[ diez ]

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Me desperté a causa del maldito despertador que Cheryl me había obligado a tener. Giré sobre el colchón y estire mi mano para apagarlo. Volví a girar para mirar el techo. Mi cabeza se estaba partiendo, si no me equivoco logré dormir lo mismo que nada. Toda la noche mi consciencia se encargó de que mi persona se sintiera verdaderamente mal.
Me levanté y me dirijí al baño. Me di una ducha rápida y salí para cambiarme. Tome un poco de café y salí en mi moto para otro maldito día en ese infierno. Recordé que hoy es la maldita fiesta de mi padre.
¡Demonios, nada podía salir peor!
Llegue y me encontré a Archie y a Cheryl esperándome para entrar. Sin quitarme los anteojos me acerque a él. Andrews me miró bien.

-Uhhhh, esa es cara de haber tenido una mala pasada- aseguró Andrews

-Te equivocas Archie, esa es cara de no haber llegado a nada- dijo Cheryl.

Me quité los anteojos y los miré asesinamente, para luego gruñirles por lo bajo. No estaba de humor para soportar sus teorías y burlas.

-Creo que si las miradas matarán, ya estaríamos muertos Cheryl- dijo Archie

Los volví a fulminar con la mirada. Maldito si seguía provocándome no iba terminar bien. Cheryl se acercó a él y colocó una de sus manos sobre su hombro. Comenzamos a caminar hacia las malditas clases, me adelanté un poco, pero podía escucharlos perfectamente.

-Amigo ¿recuerdas que Jughead perteneció al equipo de lucha en la secundaria?- le pregunto Cheryl por lo bajo

-Sí- se limitó a decir Andrews

-También, ¿recuerdas cuando peleaba en los bares?-

-Ajá- respondió Archie

-¿Y recuerdas que peleó con Moose y gano limpiamente?- Gire un poco la cabeza para mirarlos y Archie miro nervioso a Cheryl.

-Sí, lo recuerdo.-

-Entonces no insistamos más, ciertamente no somos Moose. No creo que tengamos tanta suerte si continuamos-dijo él.

Llegamos al salón y era de las pocas veces en las que llegábamos temprano.
Mire a mi alrededor y Kate no estaba. Gracias a dios no estaba. Me senté en la última fila y logré hacer que mi cabeza se fuera de aquel lugar. La clase de Historia Universal comenzó, era tan tediosa aquella clase.
La puerta del salón se abrió y ella entró. Me senté derecho para mirarla, y a mi cabeza vino lo de ayer. Habérmela imaginado mientras estaba con otra era algo muy poco común en mi.

-Lo siento, se me ha hecho tarde- se disculpó.
La profesora la disculpó, ella miró a su alrededor para buscar un asiento. Él único lugar que quedaba era el que estaba a mi lado. Intento buscar otro lugar, pero nada la salvaría de sentarse conmigo. Se acercó y con cuidado se sentó.

-Buen día- me saludo por lo bajo.

-Ojalá pudiera decir lo mismo- le dije. Se giró a verme.

-Uhhhh ¿no dormiste bien anoche?- me preguntó.

-Exacto- dije.

Ella sacó un cuaderno y comenzó a escribir lo que la profesora estaba diciendo. Mire con detenimiento cada movimiento que hacía su nariz al escribir. Llevó la punta de su lapicero a su boca para morder levemente la punta.
¡Oh dios, yo tengo que hacer algo para poder estar con esa chica!

Se giró a verme, y me encontró mirándola fijamente.
-¿Qué sucede?- me preguntó.

-Nada, solo te miraba- contesté.

-Después puedo prestarte un poco de tapa ojeras, si quieres- me dijo algo divertida.

-Oh, que considerada eres cariño.-

Peligrosa Obsesión| Bughead Donde viven las historias. Descúbrelo ahora