—Kookmin
Extrañaba su aroma, su tacto, como sus pequeños dedos recorrían su nuca suavemente y acariciaban su cabello en el agarre de un dulce beso. Habían quedado para verse millones de veces, habían acordado tomarse una vacaciones juntos, tener citas y recuperar el tiempo perdido, pero todo eso había sido arruinado. En un principio, el trabajo de Jungkook no le permitía pasar tiempo con Jimin, si no estaba encerrado en una oficina 24 horas, estaba en juntas constantemente o en un país diferente haciéndose cargo de negocios que poco le importaban.
Jimin tenía un trabajo estable, su estudio de danza iba de maravilla y era un bailarín reconocido en Corea, tenía una gran cantidad de alumnos, no podía quejarse de su trabajo, además hacía lo que amaba. Daba clases todos los días menos los fines de semana, los cuales estaban reservados para su paz... o para su novio, si es que estaba presente.
A pesar de haber elegido caminos distintos, se complementaban y amaban incondicionalmente, a pesar de estar separados tanto tiempo sabían que cuando se encontraran todo estaría normal y bien como siempre, trataban de llamarse seguido y compartían mensajes diariamente, de una u otra forma estaban conectados.
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En un día nublado, un idea loca y casi fugaz cruzó por la mente de Jungkook, y en menos de lo que esperaba ya se encontraba frente a la blanca e inmensa puerta de su tan extrañado hogar. No es que extrañara su casa, pues cualquier lugar en el que Jimin se encuentre se sentía como su hogar.
Golpeó la puerta esperando a que alguien le abriera, pero lo único que podía escuchar era el sonido del viento y las hojas amarillas de los árboles chocando entre sí. Después de un rato esperando, decidió buscar la llave de repuesto que se encontraba escondida en una maceta ubicada en la ventana del frente.
Junto con el 'click' de la puerta al girar la llave se escuchó un pequeño maullido por parte de su mascota amarillenta y atigrada.
—Hola Rufi, ¿me extrañaste? —Mientras acariciaba el pelaje de su gato pasó su mirada por toda la habitación buscando a su pareja. Le pareció extraño el silencio sepulcral que había en toda la casa. De repente recordó que eran las tres de la tarde, a esta hora Jimin dormía una mini siesta.
Subió por las escaleras y llegó a la habitación, trató de abrir la puerta despacio para n hacer tanto ruido y de puntitas de pie entró. Jimin estaba todo desparramado en la cama, con el acolchado por los pies (a pesar de que hacía un frío insufrible), los brazos extendidos por toda la cama y su pelo revuelto. No era como si Jimin durmiera como un ángel, todo lo contrario, Jungkook se había despertado muchas veces en la madrugada debido a las patadas de Jimin.
—Mimi, estoy en casa amor —Se sentó en el borde de la cama y sacudió despacio a Jimin del hombro, mientras le daba besitos en la rente para que se despierte. Con la simple vista de su amor, su corazón se derretía, ¿hace cuanto no pasaba tiempo con su novio?, ¿hace cuando no se tocaban? la verdad es que no se acordaba.
—Kookie, ¿Qué haces acá? —Un poco adormilado, Jimin lo abrazó acurrucándose en sus brazos, no esperaba ver a Jungkook, no sabía porque había venido o que era lo que había asado, pero poco le importaba con tal de estar un ratito a su lado.
—Me dejaron libre en el trabajo, con esto de la pandemia voy a trabajar desde casa hasta que todo termine, amos a estar juntos Mimi. —Jungkook sabía que esta era una gran noticia, por fin iban a poder pasar tiempo juntos y amarse como lo hacían tiempo atrás, pero nunca imaginó que los ojos de Jimin brillarían tanto, nunca se imaginó que su perfecta sonrisa y sus medialunas en los ojos le derretirían el corazón y lo hicieran volver a enamorarse como lo hizo en un principio.
Cada segundo que pasaban juntos era óptimo, estar en los brazos de otro contemplándose y amándose como lo hicieron en un principio.
Esa noche prometieron amarse para toda la vida, y si no era así, disfrutarían cada segundo de la compañía del otro, tratando de recordar cada mínimo detalle, cada mínimo toque y palabra.
Lo que no sabían era que el destino tenía algo distinto para ellos; no se amarían solo para toda la vida, sino que para toda la eternidad.
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Kill My Time [Jikook O.S.]
FanfictionJimin y Jungkook están enamorados hace más de tres años pero no pueden pasar tanto tiempo juntos debido a sus trabajos, por lo que cada momento que pasan en compañía del otro es un preciado tesoro.