Jugar con fuego (+18)

Capitulo 3

Roth Rainer

En el momento en el que padre nos dijo que iba venir a vivir con nosotros una chica  italiana rebelde, me imaginé una chiquilla mimada, egocéntrica y molesta.

Odiaba la idea de tener que cuidar una chiquilla que se había metido en problemas y que por eso tendríamos que estar cerca de ella. Padre no quiso contarnos cuál fue el problema que tuvo pero tuvo que ser algo grave para que estuviera aquí con nosotros y no con otro familiar cercano y eso era lo que más nos intriga.

¿Qué fue lo que hizo? ¿Por qué padre acepto cuidarla? Y porque nos advirtió y ordenó cuidarla cueste lo que cueste. Muchas preguntas pocas respuestas pero cuando ella llegué y juegemos con ella.

Porque después de arruinarnos lo que nos queda de vacaciones y la universidad con su presencia, claro que mis hermanos y yo jugaremos con ella como solo nosotros sabemos hacerlo.

•••

Estamos todos en la entrada de la mansión a la espera de nuestra intrusa, nos vestimos formal por órdenes de madre que no paro de decirnos que teníamos que vernos decentes, ya que por tener muchos tatuajes según madre parecemos “vagos”.

Vemos cómo se abre el portón y se acerca el carro con el chófer que mandamos al aeropuerto por ella, pero como los vidrios son oscuros aún no podemos detallarla, el auto gira la fuente y el chófer la ayuda a salir pero solo logro distinguir un hermoso cabello rojizo.

Veo que Padre se acerca a ella y aún no he podido verla y es cuando escucho una voz suave y casi angelical.

"Hola soy Jade Ricci un placer conocerlos y gracias por  dejarme estar con ustedes unas temporadas."

¡Dios, nadie puede tener una voz así de perfecta!

¿Se puede tener una erección con solo escuchar una voz como esa?

Estoy perdido en mis pensamientos que no me doy cuenta que madre deja de abrazarla y dice que va a presentarnos y es cuando la vemos.

Ella es perfecta, hermosa.

Delgada, pelirroja natural, unos ojos azules casi celestes que te hacen perderte en ellos, unos labios rojos en forma de corazón.

Siento mi corazón a mil por hora y una erección que me empieza apretar en el pantalón, trato de disimular frunciendo el ceño, lo menos que quiero es que piense que babeo por ella como un vil colegial.

La vemos alejarse del brazo de madre contoneándose ese trasero perfecto.
Volteo a ver a mis hermanos y están igual de emocionados que yo y  solo podemos sonreír en complicidad porque ya que la vimos jugaremos con ella con mucho gusto.

Capítulos cortos, pero tranquilos apenas vamos empezando.