Capítulo 3🖤

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Casandra, ¿quién es esa? ¿de dónde salió? ¿y por qué David me sale con esto? No me lo puedo creer, ¿su novia?...

Llevo toda la puta tarde pensando en lo mismo, llorando, tengo el corazón hecho pedazos, el alma destruida. No quiero ver a David con otra mujer, no puedo soportar algo así...

—Sabrina, ¿no me piensas ayudar a preparar la cena?

—Sí mamá, ya voy.

De verdad no tengo muchas ganas de nada, todavía la noticia inesperada de la novia de David me tiene muy mal, pero no quiero que mi mamá sospeche nada así que decido ayudarle en todo lo que me ordena y para cuando la lasaña estaba en el horno yo me había metido a bañar, estaba tratando de buscar alguna excusa para no estar en esa cena, pero al no encontrar alguna convincente decidí bajar.

El comedor estaba completamente arreglado, la mesa lista y la lasaña enfriándose. Al parecer mi mamá estaba muy emocionada por conocer a la novia de mi hermano porque estaba muy activa y se había arreglado de una forma muy poco común en ella.

—Mamá de verdad que no tengo hambre, me voy a mi habitación.

—Ni hablar, te quedas aquí—me habla molesta, sería mucha descortesía de tu parte no recibir a la novia de David.

—Pero mamá — me quejo

—Ni peros ni nada—me grita—te quedas y es mi última palabra.

Pasan unos cuantos minutos (que parecen horas) y siento como suena el timbre, al saber que mamá está preparando los últimos detalles decido ir yo a abrir.

Al otro lado de la puerta está David tan lindo como siempre, muy bien vestido, impregnado con ese aroma tan suyo y esa sonrisa que congela, pero desgraciadamente no está solo, a su lado está una chica que parece de su edad, es un poco más bajita, de cabello negro y que automáticamente se ha convertido en mi rival, mi enemiga, una piedra que tengo que sacar de mi camino

— Hola hermana—sonríe, ella es Casandra

—Mucho gusto—dice ella de una forma tan amable que me parece falsa—tú debes ser Sabrina ¿no?

—Mjm — los invito a pasar y me doy la vuelta.

Sí, me di cuenta que a David no le gustó que tratara así a su novia, pero no lo puedo evitar. Es algo más fuerte que yo, de sólo pensarlo con otra que no sea yo me hace perder la cabeza.

—Oh, ya están aquí— el entusiasmo de mi madre va más allá de lo normal.
Mamá, ella es Casandra —dice David, y me mira por un momento.

—Mucho gusto linda—mi madre le da dos besos

—El gusto es mío señora—responde la muy zorra.

—No, que va, no me llames señora, llámame Marta.

Al parecer mi madre quedó fascinada con esa fulana, porque en la cena no paraba de hablar de lo linda que era y de lo buena doctora que sería. Baff estupideces. La única que se ve linda al lado de David soy yo, aunque la sociedad no esté lista para eso.
Han pasado casi tres horas y ella todavía está aquí, tengo ganas de sacarla yo misma.

Pero no, no puede ser, van a su habitación, no quiero imaginar o que sucede allá adentro.
Prefiero pensar que estoy ciega y que nada de esto es real. Espero un par de minutos y sigo tras de ellos, pero me meto en mi habitación quiero llorar, gritar, pero me es imposible, oigo a través de las paredes todo lo que están haciendo, sus risas, sus gritos, los gemidos, y más que dolerme me excita, mi mano se apodera de mí y de mi cuerpo, imaginado que esa que está allí, del otro lado soy yo, que las manos de David me tocan a mí, que él me domina, me hace suya, y hace que tenga un orgasmo maravilloso.

Pero nada es perfecto, la mente vuelve a jugar conmigo y me hace saber que otra ocupa mi lugar, me pongo de pie y busco en la vieja caja, ahí está, juré que no iba a hacerlo más, pero en casos como éste la necesito.

Sigue igual de filosa, de peligrosa, esa navaja debía haber desaparecido, pero ahí sigue, atravesando la superficie de mi piel, dejando libre mi líquido rojo, haciendo que cada gemido proveniente del cuarto de David se convierta en una herida más, que pronto se sumará al resto de mis otras cicatrices.

El dolor físico opaca un poco el dolor emocional y eso es lo que estoy tratando de hacer, que me duela un poco menos el saber que al otro lado de la pared mi hermano tiene sexo con su novia, quiero evitar pensar que nada es como antes, que las cosas entre nosotros han cambiado, pero sobre todo quiero dejar de quererlo de esta forma que no es, quiero verlo como mi hermano, mi amigo, no quiero seguir así, pensando en él de esta manera tan obsesiva, tan tóxica, tan a mi manera, tan llena de ganas y cargada de recuerdos.

Nota: bueno bueno. No es mi culpa ok🙂
No sabía que Sabrina era así!😶.... Me he quedado como ustedes.

En fin gracias por siempre leer y estar muy al perdí. Los amo infinitamente💘

Psicosis (Primera Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora