Como de costumbre estaba tumbada en mi cama escuchando música triste.Eso no ayudaba a mejorar mi estado de ánimo pero no me importaba.Acababa de cortar con mi ex y no quería pensar en otra cosa que no fuera lo rápido que había sucedido todo.En esos momentos me sentía realmente estúpida por haber perdido el tiempo con él.
Todo comenzó hace un año en una pequeña ciudad.Yo estaba de vacaciones y por aquel entonces no tenía muchas ganas de hacer nada.Cuando caminaba con mi madre nos encontramos a una señora que ella conocía. Suspiré sabía lo mucho que le gustaba hablar a mi madre y esa mujer tampoco parecía ser de pocas palabras.Me aleje un poco de ellas y entonces le vi. Llevaba una pequeña mochila a la espalda y me miraba fijamente.Era un chico alto se notaba que era mayor a mí. Yo entonces tenía 13 años. El chico tenía los ojos castaños y el pelo corto.No nos dijimos nada, simplemente nos miramos.
No pude aguantar mucho la mirada así que agache rápidamente la cabeza.Y busque a mi madre con la mirada. Seguía hablando con aquella señora. Mi madre siempre tenía algo que decir, siempre parecía estar animada y alegre cuando estaba con la gente.Aunque era una persona bastante sensible.No tarde mucho en darme cuenta cuanto me parecía a ella.
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Nosotros detrás de una pelota
Teen FictionAna siempre ha sido una chica muy soñadora. Siempre le gusto soñar y ser distinta a los demás.