo padre, mientras peleaban pensaba en ello, perdió concentración y el angel le dio un cabezado desorientándola en el aire, la elevo con el para pegarle una patada y mandarla contra el piso, algunos de su bando cerraban los ojos al no querer ver lo que estaba pasando, una última patada enviándola al lado de sus hermanos, que la escondieron por un segundo mientras un castaño se enfrentaba al angel.

-Por favor niño sal de en frente, si no tendré que matarte – hablo Amenadiel serio, Stiles no salía de su frente – bien tu haz querido

- En realidad te estaba distrayendo unos segundos – vio la cara de confundido – oh es que no se si Odisea te haya contado, en realidad era un secreto entre los del infierno, mm Odisea se droga

- ¿en qué me afecta? – pregunto confundido

- Pues, te va a afectar – dijo para moverse hacia un costado dejando pasar al demonio con alas que se estrelló contra Amenadiel

El ángel se defendía como podía, apenas y podía ver los movimientos de la chica, incluso empezó a temer, no se veían los ojos humanos solo uno completamente negro y el otro plateado, la espada lo había cortado en la pierna y los brazos, tenia rasguños por su torso, estaba cansado la pelea iba muy rápida, ya era de noche y el frio le calaba pero ella no parecía estar exhausta, ni una gota, empezaron la lucha cuerpo a cuerpo, el ángel estaba desfigurado, cayendo de rodilla esperando la muerte pero no sintió nada solo una ventisca, levanto la mirada y entre ellos dos estaban Lucifer y su padre

-Me decepcionas Amenadiel y todos ustedes chicos – hablo hacia todos los ángeles espectadores que solo bajaron la cabeza

- ¿Cómo pudiste? – hablo molesto Lucifer

- Como pudiste tu cuidar de ella – hablo enojado Amenadiel

- Hola abuelo, papi – saludo la castaña mirando hacia la nada misma, como si no estuviera, lastimada por donde se viera, atrás de ella la manada viendo sin poder creerlo a Dios

- Pequeña – saludo – nunca más me visitaste – dijo con reproche

- no pensé que quisieras a un monstruo por nieta, como no detuviste a los ángeles – dijo como si nada

- No sabia nada de esto, lo siento querida

- ¿Se conocen? ¿La quieres? – pregunto incrédulo Amenadiel

- Obviamente, es su nieta, hija mía, de su favorito – dijo prepotente Lucifer – y esto es imperdonable, nunca mas te acerques a mi hija o date por muerto

- Lucifer ya – hablo padre – Amenadiel, estarás desterrado por varios años hasta que te arrepientas – dijo para después voltearse hacia la castaña – vuelve – chasque en su cara, Odisea volvió a la normalidad, siendo humana y consciente

- abuelo, estoy cansada – admitió la castaña, ¿puedes por favor volver todos a sus casas?

- Claro pequeña – solo falto eso para que caiga desmayada en brazos de Lucifer

fin