Clyde no podía dormir. Había estado dándole mil vueltas a lo que había hecho el dia anterior. Eso y lo mal que se sentía haberle hablado así a Rey, quizá no merecía demasiadas consideraciones, pero el no era un patán, no era un hombre grosero con las damas.
Además pedirle a Rey que se quedará más tiempo. Hasta este punto no sabía porque lo había hecho.
Fu un estúpido. Además se negaba a creer que aún la seguía amando, ella ya no la amaba eso era seguro. Así que porque sentía ese dolor en el pecho cuando piensa en ella y más ahora que la acaba de ver. Negó con frustración.
Se levantó de la cama de mala gana y camino cuesta abajo con rumbo a la cocina.
Tenía en claro que hacía años estuvo enamorado de ella, pero eso fue hace mucho tiempo atrás, ahora las cosas eran diferentes para todos.
Con una taza de café en la mano observo la cocina.
De pronto podía escuchar voces en el silencio de la habitación.
"Clyde, porfavor basta" Era la suave voz de Rey entre risas, rogando por que la dejará cocinar.
Había risas, muchas risas y momentos valiosos aquí. Pero también llanto.
Llanto, confusiones y dolor,en alguna parte había dolor.
Y de pronto solo el eco de aquellas risas familiares. Y sin más la soledad del silencio otra vez.
No quería aceptarlo, pero aún la amaba y a pesar de todo aún quería que se quedará aquí, quizá no con el, pero si aquí, cerca de el, cerca de su corazón.
Subió de nuevo a su habitación, esta vez quería dormir y no soñar con ella. Sería imposible.
➹♡➷
Había sido una noche larga. Desde la la llamada de Clyde, Rey no pudo pegar el ojo en toda la noche. Se preguntaba porque Clyde queria que se quedará aquí más tiempo. Meditó la situación. Los pros y los contras. No había nada.
Después de mucho pensar sabía que el la repudiaba y no podía quejarse, el no la quería ver nunca más, ó al menos eso le dejó ver en el restaurante. Y tampoco se sentía extraña con eso.
Pero ¿Porque? ¿Porqué ahora quería tenerla?. Aquí entonces. ¿Burlarse de ella, agobiarla, castigarla, hacerla rogar?. Rey había cometido errores graves, no era una mártir. Y la humillación no era parte de Clyde. Ella aún creía conocerlo y sabía que Clyde Logan no era un maldito cabrón vengativo.
Bajo a la sala, oyó algunas voces y era Earl hablando por teléfono, le sonrió cuando la vio cerca del living y camino a la cocina, dejándolo solo. Fui por un café cargado, tenía que tomar decisiones con la cabeza fría y clara, y un buen café la ayudaría con eso. Tenía en claro lo que haría.
—Buenos días Rey. —entró Earl con su ropa de trabajo.—hice el desayuno.
Rey lo saludo.
—Earl, yo puedo ayudar. —protestó.
—Mi invitada. —Rey beso su mejilla.
Bebió su café y Earl salió de la casa.
Rey se quedó pensado en que cosa haría, bien podía decirle que no a Clyde e irse de aquí. Pero una parte de ella se quería quedar. Había tantas cosas con las que lidiar aquí todavía.
Fué al teléfono y marcó su número, era hora de enfrentar la verdad.
••••
ESTÁS LEYENDO
Dos Bodas Y Un Divorcio
Lãng mạnRey Jones lo tiene todo, un grandioso trabajo como decorado de interiores, teniendo su propia sección en Vogue, la famosa revista de alta moda, tiene un fabuloso departamento en la quinta Avenida y después de todo eso, un novio maravillosamente perf...