Los gritos provenientes de aquel departamento se escuchaban a kilómetros, esas peleas ya se había vuelto diarias y no habia nada que Olivia pudiera hacer para que todo eso terminara.
-Eres un idiota, creiste que iba a volver a caer en tu estúpida historia de que "es solo una mentira" por el amor de dios Derek ¿dónde vives? ¿Acaso piensas que soy estúpida?- los gritos de aquella mujer alta de rubios cabellos tenian un tono desgarrador, como si una parte de su alma estuviera siendo arrancada y una mezcla de enojo con tristeza llenaba la habitación.
-Sonia.. cariño, no es más que una mentira te lo juro, yo nunca te haria eso a ti a parte ¿le creerás a ella antes que a mi? soy tu esposo, ella no es nadie para mi- el hombre simplemente estaba sentado en el sillón, trataba transmitir paz y tranquilidad pero lo único que daba a entender que es que era un mentiroso de primera pero esta vez su mujer ya no caeria en sus estúpidas mentiras.
-Derek, esto se acabó... me ire con Olivia a otra ciudad y nunca volvera a saber de ti, no quiero que pase el resto de su vida cerca de ti y que tu seas su ejemplo- esta vez el tono de la mujer era firme, muchas veces tuvieron esta conversación y esa oración habia salido repetidas veces de sus labios pero esta vez era definitivo- Nos iremos mañana a primera hora, no me busques ni le llames nunca más - simplemente se dio vuelta y se fue a su habitación, un silencio inundó el departamento y el sonido de una puerta indico la salida de Derek de allí, posiblemente iria a beber como solia hacer.
Mientras tanto Olivia estaba en su habitación, conectada a sus auriculares con el volumen a más no poder para ahogar los gritos de sus padres, aislandola del mundo exterior y llevandola a lugares dónde ella era feliz, sin duda alguna la música era su salvación.
En simultáneo, en una linda ciudad se encontraba Diana, estaba ella con sus amigos en aquella casa abandonada que habían encontrado en el verano pasado. Una música que transmitia aires de alegría llenaba cada parte de la habitación, cada partícula de polvo rebotaba sobre las maderas al ritmo de la música mientras todos bailaban despreocupados de la vida, como si las cosas malas no sucedieran.
Diana bailaba despreocupada hasta que una loca idea pasó por la mente de Adara, su mejor amiga desde que tiene memoria - Oigan, que les parece ir a aquel campo que pasamos de camino aquí, se veia bastante interesante e ilegal- una pequeña risa salio de sus labios y los murmullos de sus amigos tomando una decisión acompañaban la idea, todos asintieron de forma automática y Diana fue la primera en apoyar a su amiga, tomaron sus cosas y las guardaron dentro de sus mochilas, salieron de la casa y se dirigieron al lugar anteriormente acordado.
Al llegar a aquel lugar aquel grupo de chicos se quedo anonadado por lo que tenian en frente, como niño con juguete nuevo. No dudaron ni un segundo en entrar al perímetro de aquel gran descampado que en medio de los altos pastizales se escondia una pequeña casa algo abandonada,
Al llegar a su destino anteriormente pautado una serie de sentimientos entre adrenalina y miedo recorria el cuerpo de los jovenes pero en especial en el Diana, ella sentía que algo iba a pasar aquella noche pero aun no estaba muy segura de que podria ser.
Comenzaron a caminar todos juntos, tratando de hacer el mayor silencio posible ya que en el medio del campo se podia visualizar una pequeña casa de la cual no estaban seguros de si estaba habitada o no. Algunas risas se podian escuchar en la noche hasta que vieron que una luz se habia prendido en medio de la casa, sin duda alguna los chicos se dieron media vuelta y comenzaron a correr en dirección contraria a la casa hasta que de un momento a otro uno de los chicos calló tropezando con una piedra y quebrandose la pierna con la misma. Todos se detuvieron un segundo a pensar que hacer pero simplemente tomaron a su amigo entre dos y salieron del lugar en busca de algun hospital.
Al llegar al hospital ingresaron a su amigo a emergencias y ellos esperaron en la sala, una enfermera pidio el número de los padres, ninguno en ese momento pudo recordarlo hasta que Diana hablo - deme un papel y se lo anoto,yo me lo se- el chico accidentado era Thomas, ellos habian tenido una relación pero no habia funcionado realmente asi que ella tenia una relación diferente con él y sabia más de él que los demás, anotó el número y la enfermera, antes de que ella se fuera con sus amigos, la tomó del brazo y le dijo‐ les recomiendo que se vayan a casa y regresen mañana a verlo, no querran estan aqui cuando sus padres vengan- ella solo asintió y se fue con sus amigos.
Luego de unos minutos decidieron seguir el consejo de la enfermera y dejaron el lugar, Diana se dirigio a su casa tranquila. Al llegar subio por una escalera y entró por su ventana, sabia que sus papás estaban durmiendo asi que no queria despertarlos entrando por la puerta principal, al entrar se recosto en su cama y quedo pensando en todo lo que habia sucedido en esa noche.
En ese momento ambas estaban recostadas, pensando en como seria su vida y ambas quedaron dormidas, ninguna podia imaginar que su vida iba a cambiar a la mañana siguiente.
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Cómo perder a una chica en 10 días
RomanceDiana, conocida por ser una chica algo problemática pero agradable, cree fielmente que las reglas están para romperse y hacer cada uno las propias, vive en una pequeña ciudad dónde todos conocen a todos o eso piensan hasta que una inesperada persona...