Mi Hermosa Sangre Sucia [ Draco Malfoy]

50. Beneficios de Prefectos

Días antes de comenzar el quinto año en Hogwarts, Isabella y Draco habían recibido sus insignias de prefectos, uno por su influencias y la otra por su intelecto. Estaban muy felices, después de todo pasarían más tiempo de lo que tenían planeado.

— Adiós, profesor Snape — Saludó Isabella sonriente al mayor, quien asintió en respuesta.

Con sus maletas listas siendo cargadas por Winky se dirigió al Tren que la llevaría a Hogwarts, allí ya no necesitó de la Elfina, solo se fue con sus pertenencias al compartimiento de prefectos, se sorprendió al ver dos de sus amigos.

— Ronnie, Hermione — Dijo alegre para abrazarlos con felicidad — Que alegría que también sean prefectos — Dijo para acomodar sus pertenencias

— Lo mismo digo, me alegra que seas prefecta — Dijo Hermione sonriéndole

— Yo por lo parte ya me imaginaba que sería prefecta al igual que lo es Hermione, lo que me sorprendió es que yo fuera prefecto — Dijo Ron mientras su mejor amiga se sentaba a un lado de ambos jóvenes

— También me sorprende — Lo molestó Isabella para reír al ver la cara de Ron, hasta que entró alguien más al compartimento

— Increíble, tal parece y tendré que compartir de mi preciado tiempo con ustedes — Dijo Draco refiriéndose a Ron y Hermione, quienes lo fulminaron con la mirada

— No creas que nosotros estamos felices con tu presencia en este compartimiento — Se defendió Hermione

— Se ve que tú padre influenció para que Dumbledore te eligiera como prefecto — Dijo Ron y el rubio sonrió con arrogancia

— ¿Que te digo?, mi padre siempre me da lo mejor, a diferencia de otros — Draco sonrió con búrla hacia el pelirrojo

— Tal vez, pero por lo menos y nosotros no compramos nuestro puesto — Dijo Hermione defendiendo a su amigo

— Nadie pidió tu opinión, Sangre Sucia inmunda — La insultó el rubio y la ojiazul rodó los ojos fastidiada por el comportamiento de los tres presentes

— Hola, al parecer ustedes también eres un prefecto como nosotros, un gusto, Isabella Williams — Saludó la castaña al recién entrado al comportamiento Anthony Goldstein alumno de Ravenclaw, quien le sonrió

—  El gusto es mío, Anthony Goldstein — Saludó educadamente el joven sonriéndole a Isabella, quien asintió y le hizo una seña de que se sentará a su lado

— Mejor siéntate aquí — Dijo Draco llamando la atención de los presentes — ..así no compartes con estos perdedores — argumentó y el joven Ravenclaw asintió sentándose aún lado de Draco por miedo no por creer en sus palabras

— Oh, compartiremos tiempo y beneficios con ustedes — Dijo una alegre Hufflepuf junto a su compañero de casa — Él es Ernie Macmillan y yo me llamo Hannah Abbott — la rubia miró a los presentes

— Anthony Goldstein, Isabella Williams, Draco Malfoy, Hermione Granger y Ron Weasley — Los presentó a todos la ojiazul apuntando a uno por uno.

Enseguida los Hufflepuf sonriéron alegres y se sentaron frente a los Gryffindor y la Slytherin.

— Creo que no está tan mal — Murmuró Isabella sonriendo hacia los presentes, ninguno le caía mal por el momento, pero su sonrisa de borró cuando vió a la prefecta de Ravenclaw