No era su mañana, eso bien lo sabia.
Había tenido mejores francamente, siendo uno de sus malestares al despertar que su piel este tan fría al contacto por no haberse acobijado con su manta de camuflaje, tembló por los escalofríos, claro que si. Seguido, estaba siendo arropado de la espalda baja por un jodido dolor que no recuerda el por que y por ultimo, pero no por eso menos importante, aquel brazo en su cintura.....¿siempre habia estado ahí?.
Con un sabor agrio en la boca, acompañado de una sensación intranquila, se atrevió a girar su rostro, ¿quien mas podría estar ahí?, guardándose un jadeo de sorpresa, desvía de nuevo la vista abochornado. Esos vergonzosos recuerdos invadieron su mente tan repentinamente, como si tomarán su cabeza para sumergirlo en cemento fresco, solo para recordarle que lo que sucedió no se borrará.
Solo para recordarle, qué quizá, ese agrio sabor en la boca no es sólo mañanero.
Bien, había follado con su mejor amigo, bien, la habia cagado, deslizó su mano bajo la manta que cubría sólo su cintura, tras no ser lo suficientemente grande para los dos, e inseguro trago para solo sentir sus partes nobles totalmente al aire. Se cubrió la boca suprimiendo un chillido en cuanto sintió al cuerpo al lado suyo pegarsele más y suspiro aliviado al notar que el rubio no se había despertado tras su teatrito.
Alto.
¿Si él esta desnudo significa que también....?
No, no lo estaba.
Se avergüenza de lo que acaba de hacer, pero, necesitaba comprobarlo para poder estar tranquilo sin sentir la cosa de Bakugou pegado a su retaguardia. Con cautela retiro el brazo que aprisionaba su cintura y despacio se levantó de la cama, cayendo al instante, para solo después sentir el frio piso contra su cara.
Cierto, se habia olvidado de su nochecita ajetreada.
se petrifico en el suelo al escuchar una risita sueñolienta y con temor se dio la vuelta.
Su segundo suspiro de alivio se dejó aparecer al ver que el cenizo aún tenía los ojos cerrados y que seguía mencionando cosas incoherentes mientras sonreía abrazando una almohada. Tal vez era por ser demasiado temprano o por el golpe en la cabeza contra el piso, pero, de algún modo, ver que el rubio sonreía abrazando a esta era cálido.
Carajo, ¿por que seguía ahí?.
Se vistió en silencio para no despertar al mayor y como pudo por el dolor ahora también en la cintura y salio de la habitación, no sin antes fijarse que no había nadie en los alrededores. bendita sea su suerte que ese día no tenia entrenamiento, al menos podía retorcerse de dolor en su silla en vez de hacer ejercicios con All might, ahora entiende un poco más el dolor de las chicas en su mes.
Al llegar a su cuarto se dejó morir en paz en su cama, al cabo de unos segundos, su despertador felizmente sonó para atormentarlo aún más, como si no tuviera suficiente ya con todo lo que hizo con Bakugou. Ah, Bakugou, su mejor amigo, con el que entrena, con quien pasa la mayoría del tiempo, con quien come, tal vez no todas las noches, pero, con quien tambien duerme y con quien curiosamente, iba a la misma escuela que el.
¿como se supone.....que lo vea a la cara?.
Kirishima levantó la cabeza rígido al escuchar otra vez el tono que escogió para su alarma, era una canción que el y Katsuki escuchaban, dando por resultado que el rubio también lo tenia como despertador. Era una melodía tranquila, pero lo suficientemente audible y fuerte como para levantarte de la cama sin queja alguna, sonrió sereno, para luego cambiar su expresión a una afligida, ocultando de nuevo su rostro en la almohada al pensar que tenia que tratar con el cenizo.