Pasiones y traiciones

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Mansión Shannel, Las Vegas, Nevada, 20 de enero de 1987, un par de horas más tarde

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Mansión Shannel, Las Vegas, Nevada, 20 de enero de 1987, un par de horas más tarde.

   Estaba fumando un cigarrillo en el jardín de mansión mientras la tarde se oscurecía cuando el auto de Christian se detuvo a unos metros de mí. Lo dejó a mitad de la calle y se bajó para sentarse a mi lado en la banca de concreto, no pronuncio ni una palabra, ni siquiera me saludó.

—¿Quieres uno Christian? —Le ofrecí un cigarrillo.

—Aunque creo necesitarlo, la verdad es que no fumo...—Él se me quedó mirando como si algo malo pasara conmigo.

—¿Estás admirando mi belleza o solo hay otra razón para que tengas la mirada puesta sobre mi como un acosador? —Solté el humo. 

   Él se puso los codos sobre las rodillas y hundió entre sus manos la cara.

—¿Por qué Melinda y tú me lo ocultaron? He sido muy sincero contigo, y en realidad esperaba lo mismo de ti... Sé que no es un tema fácil pero no me hubiese gustado saberlo para detenerte o juzgarte... al contrario, me hubiese gustado apoyarte y tratar de cuidarte.

—¡Despacio! No me estás dejando entender nada... ¿De qué demonios estás hablando?

—¡Estoy hablando de el hijo que esperabas de Dominick Lenoy antes de lanzarte del balcón del club!

  Sentí nauseas de solo escuchar su nombre completo.

—¿Qué es lo que sabes de eso? ¿Y cómo te enteraste? Porque es obvio que Melinda no te lo dijo, y conozco muy bien a mi equipo como para saber que no fue ninguno de ellos.

—Sé que no le has dicho a la policía que probablemente él mató a Ashley, y entiendo el por qué... Quieres venganza, pero no entiendo como es que...  —su tono se escuchó triste y hablo más lento para tener la cautela de no herirme— Estuviste embarazada de él, y no pudiste decirme esa noche cuando hablamos por última vez...

   Yo le dí una mirada escéptica y me pasé la mano por el cabello.

—Si ya lo sabes todo... ¿Por qué crees que no quería hablar de eso? Una violación brutal y un intento de suicidio no te parecen razones suficientes...

   Christian intentó tomarme de la mano, yo no estaba muy segura de si debía dejarlo, pero lo hice al sentir su contacto con mi piel, en el fondo sabía que el solo quería ayudar.

—Quiero entenderte... y no debes explicarme si no quieres hacerlo, Alana. ¡Pero es muy serio lo que sucede! Dominick al parecer es un tipo más peligroso de lo que pensamos, y si ya fue capaz de matar a Ashley... ¿Por qué ocultárselo a la policía?

   Lo miré a los ojos fijamente para que recordara las siguientes palabras por lo que le restara de vida:

—No quiero que la policía atrape a Dominick... ¡Porque yo voy a matarlo!

La Biblia De Una Dominatrix © [ EN FÍSICO ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora