Capítulo 10

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Ya por fin estoy en mi despedida. Y con "despedida" me refiero a que mi madre llamó a mi vecina y a Kate para ir a la casa de Jade, donde comeremos hamburguesas a la parrilla que hará Matt (tengo miedo) y las familias llorarán. Si fuera por mí, mi despedida hubiera sido una maratón de Netflix, pero esas cosas no pasan.

Estreno un vestido que compré hace tres meses con Kate, floreado, sin breteles, no es necesario usar sujetador. Es de las pocas cosas que aún no he empacado. En los pies unas sandalias con tacón (de uno o dos centímetros). Me maquillo solo porque mamá me obliga, con un poco de base y rímel. No me veo mal.

Bajo las escaleras. Mi mamá, Hannah, Kate y Susan (la madre de Kate) están esperando. Las dos mayores con lágrimas en los ojos. Me despido de Susan, subimos al auto antes de que empiecen a llorar y todas me siguen. El camino a lo de Jade es silencioso, me gusta. Puse FOUR con el celular y nadie se quejó, ni siquiera Hannah. Oh, vamos. No es un día muy distinto a los demás.

Jade también lleva puesto un vestido, es floreado, aunque no igual al mío. Como si mi madre y su abuela hubieran coordinado. Me siento un poco ridícula. Me mira sorprendida al principio y hace una mueca. Sé que mi cara está igual que la suya.

No hay tanta gente como pensé que habría. En realidad, son solo mi madre, Hannah, la abuela de Jade y nuestro grupo de siempre.

-¡Mira qué bellas están! -Exclama la abuela de Jade.

Jade y yo posamos para las fotos que nos vemos venir. Y no nos equivocamos: las dos mujeres sacando fotos.

-¡Selfie para Insta! -Le grito a Jade y ponemos nuestras caras más inocentes para la cámara.

Último día en Estados Unidos. Inglaterra ¡allá vamos! -Etiqueto a Jade.

Matt comienza a cocinar. Kate intena ayudarla, pero, de las mujeres que conozco, es la que tiene menos idea de cómo cocinar.

Almorzamos. Es literalmente una sesión de fotos. En estos momentos me arrepiento de haber comprado mi cámara, porque mi madre la usa como si fuera suya. Creo que se la regalaré, de todas maneras no quiero tener que respaldar todo eso en mi computadora.

-¡Un brindis! -Dijo Nate levantando su vaso de Coca-Cola (sí, a mamá no le gusta la idea de que tomemos alcohol) -por las más lindas, que tengan un hermoso viaje -Todos vitorean, levantan sus vasos y toman.

Más fotos, esta vez grupales. Me atrevo a pedirle a Hannah que tome algunas con mi celular, así me las llevaré. Nos toma Jade y yo solas, y con cada uno de los demás.

-Hey, Sam -Me dice Nate.

-¿Qué pasa? -Le pregunto a mi amigo con una sonrisa.

-Te ves hermosa - :$

-Oh, gracias -Le sonrío y vuelvo mi atención a la conversación entre la abuela de Jade y mi madre como si fuera lo más interesante del mundo.

Ayudamos a ordenar todo y nos quedamos los cinco juntos.

-No puedo creer que se vayan -Dice Matt.

-Tampoco yo. ¿Ahora quién me aburrirá con sus historias sobre One Direction? -Replica Kate.

-Awww chicos -Dice Jade y se quita una lágrima dramáticamente.

-Los sábados de American Horror Story no serán lo mismo -Interviene Nate.

-Sí, ahora Kate podrá decir que Evan Peters es suyo y no podré negárselo -Digo yo y todos ríen.

-Volveremos en vacaciones -Asegura Jade -Para Navidad y año nuevo.

No estoy triste ni me siento nostálgica. En realidad, estoy más ansiosa que nunca. Son las seis de la tarde y nuestro avión parte a las dos de la madrugada. Trajimos mis cuatro valijas, toda esta gente nos acompañará al aeropuerto.

Fool's goldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora