El Diablo En Mi •Michael Langdon X (Tn)•

El Inevitable Final

Michael poco a poco recobró la conciencia, su cuerpo estaba entumido, pero logro recuperar la sangre que había perdido, sanó sus heridas con rapidez y se puso de pie. Lo ultimo que recordaba era a (Tn) a punto de enfrentarlo.
  
 
 
- No quería llegar a esto, mi amor...- Soltó un largo suspiro. 
 
 
 
Sus ojos volvieron a tornarse negros, no quedaba rastro de los bellos ojos azules que la joven Briand admiraba tanto, poco a poco Michael iba perdiendo su humanidad. No descansaría hasta matar a las brujas y cambiar los recuerdos de (Tn). Si él cumplió la voluntad de su padre, también cumplirá su capricho. Subió las escaleras rápidamente, la adrenalina inundaba su cuerpo, estaba ansioso por derramar la sangre de sus enemigas y fue cuando dio vuelta por el primer pasillo que se topó con una rubia y una pelinaranja. Una sonrisa burlona decoró su rostro cuando supo el motivo de su presencia: "Detenerlo", ¿Acaso lo tomaban por tonto? Ellas no eran rivales para él. No eran más que peones estorbando en su camino.
 
 
 
- ¿Es en serio?- Preguntó incrédulo. - Dos contra uno... eso no es muy justo, pero lo dejaré pasar porque van a morir de cualquier modo.-

- Hablas mucho, niño bonito.- Madison apunto a la cabeza de Langdon con la ametralladora. 

- Eso ya no funcionará.- Caminó hacia ellas.

- Lo sé.- Cambió su objetivo y le disparó en el pie, haciendo que se detuviera y Coco pudiera atacarlo por detrás. - Pero aún así va a doler.-
 
 
 
  
  

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Cordelia seguía presionando la herida de Mallory mientras (Tn) abría la gran puerta que llevaba a la bodega. Había dejado un rastro de sangre por todo el camino, eso era un problema, no solo era sangre que perdía el cuerpo de Mallory, también era una guía para Michael. Cuando estuvieran adentro lo primero que debían hacer era curar a la bruja herida.
  
 
 
- ¡Listo!- Anunció la peliblanca. Cargaron a la chica de lentes, la bajaron con cuidado y Cordelia se apresuró a usar su magia para curarla, pero no funcionaba.

- Vamos, Mallory no te duermas.- La desesperación comenzaba a apoderarse de la Suprema.

- Tiene que haber algo que podamos hacer.- (Tn) se acercó y puso su mano sobre la de Cordelia para presionar la herida de la bruja.

- Déjame...- Murmuró Mallory con mucho esfuerzo, intentado apartar la mano de (Tn). - Tra... traidora.- 

- ¿Qué?- La ojiverde estaba perpleja.

- ¿Por qué lo dices Mallory?- Cordelia vio confundida a la chica de lentes y después a la peliblanca.

- (Tn) nos... traicionó.- Con cada palabra que pronunciaba Mallory un suspiro de vida se escapaba de entre sus labios. - Ella está... con Langdon.-
 
 
 
La mano temblorosa de Mallory buscó entre el bolsillo de su delantal la prueba de sus palabras y le dio a la Suprema el papel arrugado. Cordelia lo tomó y desdoblo, no podía creer lo que estaba escrito en el. 
 
  
 
- Cordelia yo...- (Tn) habló, pero la mirada de Cordelia la hizo callar.

- ¿Qué significa esto?- Le mostró la carta y en ese momento (Tn) deseo haber quemado aquel papel. - Acaso no sabes todo lo que ha hecho Langdon, cómo es posible que aún estés enamorada de él. ¡Él mató a mis niñas!-

- ¡Lo sé! Y fui una tonta al creer que podría hacerlo cambiar, pero debes creerme Cordelia. Yo solo quiero salvarlas.- Los ojos de (Tn) se cristalizaron por las lagrimas. - Ustedes son mi familia... Son lo único que tengo. Por favor, dame la oportunidad de demostrártelo.-

- (Tn)...- Cordelia estaba a punto de hablar, pero un cuchillo atravesó su pecho, había sido apuñalada desde atrás.

-¡NO!- La ojiverde corrió a sostener el cuerpo de la rubia.
 
 
 
(Tn) levantó la mirada esperando encontrarse con Michael, pero no era él quien apuñaló a Cordelia. Quien sostenía el cuchillo ensangrentado, no era nadie más que Mallory.
 
 
  
- ¿Mallory?- Preguntó incrédula la Suprema.