𝖣𝖾 𝗋𝖾𝗀𝗋𝖾𝗌𝗈 𝖺 𝖲𝗁𝗎𝗋𝗂𝗆𝖺

92 8 2
                                    

Ha pasado un mes desde que llegue a Shurima, he escuchado que Azir ha vuelto a la vida y estaba en el proceso de reconstrucción del Imperio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ha pasado un mes desde que llegue a Shurima, he escuchado que Azir ha vuelto a la vida y estaba en el proceso de reconstrucción del Imperio. Realmente tenía que verlo por mis propios ojos, después de todo Shurima es mi hogar y donde pase los mejores momentos de mi vida junto a mi "familia".

No acostumbraba ir a la capital, esto debido a que siempre llamaba la atención por mi apariencia, tanto así que varios humanos me confundían con los vastaya, algo que en lo personal me molestaba, aun usando una capa para cubrir mi aspecto algunos de mis rasgos animales eran muy notorios. Sin embargo, prefería qué pensarán aquello a que se enterarán de lo que en realidad era.

"Vamos Neith, concéntrate."

Neith, aquel era mi nombre, dicho nombre fue dado por mi hermano mayor cuando me encontró una fría noche en Shurima, pero esa ya es otra historia.

Mi regreso a Shurima era por curiosidad, curiosidad de conocer como estaba avanzando la recuperación del Imperio, no esperaba mucho cuando llegue la primera vez. "Después de tanto tiempo...". Me lleve la gran sorpresa de que ya se había establecido un mercado considerablemente grande y unas cuantas casas reconstruidas, así mismo en la mitad de la capital el palacio ya se encontraba en su totalidad casi terminado.

Desde mi posición pude observar cómo en uno de los grandes miradores del palacio, se hacía presente una figura alta, de brillante armadura dorada y una cabeza en forma de pájaro, en mi mente solo paso la idea de que aquella figura era nada más y nada menos que Azir, pero no se encontraba solo, a su lado se encontraba una figura más pequeña perteneciente a una chica de oscuros cabellos y ojos esmeraldas, pude asumir que aquella muchacha era Sivir.

Pero lo que realmente capto mi atención era la tercera figura que se encontraba tras los dos primeros, con su característica armadura y su distinguible cabeza de chacal.

— Nasus... 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aquel nombre salió por inercia de mi boca, al darme cuenta apreté mis labios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aquel nombre salió por inercia de mi boca, al darme cuenta apreté mis labios. No podía creer que él había vuelto a Shurima, habían pasado milenios. En ese momento varias emociones de odio e ira me invadieron al igual que recuerdos poco placenteros.

— No puedo creer que ese hijo de perra volviera después de los que nos hizo —murmure aquellas palabras en un tono muy molesto.

Gire mi cabeza a modo quitar importancia al asunto, tenía que regresar a lo que realmente me importaba, los habitantes de Shurima a los cuales había ofrecido mi ayuda. Si bien he estado unos cuantos días en la capital eso no ha sido impedimento alguno para ganarme la confianza y el afecto de los pobladores.

Seguí mi camino por el basto mercado deteniéndome en el punto de encuentro, mientras esperaba escuche la plática de un par de comerciantes, aquellos hombres hablaban de algo que causo una enorme curiosidad dentro de mí. Un asesino en Jonia era portador de un arma y no cualquier arma común se trataba de... un arma darkin.

— ¿Escuchaste? —empezó uno de ellos— un joven de la Orden de las sombras robo un arma darkin de Noxus.

— Si —apoyo el otro— se dice que de por si aquel chico es un peligro, ahora imagínate el caos que causara con esa guadaña maldita.

— Aún hay algo más perturbador... —el silencio hizo presencia en el ambiente— ...el chico tiene la marca darkin.

¿Una guadaña darkin?

"¿Será posible que estén hablando de Rhaast?"

— Señorita lobo —sentí como alguien jalaba de mi capa, posé mi vista al lugar de donde provenía la voz infantil que buscaba mi atención. Tan solo mire al pequeño— señorita venga, mis padres la necesitan para terminar la construcción de las casas.

— ¿Señorita se encuentra bien? —pregunto otro niño que estaba junto a él. ¿Cuándo llego el otro niño?

— Uh... disculpen pequeños solo estaba distraída —les di una pequeña sonrisa— vamos rápido donde sus padres.

Me deje guiar por los pequeños a un par de casas en construcción, a estas solo les faltaba el techo y se darían por finalizadas, observe a algunos hombres intentar alzar varios ladrillos pesados y subir por unas escaleras de madera sin tener mucho éxito.

De manera inconsciente suspire para después dejar escapar una risilla captando la atención de los presentes.

— Les he dicho más de una vez que yo me encargo de llevar los ladrillos a los techos —una sonrisa adornaba mi rostro, los pobladores de igual manera sonrieron, pero demostrando cierto nerviosismo.

— Hola, Loona —dijo uno de los hombres en el lugar.

Aquel era el nombre con el que pedí a todos los pobladores que me llamaran, no me sentía del todo cómoda diciéndoles la verdad.

— Tardaste en llegar, así que pensamos que sería buena idea adelantar la construcción —empezó con un aire decidido pero sus nervios le ganaron y al final soltó una risa nerviosa.

Antes de que alguien más hablara tome 20 de los grandes y pesados ladrillos en mis brazos para luego saltar sobre el techo y poder dejar los ladrillos en el mismo. Esa fue mi rutina por el resto del día.

Ya la noche había caído por lo cual ya era hora de volver a casa, misma que conseguí el día que llegué a la capital. Al estar frente a mi pequeña pero acogedora propiedad subí al techo y me acosté sobre el mismo para poder apreciar la luna y las estrellas sobre el firmamento.

Suspire.

— Estoy en casa después de tanto tiempo y ahora me entero que Rhaast está en Jonia —cerré mis ojos por un momento — ¡Demonios! —chille y patalee en el aire como si de una niña pequeña se tratara.

"¿Sería buena idea ir a Jonia y verle? ¿Ver a Varus y Aatrox?"

"Argh... ¿Qué mierda debería hacer?"

Decidí no darle más vuelta al asunto pues ya me encontraba algo cansada por lo que opté por ir a la cama y descansar. Antes de caer en los brazos de Morfeo tuve el presentimiento de que mañana sería un largo día.

𝖡𝖺𝗃𝗈 𝗅𝖺 𝗅𝗎𝗓 𝖽𝖾 𝗅𝗎𝗇𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora